Desde entonces, no dormí bien. Soñé con el casamiento de
Pilar y Peter, lleno de invitados y flores, no como el nuestro con un padre que
murió ante nuestros ojos. Estaba toda la familia de Peter, y el padre de Pilar
la llevó hacia el altar. María Elena también estaba ahí, sosteniéndose de mi
ropa y llorando. Durante todo el sueño, sentí algo que me molestaba en el
cuello, como una reacción alérgica o algo o alguien en la habitación. Miré en
círculos, buscando los ojos que se estaban escondiendo en las sombras, pero
sólo conseguí apenas un vistazo de la figura, antes de que desvanezca. Sólo fue
momento antes de despertarme que lo vi. Era un Siete, pero diferente a los
otros. Tenía una máscara que cubría su rostro y guantes negros. La máscara
tenía un hueco en su boca y sus ojos, a través de los cuales no se veía nada
más que negrura.
***
Mientras Peter estaba en clase, Rochi y Gas vinieron a
visitarnos para actualizarnos.
-Soñé con ellos – le conté a Gas
-Están intentando leer tu locación a través de tus sueños –
dijo él
-¿Así que apenas sueñe con este lugar, sabrán dónde estoy? –
pregunté con alarma
-Lo sueños raramente son específicos – dijo Rochi,
acariciando mi espalda – Si sueñas con una habitación de la universidad, podría
ser en cualquier lugar del país
-Supongo – dije, incómoda – Pero apenas sueñe con algo
relacionado a esto, el juego se termina
-Relájate – dijo Rochi – Tu subconsciencia está preocupada por
otras cosas
-Espero tengas razón. Bueno, ¿cuáles son las
actualizaciones? ¿Han escuchado algo más?
-Hasta donde sabemos, los Siete aún están buscando
-Bueno, eso es bueno – dije - ¿Y están seguros que no van
detrás de ustedes?
-Son muy inteligentes para eso – dijo Rochi – Saben que
pelearemos
-¿Pero, podrían vencerlos, verdad?
-No lo sé. Si atacan en masa, probablemente estemos en
problemas. Pero no se arriesgarán, perderían demasiado
-¿Así que simplemente no hacemos nada? – pregunté, aliviada
-Por ahora – dijo Gas – Hemos estado intentando hablar con
el Consejo para informarle sobre lo que está sucediendo. Puede que sean capaces
de detenerlos. O al menos restringir sus poderes
-¿Y Nuestro Padre? ¿Dónde está Él?
-Ocupado – dijo Rochi, mirando nerviosa a Gas – Él tiene Sus
manos llenas por el momento
-¿De qué estás hablando? – pregunté, confundida
Gas suspiró y cerró sus ojos por un momento.
-Supongo que pronto te enterarías – dijo Gas – El Infierno
se ha revelado, los demonios han hecho un motín
-¿Qué? – susurré
-Su influencia se ha expandido, y se han triplicado en un
par de semanas – dijo Gas – El mundo está en serios problemas
-Esto es un desastre – susurré
-Sí – dijo mi hermano – Pero no debemos de perder la esperanza.
El Cielo puede estar ocupado ahora mismo, pero Él responderá a nuestras
súplicas
-¿Y qué buscan los demonios? – pregunté - ¿También a
nosotros?
-No estamos seguros – dijo Gas – Ahora mismo no hay un
patrón común de ataques. Sin embargo… - dudó
-Estoy segura de que no se han olvidado de nosotros –
completé su oración
-Lo dudo. Pero debemos enfocarnos en una batalla a la vez
Cuando Rochi y Gastón se fueron, quería encontrar a Peter
inmediatamente, pero primero tenía que escapar de María Elena, quién había
regresado a la habitación.
-¿A dónde vas? – preguntó
-A encontrarme con una amiga
-¡Genial! – agarró su cartera – Sólo déjame arreglar mi
maquillaje
Intenté no dejar que mi exasperación se note en mi rostro.
-De hecho – dije, incómoda – Voy a encontrarme con Cande y
ella está teniendo un problema de chicos. No creo que quiera ver a nadie más
-Pero soy buena dando consejos de relaciones – dijo María
Elena
-Sí pero Cande no se siente cómoda alrededor de nuevas
personas
-Pero..
-¡Lo siento! Te veo más tarde
La interrumpí y salí disparada de la habitación antes de que
siga protestando. Sabía que probablemente había sido muy pesada y había herido
sus sentimientos, pero estaba tan ansiosa por ver a Peter que no podía
preocuparme por ello. Troté hacia el campo de baseball, donde sabía que Peter
había ido a practicar con sus amigos. El lugar estaba abandonado cuando llegué,
pero Peter me estaba esperando dentro. Odiaba tener que encontrármelo en
secreto. Sólo podíamos ser nosotros mismos durante unos pocos minutos cada día.
El resto del tiempo teníamos que vivir siendo Tábano y Agustina.
Me inserté rápidamente entre los casilleros, esperando que
nadie me vea. Peter estaba sentado en una banca, llevando puesta una camiseta.
Estaba pasando sus dedos por su cabello mojado, recién salido de la ducha. Alzó
la mirada y sonrió cuando llegué, la misma sonrisa de costado que siempre
quitaba mi aliento.
-Ey, La – murmuró suavemente
Me senté en sus piernas, enterrando mi cabeza en su cuello y
respirando su aroma. Su piel se sentía suave debajo de mis dedos.
-Hueles bien – le dije, envolviendo mis brazos alrededor de
su cintura – Como a fruta
-Gracias – Peter rodó sus ojos – Eso me hace sentir muy
macho – reí
-Este lugar realmente se siente como en casa, ¿verdad?
Desearía estar aquí bajo diferentes circunstancias
-Lo sé – dijo – Pero las cosas nunca van a ser normales para
nosotros. Supongo que eso hace que apreciemos lo que tenemos
-Tenemos que estar juntos – dije – Incluso si las cosas se
ponen peor
-Por supuesto. Estoy en esto al cien por cien. Incluso si el
mundo cae bajo nuestros pies, nunca te dejaré Lali
-Bien – dije – Porque acabo de hablar con Rochi y Gastón….y
no te va a gustar lo que ellos dijeron
Peter corrió gentilmente un dedo por mi mejilla y dejó que
siga su curso hasta mis labios. Usualmente, un comentario como aquel lo hubiera
puesto en alerta. Él quería detalles, exactamente lo que me habían dicho y lo
que había qué hacer. Pero ahora sentí cansancio, reacio a seguir peleando.
-¿Es un problema por el que Tábano y Agus tienen que
preocuparse?
Fruncí el ceño.
-No
-Entonces puede esperar. Ya no te veo sonreír, extraño eso
Asentí y alcé mi cabeza para ver a través de sus ojos
verdes. Normalmente estos brillaban, como si se estuviera riendo de un chiste
privado. Ahora se veían apagados.
-No quiero ser Tábano y Agus ahora – dije - ¿Qué te parece
si somos nosotros mismos? Pero volvamos a la manera en que solíamos ser al
principio, antes de que todo esto sucediera. Regresemos a la noche en la playa
en Venus Cove, la noche de la fogata.
Peter y yo recordábamos la noche con claridad. Fue cuando
salté y dejé que mis alas se expandieran. Aunque había sido algo muy aterrador
y la revelación más importante, ambos nos habíamos relajado después. Nos habíamos
recostado juntos en la arena por horas y al final supimos que estaríamos juntos
para siempre. Ni siquiera el enojo de mis hermanos había alejado la sensación
de calidez que se expandía por mi cuerpo esa noche. Aunque Peter era familiar
para mí, él aún era espectacular, mi propio Príncipe Encantador que había
llegado a mi vida. Cuando cierro los ojos y siento la calidez de sus manos en
mí, fuegos artificiales y estrellas explotan en mis entrañas.
Coloqué la cabeza en alto y acaricié el mentón de Peter con
mi nariz. Él se inclinó hacia mí y sus labios acariciaron mi oído, mandando
pequeños temblores por mi columna vertebral. Quería volver a ver al chico de
dieciocho años de nuevo, no el hombre cansado de los problemas del mundo.
Mis manos se alzaron y se envolvieron alrededor de su
cuello, sintiendo el calor de su cuerpo expandirse por el mío. Mientras
nuestros labios se encontraron, sentí una energía intoxicante explotar dentro
de mí. Sus manos se envolvieron alrededor de mi cintura, jalándome cerca de él.
Tomó mi rostro en sus manos y nos perdimos en un mundo donde sólo los dos
existíamos, fuera del espacio y tiempo. Pero, estuvimos muy distraídos para
poder escuchar los pasos en el concreto, hasta que fue demasiado tarde.
Decime que es cande!! Q ni se maria elena!!! Más problemas no!!!! Más! Me encanta!
ResponderEliminarNoooooooooo mas problemas no, pobres merecen un seg de libertad para ellos.
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