Hamiel sonrió, sus dientes blancos contra el tono de su
piel. No había sorpresa, sino victoria en su expresión. Empezó a aplaudir y los
Siete se detuvieron, volteándose hacia él y esperando las instrucciones. Eran
como perros entrenados, actuando ciegamente ante los comandos de su maestro. Él
tan solo necesitaba decir la palabra y terminarían conmigo.
Sentí un suave movimiento por mi hombro y luego Peter
apareció a mi lado. Casi podía sentir mi corazón rompiéndose mientras él tomó
su lugar a mi lado. Más que nada quería que él estuviera a salvo, pero debí
saber de que él nunca me dejaría enfrentar esto sola. Quería llorar, pero no
iba a mostrar debilidad en frente de Hamiel. En lugar de eso, me estiré y cogí
la mano de Peter, entrelazando mis dedos y sosteniéndolo fuerte.
-Ustedes deberían de salir más – dijo Peter – Y en serio,
¿por qué las máscaras? Vamos, no estamos en la película Scream
Hamiel entrecerró sus ojos. Evidentemente, no esperaba esta
reacción por parte de nosotros, y aunque no cambió de expresión, pude notar la
ira en sus ojos negros.
-¿Quién te crees que eres?
Peter se encogió de hombros.
-Estoy con ella
-He escuchado – dijo Hamiel
-¿Entonces, qué vas a hacer con ello? – pregunté
Hamiel sonrió.
-Estás por descubrirlo
La habitación se puso en completa oscuridad, resultando en
más gritos de terror de los estudiantes. Peter y yo nos agarramos el uno al
otro, listos para soportar lo que se viniera. Estábamos preparados para el
dolor, la soledad, el vacío, incluso la muerte si es que íbamos a enfrentarlo
juntos. Cuando las luces regresaron, sentí que ando no andaba bien. Hamiel se
veía enojado, casi confundido. Él no había causado aquello. Fue ahí cuando vi a
Gastón, de pie en el centro del salón, su cabello brillando al igual que todo
su cuerpo. Durante varios minutos nada pasaba, mientras Gastón y Hamiel se
miraban uno al otro, mientras polvo se situaba alrededor de ellos. Los Siete,
quiénes estaban alrededor, se quedaron de pie, como estatuas.
-No tienes ninguna autoridad para invadir este lugar –
finalmente dijo Gas – Tu presencia aquí está injustificada
-Así como la tuya, hermano – dijo Hamiel – Dime, ¿cómo se
siente el Cielo sobre los traidores en estos días?
-Proteger a los inocentes no me hace un traidor. Dime, ¿bajo
instrucciones de quién estás actuando?
-Trabajamos para servir al Reino
-No me mientas. Él nunca concebiría esto
-Ese ángel – dijo Hamiel, apuntándome – ha roto las leyes.
Sus acciones no serán exoneradas
-Y las tuyas tampoco – dijo Gas – Y, tú no serás quién los
juzgue a ellos
-No tienes ninguna autoridad aquí – replicó Hamiel
-Sabes que puedo destruirte
-No lo dudo, pero no sin incurrir en pérdidas humanas. Y sé
lo mucho que eso te molesta
-Entonces abre las puertas y deja salir a los que no están
involucrados
-Muy tarde. Todos deben perecer
Algunos estudiantes empezaron a llorar y rogar por piedad.
Otros cerraron sus ojos, deseando que esto forme parte de una pesadilla.
-Estas personas son inocentes
-Tu cariño por ellos te ha debilitado. Te sugiero que dejes
de pensar en ellos y te preocupes por tu propio futuro. ¿En realidad vas a
detenerme?
-Sí. Te arrepentirás de esto
Mientras hablaba, una esfera brillante apareció en el aire a
su lado y empezó a convertirse en una figura. Supe entonces que era Rochi.
Hamiel retrocedió y Rochi alzó su mano y de su palma, luces empezaron a saltar
hacia el aire, conectándose con cada Siete y chocando contra ellos. Ellos,
empezaron a retroceder, intentando pelear, hasta que empezaron a desaparecer
uno a uno por el hueco que se había formado en el techo. Sólo quedaba Hamiel, a
solas.
-Te destrozaré – gruñó
Rochi alzó una ceja.
-¿Con qué ejército?
Hamiel apretó sus dientes y se acercó como un animal a punto
de matar. Luego, sin advertencia, buscó dentro de su túnica y sacó un cetro.
Cetro
Todo sucedió tan rápido que no pude reaccionar. Él sabía que no podía tocar a
mis hermanos, pero podía castigarlos a su modo. Apuntó el cetro hacia una chica
y vi como ella intentaba esconder su cara. Un chico a su lado, lanzó su cuerpo,
protegiéndola y cuando la energía que emanaba el cetro chocó contra su cuerpo,
escuché el mismo sonido cuando una carne se cocina en una parrilla. Sus brazos
cayeron sin vida hacia su costado y yo contuve un grito. Cuando, cayó contra la
carpeta, me di cuenta que él era mi amigo, Sebastián. Sus ojos estaban abiertos
y mirando sin vida hacia el techo. Pero sabía que no había habido miedo en
ellos, sino convicción. Peter se quedó mirando el cuerpo de su mejor amigo en
el suelo.
-¡Maldito seas! – gritó
Pude ver a Gas a punto de romper todo. Rochi parecía estar
más calmada, pero furiosa al mismo tiempo. Ella cerró sus ojos y cuando los
abrió de nuevo, lanzó fuego contra Hamiel, quién intentó evitarlos. Gastón se
preocupó por proteger a los estudiantes, creando una bola protectora alrededor.
Quería utilizar la energía que estaba dentro de mí, pero
estaba tan sorprendida por lo que había pasado que no podía hacer nada. Cuando
Hamiel me alcanzó, tan solo envolví mis brazos a mí alrededor. Él cogió mis
muñecas y las dobló hacia atrás, rompiendo los huesos. Hamiel me lanzó y volé
como un pedazo de papel, a través de las mesas, mi cabeza golpeando contra la
madera. Los brazos de Gastón estuvieron alrededor de mí en un instante,
alzándome. Mi cabeza estaba dándome vueltas pero aún así era capaz de recordar
lo que era importante.
-Peter – susurré, intentando liberarme de los brazos de Gas
-¡Lali!
Él se había olvidado de la presencia de Hamiel, preocupado
por mi seguridad. Él estaba al otro lado de la habitación y no podía
alcanzarme. Vi que Hamiel se apareció detrás de Peter, una expresión hambrienta
en su rostro. La victoria había llegado rápido y más fácil de lo esperado.
Había tantas cosas que quería hacer: rogar, gritar para que Peter corra,
pelear. Pero cuando abrí m boca todo lo que salió fue un chillido porque todo
lo que significaba para mí en este mundo estaba a punto de ser robado. Los ojos
de Hamiel encontraron los míos y sonrió satisfecho antes de apuntar con su espada
la espalda de Peter.
Peter se detuvo y sus manos se colocaron en su corazón. La
confusión se registró en su rostro por un momento mientras lentamente se
arrodillaba. Sus ojos aún miraban los míos y luego noté la sorpresa, luego
dolor, luego la nula expresión de la aceptación. Un momento después, sus
piernas dejaron de funcionar y cayó al suelo.
Grité tan fuerte, que mis pulmones me dolieron. Había
sucedido tan rápido, que casi ni lo recordaba. Sentí mi corazón dejar de latir
mientras veía como la luz de sus ojos desaparecía. Rochi se dirigió hacia
Hamiel, una mirada de desafío y muerte. Pero el líder de los Siete desapareció
por el hueco del techo en menos de un segundo. Lo último que vi fue su túnica
envolverse alrededor de él y la sonrisa de triunfo en su rostro.
Gastón aún me sostenía con fuerza, pero mis alas se abrieron
con tal fuerza que lo golpeé hacia tras y me llevaron hasta dónde estaba Peter.
Coloqué mis manos inútiles y rotas encima de su pecho y lo sacudí, sin
importarme el dolor. Sentí a mis hermanos a mi lado, hablando rápidamente con
el otro, pero yo no podía registrar sus palabras. Me sentía como si estuviera
lejos, muy lejos. Mi cerebro se rehusaba a comprender lo que había sucedido.
Todo lo que podía sentir era un hueco en mi pecho. Gastón colocó una mano en el
cuello de Peter, buscando pulso. Lo vi mirar a Rochi y casi sacudió su cabeza.
Esto no podía ser real, pero en fondo sabía que lo era.
Peter estaba recostado contra su espalda, su rostro perfecto
tan hermoso y aún tan duro. Sus ojos verdes que amaba tanto miraban ciegos el
techo. Toqué su mano, que aún estaba cálida y sentí el familiar clic cuando
nuestros aros de matrimonio hicieron contacto. Pero cuando lo sacudí fuerte, él
no respondió. Cuando repetí de nuevo su nombre, una y otra vez, no había
respuesta. Cuando coloqué mi mejilla contra la suya y lloré para que vuelva a
mí, me di cuenta que ya no podía alcanzarlo.
Hamiel lo había matado deliberadamente frente a mis ojos.
Peter se había ido.
Me estas haciendo llorar!!! Uno más, no puede pasar, no!! Tiene que ser un sueño, por favor!! Más!!
ResponderEliminarme lloré todo wtf?!
ResponderEliminarpobreee peter necesito otro capitulo yaaa
no puede morirrrrrrrrrrrrrrr, no es justoooooo. si se muere solo espero q se convierta en angel y vuelva con mariana.
ResponderEliminarotro ccappppppppppppp
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