martes, 10 de julio de 2012

Santificado: Catorce

La tormenta está llegando

El año pasado cuando empezaba a desaparecer la nieve, era genial el guardar nuestros trajes de invierno, respirar aquel aire que empezaba a ser cálido, y sentir que el calor estaba regresando. Pero este año, esos fenómenos me llenan de dolor. Es primavera, entre ahora y verano, mi madre nos dejará.

Mi visión se ha ampliado. Ahora puedo ver lo que sucede un poco después que llego al entierro. Hay más personas sentadas en las bancas, personas que ahora reconozco de la congregación, como Emi. Todos me miran mientras llego a la colina, junto a Thiago…eso es algo que aún no entiendo, ¿qué razón tendría Peter para no venir? De pronto, mi vista se nubla y mis rodillas tiemblan. Pero, Thiago suelta mi mano y se acerca a mi cuerpo, colocando sus brazos en mi cintura, enderezándome. Luego, su mano derecha, regresa a la mía y la sacude apenas.

¿Quieres sentarte? – pregunta gentilmente en mi mente
No – respondo

El padre que está al lado del ataúd, me mira, preocupado.

Quiere saber si estás lista – Thiago dice en mi mente
¿Lista?
- Para que él pueda empezar
- Sí, por favor
- Queridos amigos – empieza el padre

Ahí es cuando empiezo a sentir algo extraño. No escucho lo que dice el padre, pero estoy segura que está diciendo cosas buenas de mi madre. Sobre su generosidad, su fuerza. Pocas palabras para describirla. Me enfoco en la rosa blanca que está encima del ataúd. La pena aumenta, expandiéndose como un lago helado dentro de mí. Pronto bajarán el ataúd hacia el suelo. Lo cubrirán con tierra. Mi hermosa, espiritual, y dulce madre se irá para siempre…..

Mi corazón da un salto. Esta no es la pena que siempre he tenido. Estas son palabras, y no son mías. No es mi pena, o mis sentimientos. Hay un Alas Negras aquí. Samjeeza.

De pronto, empiezo a buscarlo. Pero no lo encuentro por ningún lado, debe estar a metros de distancia. Es él, estoy segura que es él. Ha venido a decirle adiós a mi madre en sus últimos momentos en la tierra. Él la amaba, piensa. La amaba y está furioso de haberla perdido, después de todos estos años esperándola. Nos odia.

Cuando comento acerca de lo nuevo en mi visión en la congregación, todos se alarman. Al principio no creen que un Alas Negras se presente, el único que lo hace es Thiago y me da su soporte. Pero, cuando mi madre explica que quizá Sam no está del todo desaparecido (luego de haberlo destrozado con la gloria), todos empiezan a creerme y a formar planes para protegerme a mí y a Stefano en caso decida atacar en el entierro. Emi sentencia que estamos en una guerra, una batalla contra los Alas Negras, y no puedo estar más de acuerdo. 

2 comentarios:

  1. Me da mucha pena q se muera la madre! más!

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  2. D momento sigue siendo una visión,pero donde diablos se metió Peter,estoy empezando a pensar k es un Alas Negras,y no quiero.

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