sábado, 17 de noviembre de 2012

Heaven: Capítulo XXIX

Veo gente muerta

Me senté tan rápido que hizo que mi cabeza dé vueltas. ¿Realmente podía estar Gastón aquí? ¿Había venido a sacarme? No había puertas en mi habitación desolada. Gastón se materializó a través de la pared, más luminoso que en su forma terrena.

-Realmente te tienen encerrada – observó él
-Es horrible – dije, contra su pecho – No hay nada. Me estoy volviendo loca. Tienes que sacarme de aquí.
-No puedo
-¿Qué?

Me aparté de él, parpadeando con la sorpresa, sintiendo el dolor en mi pecho.

-¿Entonces, qué estás haciendo aquí?
-Simplemente no puedo llevarte conmigo – dijo, con voz baja – Pero vine a decirte que hay personas que pueden ayudarte
-¿Quién? ¿Eva?
-Mariana, es obvio que ya no perteneces aquí. Hay personas que lo entienden. Tienes que encontrarlas.
-¿Dónde? – pregunté, desesperada - ¿Dónde están?
-Piensa – presionó Gas – Los aliados vienen en todas las formas y tamaños
-¿Simplemente no puedes decirme?
-Sólo quiero que todo vaya bien

Miró alrededor de la habitación con ojos penetrantes, y entendí el mensaje. Él no sabía quién podía estar escuchando.

-¿Entonces, qué debo hacer ahora?
-Juega su juego – murmuró – Sólo juega inteligentemente
-¿Qué significa eso? – presioné
-Estás haciendo un buen trabajo en actuar como una cabeza dura – dijo Gas – Cambios inesperados ponen nerviosas a las personas. Estoy seguro de que entiendes

Me tomó un momento, pero funcionó. Tenía que seguir actuando como loca así no sospechaban nada. Asentí.

-¿Cómo está Peter? ¿Está bien?
-Lo está afrontando
-¿Qué significa eso?
-Lo está afrontando como tú lo estás haciendo
-Dile que lo amo mucho – dije – Dile que nunca he dejado de pensar en él
-Si realmente crees que eso va a ayudar…

Antes de que pueda hacer más preguntas, un corredor brillante se materializó en la pared y Eva lo atravesó, seguida de un par de guarda espaldas. Los labios de Gas se curvaron en una sonrisa.

-Ambos sabemos que no puedes arrestarme, Eva – dijo él – Dejemos de pretender
-Tal vez no. Pero puedo reportarte
-Hazlo. Igual ya me voy
-¿Qué querías? – preguntó Eva
-Quería asegurarme de que ella estuviese bien. Cosa que no está, lo que significa que no estás haciendo bien tu trabajo.

Eva no tenía ni idea de que Gas estaba fingiendo.

-Estoy haciendo lo mejor – dijo ella – No es fácil
-Bueno, sigue intentando – dijo Gas – Ella es un desastre. Y es tu trabajo hacerla reaccionar – se volteó hacia mí – Siento no poder ayudarte más, Lali

Alzó una ceja indicando que era mi momento, tiempo para probar mis habilidades como actriz. Dudé por un momento, intentando buscar la mejor respuesta. Luego caí al suelo, hacia los pies de Gastón y presioné sus tobillos.

-No te vayas – lloré – Por favor, no me dejes aquí
-¿Lo ves? – le dijo a Eva – Necesitas arreglar esto

Se apartó de mi agarre y tomó unos pasos hacia atrás.

-Cuida de ti misma, Mariana – dijo él – Y recuerda quiénes son tus amigos
-Ella no es mi amiga – dije, mirando a Eva
-La sabiduría de Dios es infinita, Mariana. Confía en Su juicio

Gastón me dio una pequeña sonrisa y luego se había ido.

-¿Ayudó el verlo? – me preguntó Eva, acercándose.
-No. Él regresa a la tierra y yo no.
-Lo que te coloca en una mejor posición
-¿Te irás? Ya he tenido suficiente porquería para un día.
-Bueno, eso es honesto – replicó
-Deberías también rendirte – dije – Nunca me vas a gustar

Eva alzó sus cejas antes de alejarse enojada por el corredor. La pared se selló detrás de ella.

Pensé en lo que Gas había dicho, ¿quién podía estar de mi lado en el Cielo? No es que tuviese amigos. Nadie en el Cielo entendía cómo me sentía. Nadie se había enamorado profundamente de amor con un mortal. Pero mientras pensaba en quién podía estar relacionada a mí en el Cielo, con el dolor de nuestra separación, me generó una idea. Emily.

La primera enamorada de Peter, la primera persona con el que él había hecho el amor. Ella había estado con él mucho tiempo, antes de que yo apareciera. Se conocían desde que eran unos bebés, todos en Venus Cove los conocían. Ellos pensaban que se casarían, pero luego fue quemada viva en su cama, asesinada por demonios. Ella había sido separada de él contra su voluntad, tal como yo. Pero, ¿por qué ella querría ayudarme? ¿Podía su alma aún sentir amor por él? Quizás ella estaba contenta de que finalmente estuviéramos separados.

Sólo había una forma de saber eso.

Para encontrar un ángel, se tenía que cerrar los ojos y pensar en esa persona. Cruzando todo el Cielo, las almas, los ángeles, se debía buscar paso a paso y susurrar su nombre.

-Emily – dije su nombre, muy suave – Emily, necesito tu ayuda

Repetí su nombre una y otra vez. Mientras mi mente se volvía más brillante y más enfocada, la habitación blanca empezó a caerse y se abrió un camino. Caminé a través del mismo, sin moveré, como si estuviera siendo arrastrada y cuando llegué al otro lado….estaba en la habitación de Peter.

Al principio estaba confundida y la emoción me golpeó con fuerza. Luego vi a una chica sentada con las piernas cruzadas en la cama y me di cuenta….este era el Cielo de Emily. La habitación de Peter se veía diferente, con fotos antiguas, con fotos de un grupo de amigos que no conocía; Peter tendría unos nueve años. Había fotos de Peter y Emily, los dos con el grupo. El cabello de Peter estaba más largo y claro, estaba delgado y mostraba un rostro de niño pequeño. Aún era hermoso, pero se veía como un niño, tan diferente del hombre en el que se había convertido.

Toda la escena era muy sorprendente. Estaba de pie en una habitación que pertenecía a un niño. Pero esto era hace cuatro años atrás. ¿Cuánto había cambiado en ese pequeño lapso? Miré a las caras de la foto, eran chicos buenos, llenos, que iban a  ver películas y conducían sus bicicletas alrededor del barrio.

-Supongo que no es así como lo recordabas, ¿verdad?

Aunque yo era la que estaba invadiendo el Cielo de otra persona, salté cuando Emily me habló. Yo sólo la había visto en fotos antiguas del colegio. Peter había eliminado todas las que tenía. Emily no era lo que esperaba. Era pequeña con cabello rubio y ojos marrones. Su nariz era pequeña y sus cejas arqueadas, lo que la hacía ver como juzgadora.

.Ey – dije, sintiéndome de pronto incómoda – Soy…
-Sé quién eres – cortó Emily
-Claro – mordí mi labio – Y aún así no estás asustada de verme
-Sip, digamos que estoy enojada contigo
-De acuerdo – dije – Supongo que a nadie le gusta la chica nueva
-No es eso – Emily me frunció el ceño – Él iba a estar con una nueva chica, se iban a casar eventualmente. Lo esperaba también, lo quería
-¿Pero?
-Pero tú malograste todo – dijo – Él iba a estudiar medicina, se supone que iba a conocer a una chica linda y se casarían, y tendrían toda una vida hermosa
-Lo sé – fue todo lo que pude decir
-Lo trajiste a todo este rollo del que nunca podrá salir – dijo ella – No sabes lo mucho que él hizo por mí. Él me empezó a buscar cuando teníamos catorce
-Él nunca habló mucho de ello – murmuré – Él realmente no hablaba de ti…al menos no conmigo
-Es un chico – Emily se encogió de hombros – Reprimen sus sentimientos
-¿Por qué Peter necesitaba buscarte? – pregunté
-Mi papá se fue cuando yo tenía dos – dijo Emily – Luego, en noveno grado, mi mamá perdió su trabajo y casi nos dejó solos, y mi hermana mayor empezó a meterse con las drogas. No tenía nada bueno en mi vida, excepto a Peter. Y después que morí, ya no quería eso para él. Él ya había salvado a la chica con toda la mierda. La siguiente relación se supone que sería diferente, normal.
-Emily, sé que estoy más lejos de lo normal. Y tal vez fui egoísta por dejar que todo esto sucediera, pero no sabía qué tan lejos llegaríamos. Si hubiese sabido todo lo que pasaría, lo hubiese dejado solo. Pero tienes que entender que yo también lo amo.
-No me importa cómo te sientes – dijo Emily – Pero sí cómo él se siente. Y suerte la tuya, él también te ama. Aún estoy enojada contigo, pero no quiero verlo perder a alguien más. Él ya ha perdido demasiado, ¿no crees?
-¿Estás diciendo que me vas a ayudar?
-Estoy diciendo que lo voy a ayudar a él – corrigió – Y si eso significa ayudarte, entonces sí
-Gracias – dije - ¿Y, Emily?
-¿Sí? – alzó la mirada
-Siento lo que te pasó. No fue justo…
-Está bien – dijo Emily, suspirando – Ya no estoy enojada. Lo estuve por un tiempo. Es difícil…no ser capaz de hablar con tu familia. Y luego te das cuenta que la vida continúa sin ti.
-La vida continúa, pero las personas no olvidan – le dije – Tú no has sido olvidada, Emily
-Te equivocas – me dijo, sus ojos amplios con tristeza – Las personas dejan ir…tienen que hacerlo, es la única manera de seguir adelante. Espero que puedas regresar….antes de que Peter te deje ir.

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