martes, 6 de noviembre de 2012

Heaven: Capítulo XXIII

Yo sé algo que tú no sabes

Rochi nos ordenó a mí y a Peter ir a la universidad a recoger nuestras cosas. No podíamos regresar todavía, no hasta saber lo que podía suceder. Por suerte, yo no me encontré ni con María Elena ni con ninguna compañera de clase, pero dejé una nota donde colocaba que había tenido una emergencia familiar. Peter se encontró con sus amigos y les explicó que tenía problemas en casa y que no sabía cuándo volvería. Él sí que extrañaba a sus amigos. De regreso de la universidad, decidimos parar un momento en uno de los restaurantes dónde solíamos almorzar. Pero, apenas nos bajamos del auto, vimos a uno de los Siete. Aterrada, me aferré al brazo de Peter, como si eso impidiera que nos hiciera daño.

-Al fin – dijo el Siete – Ustedes dos se han estado burlando de nosotros
-Adivina – dijo Peter, enojado – No queremos ser tus amigos
-Qué sorprendente
-¿Por qué simplemente no nos dejas en paz? – me posicioné en frente de Peter aunque me llevaba como una cabeza de altura
-Me temo que eso es imposible
-¿Exactamente qué quieres de nosotros? – preguntó Peter, alzándome con facilidad y colocándose delante de mí
-Queremos restaurar el orden – dijo el Siete – Es nuestro trabajo mantener la paz
-Buen trabajo hasta ahora – dijo Peter, sarcásticamente
-Mira, lo entiendo – dije – Sé que va en contra de nuestras reglas el estar enamorado de un humano, pero ya está hecho. No hay nada que pueda hacer para cambiarlo
-Humano – el Siete sonrió - ¿Es lo que crees que es?
-¿Perdón? – demandé
-Ey – dijo Peter, algo ofendido - ¿Qué miércoles significa eso?
-Realmente no lo sabes, ¿verdad?
-No, ¿así por qué no hablas? – repliqué
-Hay fuerzas rodeando a este chico
-¿Te importaría dar detalles? – soltó Peter
-Perdimos rastro de ti, hace años atrás – dijo el Siete – Desapareciste en un océano, entre el caos de humanos. Pero siempre supimos que un día te encontraríamos. Y aquí estás
-¿De qué estás hablando? – insistí – Pensé que estabas buscándome a mí
-Lo estábamos – dijo el ángel – Hasta que descubrimos su verdadera identidad. Ahora él debe servirnos
-Ey, él no es de tu propiedad – dije, con indignación

Peter se acercó a mí, de tal manera que nuestros hombros se chocaron.

-Yo no soy tu sirviente
-¿Qué quieren de él? – solté
-Tenemos planes para él – dijo el Siete, apuntando un dedo hacia Peter – El Cielo te necesita
-¿Quién eres tú para decidirlo? – dijo Peter – La Tierra me necesita. Tengo una vida, una familia, no voy a abandonar a Lali
-Lo anticipé – dijo el Siete y colocó su palma hacia nosotros

Justo antes de que su poder nos pueda tocar, agarré la mano de Peter, dejando que todo el enojo y remordimiento que nos había llenado, se traslade por mi cuerpo.

-Sólo somos nosotros – le dije – Nosotros contra el mundo

La mano de Peter se envolvió alrededor de la mía y luego, por primera vez, sentí un poder diferente mezclándose con el mío y me di cuenta que venía de él. No era como el de Rochi o Gas, pero definitivamente no era humano. Los ojos de Peter estaban cerrados mientras sentía su poder, tan hermoso.
Así que cuando el poder del Siete nos alcanzó, pareció golpear contra una pared invisible y se destrozó en miles de pedazos. Volvió a lanzar otro poder, pero se desintegró de nuevo, como polvo.

-¿Qué truco es este? – gritó el Siete
-Aléjate – dijo Peter – No nos puedes tocar
-Mi poder supera el de ustedes – dijo el Siete
-¿En serio? – preguntó Peter – pruébalo
-Chico arrogante - gruñó
-Sí, ese soy yo – Peter se encogió de hombros

El Siete se alejó un par de pasos.

-Deberían saber que pronto se tendrán que rendir – dijo – No pueden pelear para siempre
-Bueno, haremos lo mejor
-Muy bien. Pero sólo están retrasando lo inevitable

Y, después, sin otro sonido más, él se había ido. Peter soltó mi mano y se inclinó, colocando sus manos contra sus rodillas.

-Mierda – exhaló - ¿Qué fue eso?
-Yo…yo..no sé – dije – Creo que fuiste tú
-No – sacudió su cabeza – Fuimos nosotros
-¿Vencimos a un Siete? – casi río ante la absurda situación - ¿Sin ayuda?
-Sí, lo hicimos

Los ojos verdes de Peter se encontraron con los míos y sonrió.

-Supongo que somos más fuertes de lo que pensábamos. 

4 comentarios:

  1. Wow!!!! ES genial! me encanta más!!!

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  2. ajajjaja tanto q les han corrido y al final ellos solitos se podian defender de ellos. ajjajaja

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  3. GENIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, HERMOSOSSSS, DIVINOSSSSSSSSS JAJAJAJ SUBI MAS :)
    @mikamilone

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