El año pasado
cuando empezaba a desaparecer la nieve, era genial el guardar nuestros trajes
de invierno, respirar aquel aire que empezaba a ser cálido, y sentir que el
calor estaba regresando. Pero este año, esos fenómenos me llenan de dolor. Es
primavera, entre ahora y verano, mi madre nos dejará.
Mi visión se ha
ampliado. Ahora puedo ver lo que sucede un poco después que llego al entierro.
Hay más personas sentadas en las bancas, personas que ahora reconozco de la
congregación, como Emi. Todos me miran mientras llego a la colina, junto a
Thiago…eso es algo que aún no entiendo, ¿qué razón tendría Peter para no venir?
De pronto, mi vista se nubla y mis rodillas tiemblan. Pero, Thiago suelta mi
mano y se acerca a mi cuerpo, colocando sus brazos en mi cintura,
enderezándome. Luego, su mano derecha, regresa a la mía y la sacude apenas.
- ¿Quieres sentarte? – pregunta
gentilmente en mi mente
- No – respondo
El padre que está
al lado del ataúd, me mira, preocupado.
- Quiere saber si estás lista – Thiago
dice en mi mente
- ¿Lista?
- Para que él pueda empezar
- Sí, por favor
- Queridos amigos –
empieza el padre
Ahí es cuando
empiezo a sentir algo extraño. No escucho lo que dice el padre, pero estoy
segura que está diciendo cosas buenas de mi madre. Sobre su generosidad, su
fuerza. Pocas palabras para describirla. Me enfoco en la rosa blanca que está
encima del ataúd. La pena aumenta, expandiéndose como un lago helado dentro de
mí. Pronto bajarán el ataúd hacia el suelo. Lo cubrirán con tierra. Mi hermosa,
espiritual, y dulce madre se irá para siempre…..
Mi corazón da un
salto. Esta no es la pena que siempre he tenido. Estas son palabras, y no son mías.
No es mi pena, o mis sentimientos. Hay un Alas Negras aquí. Samjeeza.
De pronto, empiezo
a buscarlo. Pero no lo encuentro por ningún lado, debe estar a metros de
distancia. Es él, estoy segura que es él. Ha venido a decirle adiós a mi madre
en sus últimos momentos en la tierra. Él la amaba, piensa. La amaba y está
furioso de haberla perdido, después de todos estos años esperándola. Nos odia.
Cuando comento
acerca de lo nuevo en mi visión en la congregación, todos se alarman. Al
principio no creen que un Alas Negras se presente, el único que lo hace es
Thiago y me da su soporte. Pero, cuando mi madre explica que quizá Sam no está
del todo desaparecido (luego de haberlo destrozado con la gloria), todos
empiezan a creerme y a formar planes para protegerme a mí y a Stefano en caso
decida atacar en el entierro. Emi sentencia que estamos en una guerra, una
batalla contra los Alas Negras, y no puedo estar más de acuerdo.
Me da mucha pena q se muera la madre! más!
ResponderEliminarD momento sigue siendo una visión,pero donde diablos se metió Peter,estoy empezando a pensar k es un Alas Negras,y no quiero.
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