Thiago
—¿Qué diablos Simón? Son las dos de la mañana.
Veo su auto en la pista y está vacío. Al principio, sospeché que estaba trayendo a Rayito de Sol porque ella estaba borracha, pero no hay nadie en el auto.
—¿Ya dejaste a Mar? —le pregunto mientras me sigue a la sala de estar.
—Está en casa.
—¿Entonces, qué sucede? ¿No se supone que ya deberías de estar en casa hace una hora? —Hasta ahora no entiendo por qué está aquí.
—Melody me está cubriendo.
Sé que algo no me está diciendo y eso me está haciendo enojar. Y su mirada está vacía.
—¿Por qué? ¿Qué sucedió? —No responde y tengo que volverle a preguntar. —¿Qué sucedió Simón?
—Realmente no sé—. Sus ojos están rojos y se ve como la mierda.