Mar
Nunca he estado en casa de Thiago durante
el día. Se ve diferente en la tarde. No estaría aquí si no fuera porque mi
batería del auto amaneció muerta cuando dejé la escuela ahora. Vivo lo
suficientemente cerca al campus como para caminar, pero no camino a ningún lado
en la tarde. Puedo lidiar con las mañanas, pero hay horas en la tarde en que
odio estar afuera. Incluso la noche no me fastidia mucho. La oscuridad no me
hace sentir miedo, lo contrario al día. El sol de la tarde tiene una manera de
seguirme, quemando recuerdos en mi cabeza.
Thiago me ofrece regresarme a casa desde
la suya. Él cree que me debería poner nerviosa, correr a solas de noche, y lo
hace. No soy lo suficientemente estúpida para pensar que siempre estoy a salvo
afuera, en cualquier lugar, a cualquier hora del día. Es solo que me pongo más
nerviosa durante el día.
Así que ahora estoy aquí, en el sofá de
Thiago, a las 3:15 de la tarde, viendo una serie. Thiago se pasó el último
comercial pacientemente contándome sobre todo lo que había sucedido en la
serie, mientras yo comía chocolate. Cuando terminaron los comerciales, se
detuvo abruptamente y me dijo que me contaría lo demás durante el siguiente
receso. Creo que no he pasado mucho tiempo viendo la televisión. Mayormente he
estado mirando a Thiago e intentando averiguar quién diablos es. He
desarrollado una teoría donde, tal vez, Thiago tiene un gemelo y hay dos como
él, porque estoy convencida, día a día, que él no es la misma persona.