Inmediatamente llamé a mis hermanos para que sepan lo que había sucedido con Cande. Así que los cuatro llegamos al mismo tiempo y la encontramos sola al lado de su auto. Gas y Rochi se colocaron alrededor de ella, protegiéndola. Ella estaba igual que siempre, con su pequeña nariz, sus ojos marrones y su cabello ondulado.
-¡Cande! – chillé al tiempo que la abrazaba fuerte – Estoy contenta
de que estés bien. Lo siento por lo que ha sucedido y no tengas miedo, nos
encargaremos de ello
-Sí – dijo Gas – Nos aseguraremos de que estés protegida
-Sólo dinos qué pasó o quién fue a buscarte – dijo Rochi
-¿Qué te hicieron? – preguntó Gas - ¿Qué te dijeron?
Cande colocó sus manos en su cadera, inspeccionándonos de
cerca.
-¿De qué están hablando?
-¿Quieres decir que los Siete no te encontraron? – pregunté
-¿Quiénes? Además de estar realmente molesta contigo, todo
está bien
-Cande – dijo Gas, mirándola directamente – Si todo está
bien, ¿entonces por qué estás aquí?
-Tuve que irme – dijo
-¿Puedo saber la razón? ¿Te escapaste porque era muy
difícil?
-No – dijo Cande – Me escapé por amor
Por un momento, el rostro de Gas se cubrió de tensión
mientras recordaba lo que había sucedido con ella el año pasado. Pero Cande no
estaba pensando en Gastón, podía decirlo por la manera en que ella lo miraba,
dejando de pensar en él como una obsesión y más como un amigo.
-¿Te cambiaste de universidad por un chico? – soltó Peter -
¿Estás loca?
Cande suspiró.
-No es sólo un chico, es EL chico
-¿Quién es? – pregunté
-Se llama Gero y es de tercer año. Va a ser un doctor y aquí
el estudio es más especializado o algo así
-¿Te dijo que vinieras con él? – preguntó Peter
Sabía que estaba preocupado por ella, porque había tomado
una decisión muy repentina.
-No te preocupes, él me quiere aquí. No puedo esperar a que
lo conozcan, es lo máximo
-Estamos felices por ti, Cande – dijo Rochi
-Gracias – dijo ella
-¿Puedo ofrecerte una palabra como consejo? – preguntó mi
hermana
-Claro
-Tómate tu tiempo con este chico
-Por supuesto. ¿Pueden creer que soy yo la que lo
tranquilizo? ¡Él ya planea tener hijos y todo! Es muy respetuoso, va a la
Iglesia y todo eso
-Suena genial – dije, sonriendo
-Es muy curioso. Dejó su fraternidad porque le estaba
tomando tiempo y no podía estudiar. No va a ninguna fiesta, pero estoy
intentando cambiar eso. Ey, justo ahora me lo voy a encontrar. ¿Por qué no
vienen?
-No podemos quedarnos – dijo Gas, quién seguía frunciendo el
ceño
-Está bien. Lali, tú si vendrás, ¿verdad? ¡No hemos hablado
como en siglos!
Cande recordó la presencia de Peter y lo miró de reojo.
-Tú también puedes venir si quieres
-Eh…Cande, tengo que decirte un par de cosas antes de ir –
dije, cuando me agarró por el brazo
-Sí…como: a dónde desapareciste en la graduación y por qué
no has respondido mis llamadas
-Es complicado – dije – Digamos que nos casamos
-¡Cállate! – Cande soltó un grito de emoción y yo la callé –
No lo hiciste
-Sí, lo hicimos – dijo Peter – Pero hay un pequeño problema:
no le puedes decir a nadie porque ellos creen que somos hermanos
Cande parpadeó, confundida.
-¿Eh?
-Es una larga historia. Te explicaré en el camino – dije
-¡Espera! – Cande sacudió su cabeza - ¿se casaron y no me
invitaron?
-En buena hora que estás de vuelta, Cande – dijo Peter
Al tiempo que caminábamos, volteé y vi a Gastón aún de pie
al lado del auto de Cande. Sus manos estaban dentro de sus bolsillos e incluso
a mi distancia podía ver que su ceño se había profundizado. Nunca había visto
aquella expresión antes en mi hermano y no estaba segura si estaba leyéndolo
bien. Tal vez estaba imaginando cosas, tal vez era mi idea pensar de que mi
hermano se veía un poco perdido.
aiii mas novela
ResponderEliminarquiero a cande con gaston. les llegó la locura personificada. jajajaja a ver si los ayuda a pasar esta prueba en la q estan
ResponderEliminarMe suena raro gero! es uno de los siete?? Más me encanta!!!
ResponderEliminarOjala que lo de gero no sea un problema
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