sábado, 14 de julio de 2012

Santificado: Dieciséis

Salida (parte dos)

- Vamos, llámala – me dice Sam

Asiento, luego camino hacia él para tomar el teléfono. Intento bloquear la tristeza mientras me acerco. Las lágrimas queman mis ojos. Las aparto con parpadeos. Sigo caminando. Me sitúo en frente de él y lo miro a los ojos. Sam pone el celular en mi mano.

Presiono el número dos. Suena por un tiempo largo, tan largo que creo que va a saltar el mensaje de voz, pero luego escucho la voz de mamá.

 -¿Mar? – sé por el sonido de su voz que sabe que algo anda mal
- Mamá…. – por un momento no puedo hablar – Sam está aquí
- ¿Estás segura?
- Está de pie en frente de mí – hay un silencio
- ¿Dónde estás?
- No lo sé – miro alrededor, desorientada
- La ruta 55 – dice Peter y le repito aquello a mi madre
- Choqué el auto – digo
- Mar, escúchame – susurra – sabes que no puedo ir
- ¿Qué está diciendo? – pregunta Sam - ¿qué está diciendo? – pregunta de nuevo, su mente presionando la mía pero lo mantengo alejado
- Está en camino – miento
- Sé valiente, querida – dice mi madre – recuerda lo que te dije sobre combatir contra él con tu mente y corazón. Eres más fuerte de lo que crees. Te amo
- Está bien – cuelgo el teléfono
- Ahora esperaremos – dice – nunca he sido bueno esperando

El pánico sube por mi pecho, pero lo ignoro.

- Necesitamos llamar a una ambulancia para mi amiga – señalo hacia Cande
- No lo creo – trago fuerte
- Está herida. Necesita ayuda. Nosotros o tú y yo y mi madre podríamos irnos antes de que lleguen los paramédicos
- Por favor – pide Peter – ella es mi hermana. Puede estar muriendo. Por favor, señor

La tristeza empieza a disiparse y siento algo humano, tal vez compasión. Mira el celular que ahora yace en su mano y lo abre. Sus ojos observan los botones, pero parece que no sabe usarlo.

- Lo haré yo – digo – puedes verme. Solo digitaré los número 9, 1 y 1. Si algo más, puedes matarme o lo que quieras hacer – sonríe
- Pero si te mato no obtendré lo que quiero, ¿verdad? ¿Qué te parece esto? Llamas, y si intentas hacer algo gracioso, lo mato a él – señala a Peter
- Está bien – susurro
- Hazlo rápido

Me da el celular. Digito los números y lo sujeto contra mi oreja.

- 911, ¿cuál es su emergencia? – responde una mujer
- Ha habido…. – aclaro mi garganta – ha habido un accidente automovilístico en la ruta 55. Por favor, manden una ambulancia

Pregunta mi nombre pero no le puedo decir eso, así que tengo que mentir.

- Yo, eh…eh…

Sam alarga su mano. Le devuelvo el celular, hice lo que tenía que hacer, llamar.

- Hola – dice Sam
- ¿Hola? – dice la señora - ¿quién es?
- Acabo de llegar a la escena. Terrible, un accidente terrible. Tengo miedo que la chica esté ahora inconsciente. Y un chico. Están vestidos como para una fiesta. Por favor, dense prisa. Ambos están heridos.
- Pero mi madre…
- Ella no va a venir – dice, decepcionado – tendré que satisfacerme contigo

Se empieza voltear hacia Peter. Veo el rostro de Peter, sus ojos comprendiendo lo que Sam pretende hacer. Aceptándolo. Tengo que traer la gloria. Este es el momento para el que he estado practicando todo el año. Ahora.

Miro a Peter pero no siento nada más que mi corazón latiendo, tan lentamente que lo siento por todo mi cuerpo, en mis pulmones, llenándome de energía, de vida, luego de algo más que mi cuerpo. Algo más que humano. Mi espíritu, mi alma. La luz explota alrededor de mí. Me volteo, mirando a Sam y él se da cuenta de lo que sucede. Gruñe pero no tiene tiempo de reaccionar. Se mueve, lejs de la gloria.

Tomo un gran respiro, dejo que me llene, sintiendo la luz en mis dedos, en mi cuerpo, mi cabello, saliendo de mi cuerpo, mi pecho llenándose de calidez. Miro a Peter quién se está tapando los ojos por la luz. Tomo su otra mano entre la mía. Se siente fría, contra mi piel caliente. Salta por mi contacto, pero luego se relaja. Pongo mi dedo en el corte de su cabeza, y veo mientras la luz lo cura.

- Está bien – susurro

Escucho una risa, es Sam, riéndose a la distancia.

- Sigo subestimándote – dice – eres un pajarito muy listo
- Vete – vuelve a reír
- Quiero saber qué sucede después, ¿tú no?
- Vete
- No puedes sostener eso por mucho tiempo – cierra sus ojos – casi puedo escuchar las sirenas, viniendo hacia aquí. Las cosas se pondrán interesantes cuando lleguen

Sacudo la mano de Peter. Él intenta sonreírme, y yo intento lo mismo.

- ¿Por qué simplemente no cortas esta tontería? – dice Sam – no es que esté impresionado. Deberías detenerlo, te cansarás al cabo de unos minutos – habla relajado, pero se nota que se está enojando

Las luces se ven a la distancia. Mi respiración se corta en mis pulmones.

- Vamos, basta de tonterías – dice Sam, impaciente – tú y yo debemos irnos – es demasiado tarde, un auto se acerca

Se detiene y rechinan los frenos. Pero no es una ambulancia. Es un hombre con cabello blanco y barba. 

3 comentarios:

  1. Quien es?? El profesor?? o el tío de thiago? Más!!

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  2. subee mas porfa no nos puedes dejar asi por tantos diass
    mas mas mas

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  3. Se le fastidiaron los planes a Sam,Lali le hizo frente,x salvar a Peter d el.¡K tengas buenas vacaciones!.

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