Un día mientras caminábamos hacia el patio con María Elena, encontré a Claudio, Sebastián, Peter y un grupo de chicos conversando. Sebastián alzó la mirada y nos saludó cuando nos vio. Me senté a su lado mientras María Elena intentaba llamar la atención de Peter. No me había dado cuenta antes pero, Sebastián era guapo, con cabello rubio y ojos azules.
-Y, ¿cómo estuvo tu primera semana? – me preguntó
-Sobreviví – le dije – Fue bastante loco
-Sí, las chicas de primer año lo parecían
Mientras hablaba, dos ardillas empezaron a perseguirse entre
ellas alrededor de los árboles y llamaron mi atención. Sus movimientos eran tan
rápidos que parecían movidas por computadora. Claramente una estaba
persiguiendo a la otra y no pude evitar sonreír.
-¿No se rendirá, verdad? – dije
Sebastián alzó la mirada para ver qué estaba viendo y
sonrió.
-Tal vez ella le está dando señales que no se entienden –
dijo – Él está confundido
-No – sacudí mi cabeza – Creo que está bastante claro que
ella no está interesada
La primera ardilla finalmente logró su cometido y la otra se
detuvo como si estuviera confundida. Luego ella empezó a correr de nuevo,
retándolo a que la alcance.
-Ves, ahora ella está jugando – dijo Sebas – Perra manipuladora
Empecé a reírme a carcajadas. Ya me gustaba Sebastián, era
tan relajado y normal. Luego mi celular sonó. Esta vez, el número era
desconocido. Peter se tensó inmediatamente, aunque nadie se había dado cuenta
más que yo. El celular estaba en la mesa de picnic, vibrando y dando vueltas
hasta que María Elena me miró.
-¿No vas a contestar?
-¿Aló? – dije, tentativamente, sintiendo mi corazón latir
desesperado
-¡Lali! – la voz sonaba muy familiar – No pensé que
atenderías. ¡Te he estado llamando durante días!
-¿Cande? – pregunté – ¿Eres tú? ¿De dónde estás llamando?
-Claro que soy yo, me compré un nuevo celular – dijo – Pero esto
es más importante, ¿dónde has estado? Simplemente te fuiste de la ciudad, todos
hemos estado preocupados. Las cosas han estado muy extrañas. Primero
desapareciste y luego el padre Mel falleció de pronto. Dicen que fue un ataque
al corazón. Fue horrible.
-Lo sé, escuchamos la noticia – dije – Y es horrible. Desearía
poder estar ahí, pero las cosas son muy complicadas ahora
-¿Por qué? ¿Estás bien?
-Estoy bien – le aseguré – Es difícil de explicar
-Bueno, ¡inténtalo! ¿Dónde estás?
-Espera – dije – Sé que estás molesta pero prometo visitarte
pronto y contarte todo. ¿Cómo está la universidad?
-No lo sé. La deja
-¿Qué? ¿Te saliste?
Peter abrió sus ojos como preguntando, ¿en serio?
-Sí, algo pasó….tuve que transferirme
-¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿A dónde fuiste?
-A Ole Miss – dijo
-Oh, dios – miré a Peter
-¿Qué? – demandó Cande - ¿Aló?
-¿Dónde estás ahora? – pregunté
-En el estacionamiento. De hecho acabo de llegar
-De acuerdo, quédate ahí – le dije – Iremos a encontrarte en
cinco minutos
-Espera, tú…. – empezó pero le colgué
-¿Qué sucedió? – me preguntó Peter con el movimiento de sus
labios
Le sonreí.
-Cande está aquí – dije – Tengo que encontrarla
-¿Quién es Cande? – preguntó María Elena
-Iré contigo – dijo Peter
Me puse de pie sin responderle a María Elena.
-Iré contigo
Peter se puso de pie y María Elena intentó que se sentara.
-¿Por qué tienes que ir? – se quejó
Peter se soltó de su agarre como si fuese una niña engreída
y me siguió. Casi estaba saltando de alegría al saber que Cande estaba aquí.
¿Por qué había abandonado la universidad y había decidido venir aquí?
una aliada mas para ellos muy bien. Mariana nada de hacerle ojitos a sebastian, asi como no te gusta q peter le de cabida a minas, vos no le ddes cabida a pibes
ResponderEliminarLa nueva novia de peter puede ser? ja ja que complicado que se volvió todo estos!! Me encanta!!
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