martes, 13 de noviembre de 2012

Heaven: Capítulo XXVII

Rehén

La noche estaba rodeada de estrellas. La luna iluminaba por completo las calles con un suave brillo. Se sentía bien estar en casa, donde todo se sentía tan familiar, donde cada lugar contenía una memoria atada. Peter y yo caminamos agarrados de la mano, hasta que alcanzamos el puerto donde lo vi por primera vez, donde había estado pescando y mis hermanos me habían insistido en alejarnos.

-Sigue siendo tan callado como siempre – murmuré
-Nada que hacer ni a ningún lugar a dónde ir – replicó Peter – Hasta que llegaste tú
-Claro – ruedo mis ojos – Lo siento
-No lo sientas – envuelve un brazo alrededor de mí y me acerca – No lo cambiaría por nada

Cuando alcanzamos la orilla, me quito mis zapatos y dejo que mis pies se hundan en la arena. Nos sentamos en la arena fría en silencio por un momento. De pronto Peter se pone de pie.

-Vamos – dijo – Caminemos hacia las piedras
-¿En serio? – pregunté, dudando - ¿Estás seguro? No hemos estado ahí hace mucho tiempo
-Exactamente – replicó – Y demasiadas cosas pasaron ahí. Siento que necesitamos…darle un fin o algo. Vamos una vez más y nunca más volvemos
-De acuerdo – me pongo de pie – Trato

Caminamos por la arena hasta que alcanzamos las piedras. Y ahí estamos. Siento como si estuviera al lado de Mariana hace dos años. Casi puedo vernos a los dos, mucho más jóvenes que ahora, sin ninguna idea de lo que vendría después. Éramos una mezcla de emoción y nerviosismo. A pesar del clima cálido, se sentía un poco de frío en esta zona. Me presiono contra Peter y absorbo su calor. Sus brazos se envuelven a mí alrededor. En algún lugar no tan lejano, escuchamos las campanas de la Iglesia dando la hora. ¿Ya era la medianoche?

-Gastón y Rochi se van a enojar – gruño

Peter ríe suavemente mientras acaricia mis hombros.

-Aún piensas como si estuvieras en secundaria – dijo – Ya estás en la universidad y estamos casados. Puedes hacer lo que quieras
-Mmm. Supongo
-Es divertido cómo no tienes ningún problema en enfrentarte a un Siete, pero tus hermanos aún te ponen nerviosa
-¡Dan miedo! – protesté - ¿Alguna vez has visto a Rochi enojarse? Puede lanzar fuego con su lengua
-Eso no da miedo – dijo Peter – De hecho es divertido
-Solías pensar que yo era divertida – digo, bromeando – Siento no tener ningún truco celestial para mostrarte
-Sip – Peter sacude su cabeza – Es bastante decepcionante. Realmente necesitas ponerte las pilas
-Oh, en serio – cruzo mis brazos – En ese caso no hay nada de amor para ti esta noche
-Qué rápido ya estás usando el sexo como un arma – dijo Peter – Dos pueden jugar ese juego
-Tú no puedes aguantar sin sexo, eres hombre
-Con un montón de voluntad – se burla – Te apuesto a que tú pierdes primero
-Por favor – bufo – Soy un ángel

Peter me guiña un ojo.

-Resulta que yo también lo soy.

***

-Vamos – cojo la mano de Peter – Ya son más de las doce, realmente deberíamos de regresar

Peter acuerda y se levanta para sacudir su pantalón. Justo estábamos reuniendo nuestras cosas cuando un sonido crujiente, como una docena de objetos eléctricos, llena el aire. De pronto, toda la playa se enciende, como si alguien estuviera lanzando fuegos artificiales. Los Siete. Todos vestidos con trajes negros, están dispersos por toda la playa.

-Hola de nuevo – Hamiel se acerca a nosotros, con sus brazos cruzados
-¿Estás de vuelta? – pregunté - ¿En serio? Pensamos que estarías cansado de jugar al gato y al ratón

Ya no era capaz de sentir algún tipo de miedo cerca de él, sólo sentía puro odio. Pero, Hamiel tenía algo más en mente. Hizo un gesto hacia uno de los Siete, escondido entre las sombras; cuando se dio a relucir, llevaba en manos a un chico. Estaba descalzo y un saco cubría su rostro.

-¿Qué diablos…? – dijo Peter - ¡Simplemente no puedes involucrar a extraños aquí! Déjalo ir
-Pero si él no es un extraño – replicó Hamiel, acercándose al chico y quitándole el saco

Al principio no lo reconocí, era un conjunto de cabello y una nariz ensangrentada. Pero era la misma figura que hace mucho no veía; era Bautista Lanzani, el hermano menor de Peter.

-¿Bauti? – el rostro de Peter se quedó sin color y empezó a acercarse hasta que uno de los Siete cogió a su hermano por la garganta
-No te muevas – mandó Hamiel
-De acuerdo – susurró – Sólo no le hagan daño
-Pitt – gritó Bauti - ¿Qué sucede?
-Está todo bien Bauti – replicó Peter – Todo va a estar bien. Te lo prometo
-¡Suéltenme! – empezó a chillar Bauti, intentando zafarse
-Quédate en silencio, Bauti – murmuró Peter – Sé inteligente
-Peter, ¿qué está pasando? – gritó - ¡Me están haciendo daño! – volvió a gritar cuando la agarraron fuerte por los brazos
-¿Qué quieren? – chilló Peter - ¡Dime lo que quieren!
-Queremos que ustedes dos se separen – dijo Hamiel – Eso es lo que siempre hemos querido
-¿Así que están pidiendo que nunca nos volvamos a ver? – preguntó Peter, como si fuera la cosa más estúpida que había escuchado
-No – dijo Hamiel, sacudiendo lentamente su cabeza – Debes venir con nosotros
-Bien – Peter no dudó y yo sentí mi corazón como piedra – Iré contigo. Sólo suelta a mi hermano
-Tú no – Hamiel apuntó un dedo hacia mí – Ella
-No – Peter dijo, enojado – A ella la dejas en paz

Lo noté intentando buscar una solución. Pero era algo imposible, escoger entre su hermano o su esposa. Pero yo no lo iba a dejar escoger. Y no podía dejar que su hermana salga lastimada. Él ya había perdido demasiadas personas y había dejado morir a muchas.

-¡No! – repitió Peter – No ella. Llévame a mí. ¿Por favor?
-No podemos
-¿Por qué?
-Porque tú eres uno de los Elegidos. Nuestro Padre tiene grandes planes para ti. No podemos interferir. Si lo hacemos, las consecuencias serán severas
-Ella es mi esposa – dijo Peter, dando un paso hacia adelante – No puedes llevártela

En respuesta, Hamiel sacó una espada brillante de su chaqueta y la recostó en la garganta de Bauti. Él soltó un chillido que se convirtió en nada cuando uno de los Siete colocó una mano en su boca. Pero sus ojos estaban abiertos y con pánico. Peter cubrió su boca como si fuera a vomitar. Había demasiada angustia en sus ojos que no podía soportar.

-Suficiente – esta vez hablé yo, dando un paso hacia adelante – Eso es suficiente. Soy tuya – le dije a Hamiel – Me rindo

Detrás de mí, escuché a Peter lanzar un sonido fuerte, entre un gruñido y un lamento.

-No – susurró – Lali, no
-Primero suelta al chico – dije, intentando mantener la calma – Déjalo ir e iré contigo
-¿Por qué, no confías en mí?
-Para nada
-Vivimos junto a un código de honor. Los soldados del Cielo seguirán el acuerdo. Sin embargo, no sabemos si lo mismo vendrá de ti. ¿Cómo podemos estar seguros de que no estás mintiendo?
-Porque sé que lo matarías en un segundo. Así que tú ganas. Déjalo ir, ¿de acuerdo? No voy a intentar nada.

Hamiel consideró esto por un momento y luego asintió hacia los Siete que sostenían a Bauti. Lo soltaron y él corrió hacia Peter, colapsando en sus brazos. Peter devolvió el abrazo, aliviado, pero sus ojos aún estaban enfocados en mí.

-¿Qué crees que estás haciendo? – soltó Hamiel cuando caminé hacia Peter
-Sólo dame un minuto para despedirme – dije – Sólo un minuto
-Hazlo rápido

Fue el minuto más largo de toda mi vida. Estando de pie ahí, mirándolo, realmente se sintió como si el mundo hubiese llegado a un final. Al menos el mío. Aquí fue donde empezó todo. Tomé su mano, intentando memorizar cada sensación de su piel contra la mía e incliné mi cabeza para gentilmente besar el frío metal de su anillo de boda.

-Lali… - empezó
-Shh… - presioné un dedo contra sus labios – No digas nada. Sólo quiero que sepas que te amo

Dejé que mis manos corran a través de su cabello una última vez. Nunca había notado cuántas sombras de verde había en sus ojos. Sus lágrimas se veían como un conjunto de cristales en sus mejillas.

-No puedo perderte de nuevo – dijo Peter
-No me perderé – le dije – Siempre estaré observando. Seré tu ángel guardián
-No – su voz era suave y chocada por las lágrimas – Esta no es la forma que se supone que sería
-Siempre supimos que no podríamos estar para siempre – no podía dejar que Peter notara lo que esto me estaba costando. Él ya estaba sufriendo demasiado.
-Encontraríamos una manera – dijo Peter – Íbamos a pelear
-Lo hicimos – dije, suavemente – Simplemente no ganamos esta vez
-Por favor – dijo, cerrando sus ojos – No me hagas esto. No puedo seguir adelante sin ti
-Si me necesitas, cierra tus ojos – susurré, sintiendo mi corazón partirse en dos – Me encontrarás en el lugar blanco

Los ojos de Peter de pronto se abren y me coge por los hombros tan fuerte que duele.

-Tienes que encontrar una manera de volver.
-Lo haré – dije, intentando darle esperanza
¿Cómo iba a encontrar una manera de volver del Cielo?
-Promételo – dijo – Prométeme que encontrarás una manera de regresar a mí
-Lo prometo – susurré – Si hay una forma, la encontraré

La voz de Hamiel corta el momento como una cuchilla.

-Terminó el tiempo – dice, fríamente

***

Imágenes del pasado empiezan a reproducirse en mi mente. Veo mi descenso en Venus Cove, mi antigua habitación en Byron, Cande llorando, Benjamín riendo, Rocco durmiendo en mi cama. Veo a mis hermanos llenos de luz. Veo las llamas del Infierno y los cuerpos. Y luego veo a Peter: Peter en la playa, Peter sentando en un juego, Peter en la clase de francés con su media sonrisa. Lo veo en mi patio y luego de pie en el altar, esperándome.

Sabía que estaba sosteniendo las manos de Peter, pero de pronto éstas ya no están ahí y mis manos se alzan en el aire. El suelo debajo de mí empieza a moverse y veo una luz brillante a la distancia. Todo a mí alrededor se vuelve borroso y me desvanezco como una fotografía que está siendo rota. La luz se está volviendo más brillante, absorbiendo todo a mí alrededor. Pronto me absorberá a mí también.

Sabía que la tierra estaba muy lejos de mí y que el cielo se estaba abriendo para darme paso. Esto era. El momento que había estado esperando desde que pise el suelo de la tierra. Estaba yendo a casa. 

6 comentarios:

  1. Noooooooooooooooo, jugaron sucio los 7 y no se vale, q canallada, me da rabia q puedan hacer lo q se les de la gana y nadie los detiene NO ES JUSTO.
    despues de tanto lucharla perdieron :(

    ResponderEliminar
  2. :O noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, no quiero, peter no hizo nada hdp, a se enojaba, ..... nose que decir, no quiero que esten separados otra vez, ojala lleguen gas y rochi
    @mikamilone

    ResponderEliminar
  3. Estoy en sock.... no puedo reaccionar! Más!! Y que sea con una buena solución!

    ResponderEliminar
  4. MUY tristeeee!!!! No se puede iiiir!! :(
    _belu

    ResponderEliminar