domingo, 31 de mayo de 2015

Existence: Capítulo Dos (Parte 2)

Déjame ver si entiendo bien esto. —Candela estaba sentada en el sillón con un pedazo de pizza en su mano y una bebida entre sus piernas, mirándome fijamente—. ¿Pablo «tan caliente que te hace derretirte» Martinez te pidió ayuda con Oratoria y tú le dijiste que no? ¿Estás loca como creo que lo estás? En serio, Lali, pensé que la locura que a veces muestras solo era parte del espectáculo y en el fondo sí tenías algo de sentido común.

Lancé un pedazo de pizza en el plato en frente de mí con frustración.

—Voy a arreglarlo en la mañana. No es como si hubiese robado un banco. Deja de convertirlo en un gran problema. Sé que lo jodí. Realmente él necesitaba ayuda y yo sí me inscribí para ser tutora. Si quiero el crédito extra, debo ayudar a esos que el profesor de Oratoria me envía.

Candela rodó sus ojos.

—¡Oh, y encima te envió el chico más guapo en el país! Quiero decir, ¿qué pasa contigo?

Fue imposible no encontrar asombro en su drama. Candela nunca fallaba en hacerme sonreír con las pequeñas cosas, convirtiendo todo en una enorme escena dramática.

—Estuvo mal no ofrecerle ayuda. Supongo que mi prejuicio contra él se interpuso en mi camino. Pero, no voy a ayudarlo porque tú crees que es caliente. Voy a ayudarlo porque de hecho él necesita ayuda y me inscribí para ayudar a quienes lo necesitan. 

Candela rodó sus ojos y se congeló, sosteniendo su pizza a mitad de camino entre el plato y su boca.

—Espera…¿él va a venir a tu casa y así? Porque, si va a ser así, yo también quiero estar. Él puede notarme y darse cuenta que está enamorado de mí y podemos salir este año y luego, después de la graduación, podemos casarnos y tener sus bebés.

Bebida saltó de mi boca y encima de mi plato de pizza.

—¿Qué?

Ella sonrió y se encogió de hombros antes de morder un pedazo de pizza sin bebida.

—Para empezar, necesitas terminar la universidad antes de pensar que puedes casarte y tener hijos. Y NO, no va a venir aquí. Incluso si lo hiciera, no te dejaría venir después de tal comentario que hiciste. Lo último que quiero es lograr que mi amiga esté con un chico con el que fantasea casarse y tener bebés justo después de la secundaria.

Candela suspiró con derrota y me frunció el ceño.

—No eres divertida, Lali, nada divertida.

Tomé otro pedazo de pizza de la caja que había colocado en la mesa de café.

—¿En serio? ¿Entonces por qué paras conmigo? —pregunté.

—¡Porque te amo!

—Yo también te amo.

Candela se puso de pie.

—Odio dejar toda la cursilería de esta conversación pero necesito ir a hacer pis. 

Se levantó de un salto del sofá y se dirigió hacia el baño. Siempre se aguantaba hasta el final. Siempre pensé que se le iría con la edad pero no. 

—Una amiga interesante que tienes. Realmente bastante entretenida.

La pizza que había estado llevando hacia mi boca se cayó de mis manos hacia mi regazo. Me mordí el grito en mi garganta. Él me había asustado. El alma que hablaba se sentó en uno de los bancos del bar. Genial. El realmente «hombre muerto, sexy pero raro porque puede hablar», debió haberme seguido hasta mi casa.

—¿Por qué estás aquí? —demandé inmediatamente, queriendo que me deje a solas y se vaya a deambular por algún otro lugar de la Tierra. La intensidad de su mirada hizo que mi pulso salte por los nervios, o tal vez una mejor descripción sería el miedo.

—No puedo decirte eso.. Ahora no es el momento. Pero, puedo decirte que no me voy a ir pronto.

Después de mirar rápidamente si Candela estaba regresando, lo miré de nuevo. 

—¿Por qué? Si te ignoro, ¿por qué no te vas, como las otras almas?

Frunció el ceño, se inclinó hacia adelante y me estudió de cerca.

—¿Qué quieres decir que ignoras a los otros?

No sintiéndome muy segura en el suelo mirando hacia él, retiré la pizza de mi regazo y me puse de pie así podía nivelar mis ojos con el alma.

—Tú no eres especial. He visto fantasmas o almas o espíritus o lo que sea que seas, toda mi vida. Las almas están por todos lados. En mi casa, en la calle, en las tienda, en la casa de otras personas, puedo verlas. Solo las ignoro y se van.

Lentamente se puso de pie y dio un paso hacia mí. Su altura era intimidante pero su cercanía podría tenerme retrocediendo también aunque hubiese sido bajo.

—¿Puedes ver almas?

—Puedo verte, ¿no?

Asintió lentamente.

—Sí, pero yo soy diferente. Se supone que debes verme. Es más fácil así. Pero los otros…no se supone que deberías verlos.

La puerta del baño se abrió con un clic. Volteé mi cabeza de golpe para ver a Candela volver con una sonrisa en su rostro.

—¿Estabas hablando contigo mismo ahora?

Me encogí de hombros y forcé una sonrisa.

—Eh, sí.

Se rió y se sentó de nuevo en el sofá. Yo tomé una respiración y luego miré de vuelta al alma quién había regresado al mismo sitio en la cocina, observándome. La única forma en que podía terminar esta conversación y hacerlo irse era enviar a Candela a casa. Hablar con un alma que ella no podía ver no terminaría muy bien. Mi habilidad para ver almas no era algo que compartía con ella y no tenía intención de hacerlo.

El alma pareció esperar a que tome una decisión.

La idea de estar a solas con él me aterraba. Podía ser guapo, pero estaba muerto y me había seguido a casa. Dejar que Candela me deje aquí no estaría en los planes esta noche. Puse una distancia entre el alma y yo, caminando hacia el sillón para sentarme al lado de Candela.

—¿Quieres ver Vampire Diaries? Tengo grabados los dos últimos episodios —le pregunté, esperando que el alma obtenga la pista y se vaya.

—¡Oh! Sí, me perdí la semana pasada.

Cogí el control remoto, y coloqué la serie. Necesitaba que mi mente se aleje del chico muerto en la habitación. Después de diez minutos escuchando a Candela desmayarse por Damon y hacer un escándalo por Elena, sostuve mi aliento y miré hacia su dirección. El asiento del bar donde él había estado sentado estaba vacío. Suspiré con alivio.

****

Toda la mañana, había estado repitiendo exactamente lo que le diría a Pablo. No estaba segura si le dejaría saber que yo sabía sobre su dislexia, o si debía solo decirle que podíamos empezar apenas estuviera listo y dejar la explicación. También me preparé a mí misma si es que él me decía que ya no necesitaba mi ayuda. Si él ya había encontrado a otro tutor entonces todo este desastre terminaría. No sería forzada a ayudar a alguien que realmente no me gustaba, pero sería un punto negativo contra mi crédito extra. De cualquier modo, me perdí en esta situación.

Esto tampoco era algo que quería hacer con Candela a mi lado, batiendo sus pestañas hacia él y riendo cuando él hablaba. Después de Química, esperé en el pasillo para que él saliera de la única clase que compartíamos este semestre Por suerte, salió a solas.

—Eh, Pablo, ¿puedo hablar contigo un minuto? —pregunté, apenas salió por la puerta.

Él miró sobre mí e inmediatamente un fruncido cruzó su frente. Pareció verse serio, considerando irse e ignorarme cuando se volteó e hizo su camino para ponerse en frente de mí. Inclinándose contra la pared, cruzó sus brazos en frente de su pecho y esperó. Tenía el presentimiento que no iba a dejármelo fácil.

—Sobre ayer, lo siento si fui ruda con no ayudarte. Sí me inscribí para ser tutora para ganar crédito extra y no debí tratarte de la forma en que lo hice. —Me detuve y dudé, esperando que él diga algo. No se movió, ni siquiera actuó como si fuese a responder. Tomé un gran respiro y me recordé a mí misma que esto era mi culpa—. Si aún quieres que sea tu tutora, estaré feliz de hacerlo —terminé, realmente no feliz pero sonaba como la cosa educada qué decir y su mirada silenciosa pareció ponerme más nerviosa.

Se vio aburrido y me tomó un extremo control no enojarme con él e irme. Recordando exactamente lo ruda que había sido ayer me ayudó a querer esperar pacientemente por su respuesta. Se enderezó y miró por el pasillo sobre mi hombro como si realmente no estuviera considerando lo que yo había dicho. Justo cuando sentí que positivamente él no quería mi ayuda, enfocó su expresión aburrida en mí.

—¿Te estás ofreciendo por el profesor de Oratoria? ¿Él te hizo hacer esto? —preguntó.

Pensé en las palabras de Mamá ayer. Si no hubiese insistido en su “mejóralo”, ¿estaría ofreciendo mi ayuda ahora? Este chico popular, talentoso y adorado confió en mí su secreto. No me gustaba. Diablos, no lo conocía pero por alguna razón quería ayudarlo.

—Actué de esa manera solo porque no me gustas mucho. Estuvo mal y, honestamente, ni siquiera te conozco lo suficiente para formar una opinión de ti. Estoy ofreciéndote mi ayuda porque la necesitas. Por eso me inscribí y es el motivo por el que estoy aquí ahora.

Pareció pensar lo que dije por un momento y luego una sonrisa pequeña apareció en su rostro. 

—¿No te gusto, eh?

Me senté más derecha y empujé mis libros más cerca de mi pecho, sintiéndome a la defensiva. Sorprendentemente, fue difícil recibir una de sus sonrisas encantadoras. Especialmente después que había admitido que no me gustaba. ¿Por qué tenía que ser frustrantemente lindo? Le di una pequeña sacudida de cabeza y él rió.

—Bueno, tendremos que trabajar en cambiar tu mente. —Jaló su mochila sobre su hombro y me dio una sonrisa más—. Te veré más tarde.

Se fue, dejándome ligeramente con mariposas. Luché contra la urgencia de voltearme y observarlo irse. Un lento sonido de aplauso me sorprendió y me volteé para ver al alma habladora inclinada contra los casilleros con esa sonrisa suya.

—Impresionante. Una mujer con suficiente nervios para admitir que puede estar equivocada, disculparse y ofrecer rectificar la situación. —Rodé mis ojos y suspiré, sabiendo que el pasillo no estaba completamente vacío, así que responder no sería posible—. Vete —siseé de todos modos, antes de voltearme para ir hacia la cafetería.

2 comentarios:

  1. Hola,
    Me encanta esta adaptacion! Ya la he leido 2 veces y no me canso
    Una pregunta tienes el tercer libro??
    Si lo tienes podrías enviarmelo por correo?
    Te dejo mi correo lalitter08.blogspot.com
    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Gracias por pasarte y qué bueno que te haya gustado la saga.
      Por temas de copyright, no puedo pasarte el libro, pero puedes entrar a la página de Paraíso entre Libros y lo conseguirás. El link lo encuentras aquí en mi blog, dónde dice "Páginas Recomendadas". Y si puedes compartir este blog para que más fans Laliter se unan, sería genial, gracias.

      Eliminar