- ¿Hay algo que
quieras preguntarme? No puedo prometerte que te voy a dar una buena respuesta,
pero lo intentaré
- ¿Tú…amabas a Luna?
– pregunto lo primero que se me viene a la mente
- Sí – suspira – la
amaba
- ¿Entonces, por qué
terminaste con ella?
- Porque iba a
descubrir la verdad sobre mí
- ¿No le contaste?
- Tengo la idea
desde siempre de que no debemos contarle a los humanos. Es imposible tener una
relación con un humano, una verdadera relación…cuando notan que hay algo raro
en ti…se complica. Supongo que podríamos escoger personas realmente tontas para
formar una relación – sonríe
- Luna no es tonta –
digo
- No, Luna no es
tonta – acuerda – y eventualmente hubiese sido imposible no decirle la verdad.
Pero, ella iba a salir lastimada
Pienso en la noche
en que Peter se enteró, sus preguntas, sus suposiciones. Él no me creyó hasta
que me mostré.
- Lo entiendo –
digo, suavemente, mirando mis guantes
- ¿Cuánto sabe
Peter? – pregunta – porque él no es ningún tonto - ¿mucho? – vuelve a preguntar
al ver mi expresión
- Le he
contado…bastante
- ¿Sobre mí?
- Sí
Sus ojos son más
fríos cuando me mira.
- Te dije, no soy
buena con los secretos
- Bueno, sí le
escondiste algo. ¿no estás feliz de haberlo hecho? – está hablando de mi
visión, por supuesto
- Sí – admito –
aunque no sé si feliz es la palabra adecuada
- Lo sé
Junta sus manos en
un aplauso. La silla está aproximándose a la cima de la montaña.
- Bueno, la charla
seria ha terminado. Te traje aquí para divertirnos
Nos ajustamos los
ski´s y nos lanzamos a la nieve, saliendo de la silla.
- Hagámoslo – dice,
sonriendo
Casi ni pienso en
mi madre durante toda la mañana. Thiago y yo formamos figuras mientras bajamos
la colina. Jugamos como niños, chocándonos y haciendo carreras. Incluso subimos
hasta la colina que él suele esquiar, la que es para profesionales. Me reta a
esquiarla y lo hago bien durante un instante, pero cuando cojo demasiada
velocidad, termino golpeándome.
- Para que sepas, es
la última vez que confío en ti y en mis habilidades – digo
- Pero te ves tan
linda llena de nieve
- Cállate y ayúdame
a encontrar mi ski
Buscamos mis cosas
por un momento, pero no hay rastro. Después de diez minutos, me convenzo a mí
misma que la montaña se lo ha comido.
- Muchas gracias,
Thiago
- No te preocupes,
puede que la encuentren en el verano – bromea
No espera la bola
de nieve que le lanzo a continuación. Explota en su pecho.
- ¡Ey! – protesta
Le lanzo otra, esta
vez cae en su cabeza.
- Lo siento. No
estaba apuntándote…
De pronto, empieza
a quitarse los ski´s y sus elementos.
- ¿Qué estás
haciendo? - pregunto
- Preparándome
- ¿Para qué?
- Para esto – dice antes
de gritar y correr hacia mí
Empiezo a gritar
cuando me coge y me lanza en la nieve.
- ¡No en mi abrigo! –
chillo mientras inserta nieve dentro de mí
La nieve empieza a
derretirse por mi cuello. Cojo un puñado de nieve y la lanzo contra su rostro. Luego,
utilizo parte de mi fuerza de ángel para apartarlo de mí y terminar encima de él.
Logro meter un poco de nieve dentro de su traje.
- Tiempo de rendirte
– río
- Está bien – dice,
sonriendo
Me detengo. Ambos
estamos respirando fuerte, con nieve entre nuestros cabellos, mojando nuestras
ropas. Lo miro. Hay nieve alrededor. Sus ojos brillan. Él ya no está intentando
apartarse o pelearme. Se muerde el labio inferior por un segundo. Todo lo que
tengo que hacer es cerrar los ojos y dejarme llevar.
- Inténtalo – dice en mi mente – descubramos que pasa después
Pero él también está
dudando, lo siento. Me aparto, incómoda y hago lo mejor para pretender que lo
que estuvo a punto de suceder casi no pasa. Él se sienta, quitando la nieve de
sus hombros. Luego, alguien nos llama desde arriba; una persona de seguridad.
- ¿Todo bien ahí
abajo?
- Sí – Thiago grita
de vuelta – estamos bien – me mira, cambiando su expresión – lo encontré – dice
– siempre estuvo aquí
- ¿Qué?
- Tu ski
Eso y algo más.
- Parece que te estás
divirtiendo – es Peter, que me ha encontrado en el restaurante en el almuerzo
Mis mejillas se
tornan rosadas y por suerte, Thiago está comprando la comida.
- Sí, diversión,
diversión, diversión – respondo – creo que sé lo que estoy haciendo ahora. En la
colina
- Me alegra que
finalmente hayas decidido venir – sonríe
- Sí, bueno, he
estado preocupada últimamente
- ¿Todo bien? – pregunta
- ¿cómo está tu mamá?
- Está bien. Supongo
que teniendo un tiempo difícil
- Cualquier cosa que
pueda hacer, me gritas – dice – estoy aquí para ti
- Gracias
- ¿Quieres esquiar más
tarde? Tengo que dictar clase hasta las cuatro, pero después podemos subir la
montaña. Te apuesto que aún puedo enseñarte un par de cosas
- Eso suena genial
pero…
- Probablemente
tienes que ir a casa a ver a tu mamá – asume
- No, yo…
No necesito
explicar nada, Thiago aparece detrás de Peter.
- Lo siento por
tardarme tanto – dice, señalando mi hamburguesa – no sabía qué es lo que te
gusta
Peter se voltea,
mira a Thiago y luego me mira a mí. Repite la acción.
- A ella no le gusta
la cebolla – dice - ¿viniste aquí con él?
- Eh, me dijo para
venir y me pareció una buena idea. Necesitaba salir de casa
Peter asiente,
ausente. De pronto noto que mi cabello sigue húmedo, mis mejillas rosadas, mi
piel brillante, y no es por el frío. Nada pasó, me digo a mí misma. Tú y Thiago
son amigos, y Peter lo entiende. Está bien ir a esquiar con tu amigo. Nada pasó.
- Lo siento - Thiago dice en mi mente – te estoy
metiendo en problemas, ¿verdad?
- No, está todo bien
- De hecho tenía
miedo de preguntarle – Thiago le dice a Peter
- ¿Es verdad? –
pregunta Peter, cruzando sus brazos
- Fui a esquiar con
ella el año pasado y casi nos mata a los dos
- Bueno, justo me
estaba diciendo que ahora está mucho mejor – dice Peter
- La llevé a la
colina más alta – dice Thiago – deberías haber visto la caída que tuvo
- ¿En serio? No sabía
que se había caído
- Fue un golpe a lo
grande – se burla Thiago
- ¿Aló? Estoy aquí –
lo golpeo en el brazo
- Fue bastante –
- No fue gracioso –
lo interrumpo – hacía frío
- Se supone que
deberías de ser inmune al frío – dice – forma parte de la práctica
- Claro – intento no
sonreír – práctica
- Suena increíble –
dice Peter, mirando su reloj – está bien, tengo que irme. Algunos tenemos que
trabajar
Se inclina y besa
mi mejilla.
- Así que nos
encontramos a las cuatro, ¿está bien? Puedo llevarte a casa si a Thiago no le
importa
- No hay problema –
dice Thiago – a las cuatro ella será toda tuya. Eso nos deja, ¿qué, tres horas
para esquiar?
- Genial – dice Peter
– intenta no hacerte daño, ¿está bien?
***
- ¿Estás bien? – le pregunto
a Peter en el camino de regreso cuando no emite palabra
- Terminan la oración
del otro – dice, estacionando al lado del camino – tú y Thiago. Cada uno
termina la oración del otro
- Pitt. No es gran….
- Sí, si lo es. Es más
que eso. Es como si pudieran leer la mente del otro – acaricio su brazo – te estaba
haciendo sonreír – dice, suavemente, sin mirarme a los ojos
- Somos amigos.
Estamos conectados – admito – siempre hemos estado algo conectados. Es por la
visión. Sólo somos amigos
- ¿Sales con él como
amigos? ¿Fuera del Club de Ángela?
- Un par de veces
- Un par de veces –
repite, lentamente - ¿cuántas? ¿tres? ¿cuatro?
- Tal vez cinco o
seis. No llevo la cuenta, Pitt
- Seis – dice –
mira, eso es más que un par de veces
- Peter…
- ¿Y no me dijiste
porque…? – suspiro
- No te dije porque
no quería que estuvieses…. – no puedo decirlo
- Celoso – termina la
frase – no lo estoy
Se recuesta contra
el asiento, cierra sus ojos por un minuto y suelta un soplido,
- ¿Sabes qué? Estoy
completamente celoso – abre sus ojos y me mira – wow, odio ser ese chico. Toda
la tarde he estado a punto de romper algo, como Hulk. ¿Supongo que es
atractivo, verdad?
No sé si está
hablando en serio así que lo tomo como broma.
- De hecho, es
tierno. El verde definitivamente es tu color
- Aunque no puedes
culparme. Estabas muerta por Bedoya el año pasado
- Pero eso fue
porque pensé que él era….
- Tu destino. ¿Por
qué eso no me hace sentir mejor?
- ¿Quién está
terminando mis oraciones ahora? Él y yo somos amigos – insisto – admito que
estuve obsesionada con la idea de Thiago el año pasado. Pero esa fue una idea.
Ni siquiera lo conozco. Tú eres el verdadero reto – ríe
- Soy el verdadero
reto – tose
- Thiago es mi
pasado. Tú eres mi futuro. Tú eres mi presente – digo, rápidamente, pero no
ayuda
- Mierda Zanahoria –
resiste la sonrisa - ¿acabas de decir que soy El Correcto ahora?
- Lo siento
- Así que tú y
Thiago son amigos. Eso está bien. Puedo soportarlo. Pero dime una cosa: ¿algo
ha pasado entre tú y Thiago, de verdad. No en tus visiones, sino en la vida
real, algo que deba de saber? ¿Incluso antes de que empezáramos a salir?
- No. Nada ha pasado
– y él me cree
Es muy divino peter! espero q n ose arruine todo más!
ResponderEliminarsubeee as :D
ResponderEliminarComo no va a estar celoso,si ella le cuenta todo, y d las salidas con Thiago,no dijo nada.
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