El tiempo se congeló por segundos.
El lugar se llenó de niños. Podía escucharlos susurrando a pesar de que sus
rostros se mantenían congelados. Inmediatamente supe quiénes eran; las almas de
cada niño que había ayudado en su transición al Cielo cuando yo había sido un
guardián. Ellos habían venido a decirme adiós. Estaban murmurando palabras de
valentía. Sé fuerte. Sigue a tu corazón y
no fallarás. No tengas miedo. Tenían fe en mí.
Quería agradecerles, pero no había
tiempo, todo sucedió muy rápido. Sentí un calor en la parte trasera de mi
espalda y luego estaba mirando a los niños desde fuera. José y los niños se
borraron como una antigua fotografía. Sentí mi cuerpo desprenderse, convertirse
en pequeñas partículas en el espacio. No había dolor, como había dicho José.
En el viaje, capté destellos de la
belleza del Cielo. Pasé una cascada que se veía como el cristal; pasé una
piscina azul con flores flotando en su superficie, en una explosión de colores
que me hizo preguntarme por qué me quería ir. Pero luego, todo se convirtió en
la nada cuando apareció el rostro de Peter. Tenía que regresar a tiempo para
detenerlo de cometer el error más grande de su vida. Pero, me moría de miedo.
¿Qué pasaba si ya era demasiado tarde? ¿Y si regresaba y Peter ya no estaba?
Todos nuestros esfuerzos serían en vano. Estaría atrapada en la tierra sin él,
condenada a una vida en soledad. Eventualmente, Peter terminaría en el Cielo,
pero nunca lo encontraría.
No podía enfocarme en eso ahora,
tenía que mantenerme fuerte. Regresar de una sola pieza era mi primer objetivo.
Cuando José accedió a ayudarme, me imaginé a mí misma ser lanzada a la tierra a
la velocidad de la luz. Nunca esperé que el viaje se demorara tanto. Justo
cuando pensé que esto nunca terminaría, formas empezaron a aparecer en el
espacio. Podía ver jardines y montañas. La velocidad a la que estaba bajando
empezó a disminuir y empecé a tomar forma. Las partículas de mi antiguo yo
empezaron a reconfigurarse. Noté mis piernas empezar a aparecer como líneas.
Aterricé de rodillas en un vasto
jardín. Ante mí, había dos caminos: uno atrás de mi cuerpo, con una inmensa luz
y un jardín alto en el medio. Y, el otro, detrás de mí, un camino de tierra
hacia una puerta. Sabía lo que significaba. Era mi última decisión de regresar
al Cielo o elegir mi vida siendo mortal para siempre. Tomé un paso hacia el
camino de tierra, esa era mi elección. Luego, todo se puso oscuro.
***
Me desperté llena de dolor. Sabía
que estaba en la playa porque podía escuchar el sonido del océano y el sabor de
la sal en mis labios. Mi cabello estaba sobre mi rostro, completamente mojado.
Mi ropa angélica ya no estaba conmigo. Estaba usando un vestido blanco, rasgado
y sucio por el viaje. Sentí algo extraño obstruyendo mi visión y me di cuenta
que mi cara y mis brazos estaban cubiertos con algo transparente, como un
capullo. Ya podía sentirlo disolverse en el agua salada. Quería apartar el
resto con mis uñas, pero incluso el más ligero movimiento causaba tal dolor que
me vi forzada a mantenerme quieta.
Luché por abrir mis ojos. Cuando lo
hice, vi algo moviéndose en el agua, como pintura brillante. Era sangre de
ángel…la mía. ¿Cuánto había perdido? ¿Iba a tener la fuerza para caminar? ¿Este
era el estado paralizado del que me había advertido José? No sabía lo que
pasaría después. De pronto, me di cuenta que mi urgencia me había dejado no
preparada. Había estado tan apurada por abandonar el Cielo que ni siquiera le
había preguntado a José qué debería hacer si llegaba. Y, ahora, la playa estaba
desierta, estaba enfrentando esto sola. La noche era muy fría como para que
alguien estuviera ahí. ¿Cuánto tiempo tendría que esperar a que alguien me
encuentre? Sentía mi pecho empezar a sollozar involuntariamente, haciéndome doler
todo el cuerpo. Cada respiro se sentía como si estuviera inhalando fuego.
Después de un rato, me calmé lo
suficiente para pensar en mis opciones. Hasta donde podía decir, había dos.
Esperar a que alguien me encuentre, o intentar juntar la fuerza para poder
levantarme a ir a algún lugar más concurrido. Ninguno se veía factible. Intenté
mover mis dedos pero se sentía como piedra. Intenté concurrir a mis poderes
angélicos y luego me di cuenta lo tonta que era. No podía ayudarme a mí misma
ahora, era completamente humana.
Y luego un pensamiento vino a mi
mente. ¿Esto significaba que lo había logrado? ¿Había hecho lo inimaginable y
sobrevivido a la metamorfosis? No sabía si reír o llorar.
Delante de mí, se alzaba el
precipicio, el lugar donde me había demostrado a Peter y en dónde lo había
visto en la visión. Lloré con dolor. El alivió llenó mi cuerpo. No había nadie
ahí de pie. Eso sólo significaba que Peter había entrado en sentido y se había
ido a casa. Tenía que creer que estaba a salvo. Sin duda sabría si su cuerpo
estaba roto contra las rocas o el suelo.
Escuché risas y me congelé. De la
nada, un grupo de adolescentes apareció en la playa. De pronto me sentí muy
consciente. ¿Cómo podría explicar mi estado? Algunas voces se oían familiares
aunque estabn afectadas por el alcohol. Desde donde estaba recostada, ellos aún
eran sombras en la noche, pero podía ver sus chaquetas. Algunos aún cargaban
botellas en sus manos. Mientras se acercaban, pude escuchar su conversación
claramente.
-Esa fiesta fue malísima.
Recuérdame nunca volver a ir ahí – dijo una chica que no reconocí
-Ey, yo me estaba divirtiendo
Conocía al chico que respondió.
Era Agustín, uno de los amigos de Peter del colegio. Su presencia aquí
significaba que había vacaciones de universidad, porque él estudiaba en otro
estado. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cuánto me había perdido?
-¿Divertido jugar con cerveza? –
bufó al chica – Ese juego es asqueroso
-Sólo estás enojada porque Carlos
se pasó la noche besando a otra chica
-¡Como si me importara! No me
importa nada de eso. Obviamente él no tiene ninguna clase
-¿De todos modos, de quién fue la
idea de venir aquí? Hace frío como mierda
-Ey, ¿a dónde fue Cande? ¿No
estaba detrás de nosotros?
Mis orejas se alzaron ante la
mención de su nombre. ¿Cande estaba aquí?
-Tal vez cambió de idea – dijo la
chica, como si no le importara
-Mejor regreso a ver qué sucedió –
dijo Agus
-Hombre, ¿aún sientes algo por
ella? – dijo su amigo – Deberías de saber que esta chica está fuera de tu
estilo
-Cállate. Yo no estoy por nadie.
Sólo intento ser un buen amigo
-Pensé que Peter vendría esta
noche – dijo alguien, cambiando de tema
-Sí, claro. Ya ni sale con
nosotros – dijo Carlos
-Dale un respiro; ha tenido mucho
con qué lidiar ahora – dijo Agus
-¿Cómo qué? – dijo su amigo – Ese chico
tiene más problemas que un libro de matemática
-Eso es una afirmación – dijo la
chica – Es su propia culpa. Eso le pasa por enamorarte de una rara
-Eres una idiota Lorena – la voz de
Cande resonó como una campana - ¿Tú que sabes por todo lo que ha pasado Peter?
¿Acaso lo conoces?
-No personalmente, pero he
escuchado cosas
-Sí, los rumores no cuentan como
fuente de información
Me sentí orgullosa de escuchar a
Cande defendiendo a Peter. La hubiese abrazado si pudiera.
-Relájate, no lo odio. Sólo creo
que necesita salir un poco
-Él lo hará cuando esté listo –
dijo Cande, aún enojada
-Voy a regresar a la fiesta –
anunció Agus de pronto – Ustedes hagan lo que quieran
Murmuro de descontento se
escucharon, pero al final todos se voltearon y sus voces empezaron a
desvanecerse. Con una repentina urgencia, alcé mi cabeza y llamé a Cande. Salió
un susurro casi apagado; no había oportunidad de que ella me escuche. Perdí toda
la motivación. El deseo de sobrevivir me llenó y me sentí como una burla de mal
gusto del Cielo. No tenía sentido pelear por algo que el universo no quería que
suceda. Peter y yo habíamos sido maldecidos desde el principio. Ellos me habían
dejado llevar esto muy lejos, se habían burlado de mí con el sueño de un nuevo
comienzo, y luego me lo quitaron. Supongo que así era como mi historia debía de
terminar. Estaba muy cansada para estar enojada. En lugar de eso, agradecí por
haber regresado después de todo. Si mi vida iba a terminar, al menos sería en
el lugar que amaba.
de donde va a sacar fuerzas para parse, como es q cande no la vio? parece cagada por un elefante. jajajajajaja q mala suerte
ResponderEliminaruhj5turhjygu5rjthg trdfotrooooooooo
ResponderEliminarotroooooooooooo
ResponderEliminaramo tu novela
ResponderEliminaruuuuuuuuuuuu , q complicadoo, mas mas mas
ResponderEliminarNoo!!!! Más! Cande la tiene que ver!! Peter no salto no??? AH quiero más!
ResponderEliminar