Me senté tan rápido que hizo que
mi cabeza dé vueltas. ¿Realmente podía estar Gastón aquí? ¿Había venido a
sacarme? No había puertas en mi habitación desolada. Gastón se materializó a
través de la pared, más luminoso que en su forma terrena.
-Realmente te tienen encerrada –
observó él
-Es horrible – dije, contra su
pecho – No hay nada. Me estoy volviendo loca. Tienes que sacarme de aquí.
-No puedo
-¿Qué?
Me aparté de él, parpadeando con
la sorpresa, sintiendo el dolor en mi pecho.
-¿Entonces, qué estás haciendo
aquí?
-Simplemente no puedo llevarte
conmigo – dijo, con voz baja – Pero vine a decirte que hay personas que pueden
ayudarte
-¿Quién? ¿Eva?
-Mariana, es obvio que ya no
perteneces aquí. Hay personas que lo entienden. Tienes que encontrarlas.
-¿Dónde? – pregunté, desesperada -
¿Dónde están?
-Piensa – presionó Gas – Los
aliados vienen en todas las formas y tamaños
-¿Simplemente no puedes decirme?
-Sólo quiero que todo vaya bien
Miró alrededor de la habitación
con ojos penetrantes, y entendí el mensaje. Él no sabía quién podía estar
escuchando.
-¿Entonces, qué debo hacer ahora?
-Juega su juego – murmuró – Sólo
juega inteligentemente
-¿Qué significa eso? – presioné
-Estás haciendo un buen trabajo en
actuar como una cabeza dura – dijo Gas – Cambios inesperados ponen nerviosas a
las personas. Estoy seguro de que entiendes
Me tomó un momento, pero funcionó.
Tenía que seguir actuando como loca así no sospechaban nada. Asentí.
-¿Cómo está Peter? ¿Está bien?
-Lo está afrontando
-¿Qué significa eso?
-Lo está afrontando como tú lo
estás haciendo
-Dile que lo amo mucho – dije –
Dile que nunca he dejado de pensar en él
-Si realmente crees que eso va a
ayudar…
Antes de que pueda hacer más
preguntas, un corredor brillante se materializó en la pared y Eva lo atravesó,
seguida de un par de guarda espaldas. Los labios de Gas se curvaron en una
sonrisa.
-Ambos sabemos que no puedes
arrestarme, Eva – dijo él – Dejemos de pretender
-Tal vez no. Pero puedo reportarte
-Hazlo. Igual ya me voy
-¿Qué querías? – preguntó Eva
-Quería asegurarme de que ella
estuviese bien. Cosa que no está, lo que significa que no estás haciendo bien
tu trabajo.
Eva no tenía ni idea de que Gas
estaba fingiendo.
-Estoy haciendo lo mejor – dijo
ella – No es fácil
-Bueno, sigue intentando – dijo
Gas – Ella es un desastre. Y es tu trabajo hacerla reaccionar – se volteó hacia
mí – Siento no poder ayudarte más, Lali
Alzó una ceja indicando que era mi
momento, tiempo para probar mis habilidades como actriz. Dudé por un momento,
intentando buscar la mejor respuesta. Luego caí al suelo, hacia los pies de
Gastón y presioné sus tobillos.
-No te vayas – lloré – Por favor,
no me dejes aquí
-¿Lo ves? – le dijo a Eva –
Necesitas arreglar esto
Se apartó de mi agarre y tomó unos
pasos hacia atrás.
-Cuida de ti misma, Mariana – dijo
él – Y recuerda quiénes son tus amigos
-Ella no es mi amiga – dije,
mirando a Eva
-La sabiduría de Dios es infinita,
Mariana. Confía en Su juicio
Gastón me dio una pequeña sonrisa
y luego se había ido.
-¿Ayudó el verlo? – me preguntó
Eva, acercándose.
-No. Él regresa a la tierra y yo
no.
-Lo que te coloca en una mejor
posición
-¿Te irás? Ya he tenido suficiente
porquería para un día.
-Bueno, eso es honesto – replicó
-Deberías también rendirte – dije –
Nunca me vas a gustar
Eva alzó sus cejas antes de
alejarse enojada por el corredor. La pared se selló detrás de ella.
Pensé en lo que Gas había dicho,
¿quién podía estar de mi lado en el Cielo? No es que tuviese amigos. Nadie en
el Cielo entendía cómo me sentía. Nadie se había enamorado profundamente de
amor con un mortal. Pero mientras pensaba en quién podía estar relacionada a mí
en el Cielo, con el dolor de nuestra separación, me generó una idea. Emily.
La primera enamorada de Peter, la
primera persona con el que él había hecho el amor. Ella había estado con él
mucho tiempo, antes de que yo apareciera. Se conocían desde que eran unos
bebés, todos en Venus Cove los conocían. Ellos pensaban que se casarían, pero
luego fue quemada viva en su cama, asesinada por demonios. Ella había sido separada
de él contra su voluntad, tal como yo. Pero, ¿por qué ella querría ayudarme?
¿Podía su alma aún sentir amor por él? Quizás ella estaba contenta de que
finalmente estuviéramos separados.
Sólo había una forma de saber eso.
Para encontrar un ángel, se tenía
que cerrar los ojos y pensar en esa persona. Cruzando todo el Cielo, las almas,
los ángeles, se debía buscar paso a paso y susurrar su nombre.
-Emily – dije su nombre, muy suave
– Emily, necesito tu ayuda
Repetí su nombre una y otra vez.
Mientras mi mente se volvía más brillante y más enfocada, la habitación blanca
empezó a caerse y se abrió un camino. Caminé a través del mismo, sin moveré,
como si estuviera siendo arrastrada y cuando llegué al otro lado….estaba en la
habitación de Peter.
Al principio estaba confundida y
la emoción me golpeó con fuerza. Luego vi a una chica sentada con las piernas
cruzadas en la cama y me di cuenta….este era el Cielo de Emily. La habitación
de Peter se veía diferente, con fotos antiguas, con fotos de un grupo de amigos
que no conocía; Peter tendría unos nueve años. Había fotos de Peter y Emily,
los dos con el grupo. El cabello de Peter estaba más largo y claro, estaba
delgado y mostraba un rostro de niño pequeño. Aún era hermoso, pero se veía
como un niño, tan diferente del hombre en el que se había convertido.
Toda la escena era muy
sorprendente. Estaba de pie en una habitación que pertenecía a un niño. Pero esto
era hace cuatro años atrás. ¿Cuánto había cambiado en ese pequeño lapso? Miré a
las caras de la foto, eran chicos buenos, llenos, que iban a ver películas y conducían sus bicicletas
alrededor del barrio.
-Supongo que no es así como lo
recordabas, ¿verdad?
Aunque yo era la que estaba
invadiendo el Cielo de otra persona, salté cuando Emily me habló. Yo sólo la
había visto en fotos antiguas del colegio. Peter había eliminado todas las que
tenía. Emily no era lo que esperaba. Era pequeña con cabello rubio y ojos
marrones. Su nariz era pequeña y sus cejas arqueadas, lo que la hacía ver como
juzgadora.
.Ey – dije, sintiéndome de pronto
incómoda – Soy…
-Sé quién eres – cortó Emily
-Claro – mordí mi labio – Y aún
así no estás asustada de verme
-Sip, digamos que estoy enojada
contigo
-De acuerdo – dije – Supongo que a
nadie le gusta la chica nueva
-No es eso – Emily me frunció el
ceño – Él iba a estar con una nueva chica, se iban a casar eventualmente. Lo
esperaba también, lo quería
-¿Pero?
-Pero tú malograste todo – dijo –
Él iba a estudiar medicina, se supone que iba a conocer a una chica linda y se
casarían, y tendrían toda una vida hermosa
-Lo sé – fue todo lo que pude
decir
-Lo trajiste a todo este rollo del
que nunca podrá salir – dijo ella – No sabes lo mucho que él hizo por mí. Él me
empezó a buscar cuando teníamos catorce
-Él nunca habló mucho de ello –
murmuré – Él realmente no hablaba de ti…al menos no conmigo
-Es un chico – Emily se encogió de
hombros – Reprimen sus sentimientos
-¿Por qué Peter necesitaba
buscarte? – pregunté
-Mi papá se fue cuando yo tenía dos
– dijo Emily – Luego, en noveno grado, mi mamá perdió su trabajo y casi nos
dejó solos, y mi hermana mayor empezó a meterse con las drogas. No tenía nada
bueno en mi vida, excepto a Peter. Y después que morí, ya no quería eso para
él. Él ya había salvado a la chica con toda la mierda. La siguiente relación se
supone que sería diferente, normal.
-Emily, sé que estoy más lejos de
lo normal. Y tal vez fui egoísta por dejar que todo esto sucediera, pero no
sabía qué tan lejos llegaríamos. Si hubiese sabido todo lo que pasaría, lo
hubiese dejado solo. Pero tienes que entender que yo también lo amo.
-No me importa cómo te sientes –
dijo Emily – Pero sí cómo él se siente. Y suerte la tuya, él también te ama.
Aún estoy enojada contigo, pero no quiero verlo perder a alguien más. Él ya ha
perdido demasiado, ¿no crees?
-¿Estás diciendo que me vas a
ayudar?
-Estoy diciendo que lo voy a
ayudar a él – corrigió – Y si eso significa ayudarte, entonces sí
-Gracias – dije - ¿Y, Emily?
-¿Sí? – alzó la mirada
-Siento lo que te pasó. No fue
justo…
-Está bien – dijo Emily,
suspirando – Ya no estoy enojada. Lo estuve por un tiempo. Es difícil…no ser
capaz de hablar con tu familia. Y luego te das cuenta que la vida continúa sin ti.
-La vida continúa, pero las
personas no olvidan – le dije – Tú no has sido olvidada, Emily
-Te equivocas – me dijo, sus ojos
amplios con tristeza – Las personas dejan ir…tienen que hacerlo, es la única
manera de seguir adelante. Espero que puedas regresar….antes de que Peter te
deje ir.
ay sisisi ojala pueda volver!!
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaa, nunca la va a dejar ir :S
ResponderEliminarmika
jajajajaj gaston es un groso
ResponderEliminarsubi mas porfa
ResponderEliminarMás!!! Emily dijo una verdad demasiada real!!! Me encanta!
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