martes, 24 de marzo de 2015

El Mar de Tranquilidad: Capítulo 44

Mar

Veo a Simón entrando al baño de mujeres, el que ahora se ha vuelto mi favorito.

—Asumo que estamos solos —dice, colocando pestillo—. ¿Sabías que es como el cuarto baño en el que te he buscado? Estaba empezando a temer por mi seguridad.

—¿En serio, Simón? —susurro.

—Te extraño —dice, como si fuera una excusa válida.

—Sobrevivirás.

—Tú también me extrañas. Admítelo.

Tiene razón, lo extraño un montón.

—Estoy aquí para sacarte del hoyo social.

—Tú estás aquí para pedirme un favor, así que continúa porque no me gusta hablar aquí.

—Necesito tus servicios para este viernes.

—No, no, y no de nuevo. Y espera. Aguarda un segundo. No.

—¿Y si digo por favor?

—¿Y si digo que no? —Está intentando convencerme con su mirada. —No me necesitas para pasar una noche. Solo dile a todos que nos veremos después. Se lo creerán.

—Nadie se creerá eso después de lo tuyo con Thiago. Nadie creerá que soy capaz de meterme entre ustedes.

—Tú haces de todo.

—Cuando se trata de Thiago, no.

—No estamos hablando de eso así que deja de decir su nombre e intentar insinuarlo en esta conversación. 

—Él está en la conversación diga o no su nombre.

Alza sus manos en rendición ante la mirada de odio que le lanzo. No hablaré de Thiago.

—Bien. Todo lo que tengo que decir es que pensé que tenía tendencias de autodestrucción pero ustedes dos me hacen ver que estoy lejos de ello.

—¿Está bien?

—De hecho, estoy bastante convencido que está totalmente opuesto a bien, pero también estoy seguro que tú sabías eso cuando preguntaste.

—¿Qué te dijo?

—Nop, no voy a jugar este juego. Tú eres la que hace las reglas, no voy a hablar de Thiago. Ahora, tema importante. Ellos no necesitan pensar que estoy contigo, solo necesito que tú vengas y me mantengas en línea. Si no lo haces, terminaré caminando por la casa, preguntado a todo el mundo si la han visto. Y luego probablemente diré estupideces de ella solo para tener una excusa de decir su nombre u obtener su atención—. No dice su nombre pero sé que hablar de Vale. —Tienes que salvarme de mí mismo. Y salvarte a ti de tu aburrimiento. Ambos ganamos. 

Suelto todo el aire que he estado conteniendo.

—Debería regresar a ser como era antes —dice—, solía ser increíble y ella me hizo apestar.

—Si es lo que quieres, hazlo. Empieza esta noche. No tendrás problema encontrando alguna chica que quiera acompañarte en el camino de regreso.

No responde porque ambos sabemos lo que él ya perdió en el camino, y no se ha perdonado por ello. No sé si hay otra solución pero intento darle una.

—¿No hay ninguna chica a quién puedas decirle para salir? ¿Así en serio? ¿Intentar tener una relación normal? Arruinaste todo con Valeria, pero de hecho puedes aprender de ello y hacerlo bien esta vez. ¿Qué hay de Estefanía? —sugiero.

Sacude su cabeza. —Tiene unos ojos locos.

—¿Kika?

—Se ríe muy alto.

—¿Esperanza?

Esta vez me mira como si hubiese sugerido al anticristo.

—Muy vieja.

—¿Entonces por qué no lo intentas de nuevo con Vale?

—No puedo pedirle que me perdone. No la respetaré si lo hago. No lo merezco.

Yo tampoco lo merezco. No soy suficientemente hipócrita para argumentar.

—¿Solo podemos dejarlo? No tienes que ir. Ni siquiera tomas en esas fiestas. ¿Por qué querrías salir con un montón de imbéciles borrachos sinrazón? —digo.

Me tomó un tiempo darme cuenta pero Simón para con un solo vaso toda la noche en todas las fiestas. Fingiendo que está tomando.

—Lo notaste. Eres la primera —está casi sorprendido.

—Supongo que hay una razón. 

—Maia. Ni siquiera recuerdo hacerlo. Valeria me insultó por horas ese día y tuvo razón. Tuvo razón sobre todo lo que dijo de mí, excepto el hecho que no me preocupo por ella. Pero todo lo demás era cierto. Estaba tan enojado que hubiese mandado al demonio a todos. Lo hice con Valeria y ni siquiera me acuerdo hacerlo.

—¿Y crees que si no hubieses estado tan borracho no lo hubieses hecho?

—No —responde honestamente—, probablemente lo hubiese hecho, pero al menos lo sabría. Al menos hubiese estado consciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario