- Hola Samjeeza – saluda mi madre
- Supongo que ésta es tuya – me mira
Todavía puedo sentirlo en mi mente. Su deseo por mí se ha
desvanecido desde el momento en que ha visto a mi madre. La encuentra realmente
preciosa y se da cuenta que le recuerdo a ella. Su espíritu dulce, su valor,
igual a su padre.
- Me sorprendes, Meg. Nunca te habría imaginado como madre. Y
menos aún a estas alturas
- Suéltala ahora mismo, Sam – dice con tono de cansancio
- No seas irrespetuosa – sus dedos me aprietan
- Ella sólo tiene una cuarta parte, no pierdas tu tiempo. Es
casi humana
Mi madre me observa, sé que tiene un plan.
- No – replica él – la deseo, a menos que tú quieras ocupar
su lugar
- Vete al infierno – dice mi madre
- De acuerdo – responde y siento su ira
Murmura algo en angélico, una palabra que no entiendo y de
repente, el aire a nuestro alrededor brilla y se abre. La tierra se sacude un
poco, como cuando alguien deja caer algo pesado al suelo. Entonces el mundo tal
como lo conozco pierde su color y se vuelve gris. Hace tanto frío que puedo ver
mi aliento en el aire, y una neblina que me hace temblar. Esto es el infierno.
El Alas Negras ya no me aprieta como antes, parece más relajado. Los dos
sabemos que no puedo escapar. Entonces, respira hondo y despliega sus alas, son
enormes, mucho más grandes que las de mi madre o las mías.
- Eres más tonto de lo que pensaba – dice mi madre – no puedes
retenernos aquí
- Te olvidas de quién soy – dice, calmado
- No – responde mi madre – tú te olvidas de quién soy yo
Percibo en él una punzada de miedo. No es mi madre quien lo
espanta, sino alguien más. Son dos, dos hombres con alas blancas como la nieve.
Uno de cabello rojo reluciente y de ojos azules. El otro rubio, de piel dorada,
con una espada de fuego.
- ¿Quiénes son? – susurro y Sam me mira
- ¿Qué has dicho?
Vuelve a poner a prueba mi mente, una presión momentánea, y
de pronto es como si una puerta se cerrara entre mis pensamientos y los suyos. Me
quita las manos de encima como si le quemara, la ira y la tristeza se reducen. Me
siento como si hubiera recuperado el movimiento, como si pudiera respirar. No
lo pienso más, le doy una pisada en el empeine y corro hacia mi madre. Ella me
tiende una mano y me esconde detrás de ella, sujetándome fuerte de la mano.
El Alas Negras está furioso. Extiende sus alas. Cierra los ojos, me ordena sin abrir la
boca. No sabía que mi madre podía hablarme telepáticamente. Una luz estalla a
nuestro alrededor, la gloria. El Alas Negras retrocede enseguida, tapándose los
ojos. El rostro se le desfigura de dolor. No
lo mires, cierra los ojos, vuelve a decir mi madre; esta vez la obedezco. Ahora saca las alas, vuelve a hablar, no importa si una de ellas está rota.
Invoco mis alas. Siento un dolor tan agudo que gimo y estoy
a punto de abrir los ojos, pero sólo dura un segundo. Un calor recorre mis
alas, extendiéndose por el músculo y todo mi cuerpo. El dolor desaparece, todo
desaparece, todas las heridas. Estoy completamente curada. Piensa en la tierra, me dice mi madre, piensa en los bosques y en todo lo que crece. Las flores, los árboles. Piensa
en todas las cosas que te gustan. Lo hago. Me acuerdo de papá, lo veo
recortando mis viejas tarjetas de crédito en forma de maquinillas de afeitar y
nos veo a los dos los domingos por la mañana afeitándonos, imitándolo. Pienso
en nuestra casa de ahora y en su olor. Y en Peter. Tan cerca de él que
respiramos el mismo aire. Peter.
El suelo tiembla, pero mamá se apresura a sujetarme. Perfecto. Ahora abre los ojos. Pero no me
sueltes la mano. Parpadeo bajo una luz radiante. Estamos otra vez en la
tierra, en el mismo sitio que antes, la gloria nos rodea como un campo de
fuerza. Sonrío.
- No crean que han ganado – dice esa voz gélida – no pueden
hacer que eso dure para siempre
- Haremos que dure lo suficiente – responde mamá
- Ni siquiera tengo que tocarlas – extiende la mano hacia
nosotras, la palma hacia arriba
Prepárate para volar,
me indica mi madre. De la mano del Alas Negras se eleva un humo, y luego una
llama. El fuego cae de la punta de sus dedos y toca el suelo, prendiendo el
bosque al instante. Sam avanza atravesando el reciente muro de humo y mira a mi
madre.
- Siempre pensé que eras la más hermosa de las nefilim – dice
- Tiene gracia porque yo siempre pensé que eras el más feo de
los ángeles
Ninguna de las dos espera la llama que sale disparada de su
mano. El fuego alcanza a mi madre en el pecho y se le prende el pelo. La gloria
empieza a parpadear. De pronto, tenemos al ángel encima, cogiendo a mamá por el
cuello, levantándola en el aire. Intento que ella me suelte la mano para poder
atacarlo pero no lo hace.
- Se acabaron los pensamientos bonitos – dice él
La mira a los ojos con tristeza y la pena vuelve a
invadirme. Le dolerá matarla. Veo a mamá a través de sus ojos, la recuerda con
el pelo castaño corto, fumando un cigarro, sonriéndole. Ha vivido esa imagen de
ella en su mente durante casi cien años. Realmente cree que la ama. La ama,
pero va a estrangularla. Yo grito cada vez más.
- Cállate, me dice
su voz, severa y me callo. Me trago mi dolor.
- Mamá, te quiero.
- Quiero que pienses en
Peter
- Mamá, lo siento mucho
- ¡Ahora!, insiste,
sus pataleos se vuelven débiles, sus alas caen sobre su espalda. Sus labios azules
– cierra los ojos y piensa en Peter. ¡Ahora!
Lo hago, pero sólo consigo pensar en la mano de mi madre que
me aprieta cada vez con menos fuerza y en que nadie vendrá a salvarnos.
- Piensa en un recuerdo
bonito. Un momento en el que te hayas enamorado de él.
Y como si nada, me viene un recuerdo a la mente.
- Un pescador le enseña
todo el brazo a otro y le dice: Ayer pesqué un pez así. ¿Sabes lo que le
responde el otro? - me pregunta Peter
Estamos sentados en la
orilla de un río y él está atando el señuelo a mi caña de pescar. Lleva un
sombrero de cowboy y una camisa roja encima de una camiseta gris. Está muy
guapo.
- ¿Qué? – digo yo, con
ganas de reírme
- No mientas, no
existen peces tan peludos
Al recordar, me río a carcajadas y dejo que me invada la
felicidad de aquel momento. Lo que sentí aquella noche en el establo, besándolo,
estrechándolo contra mí. De pronto, comprendo qué es lo que quiere mi madre;
necesita que haga reaparecer la gloria. Tengo que despojarme de todo salvo de
lo que alimenta mi amor. Ésa es la clave, la parte ausente de la gloria. La razón
por la que me iluminé aquella noche cuando estaba con Peter. No hay nada más,
solo amor. Amor, amor.
- Bien – dice mi
madre – eso es
Lo consigo. Cuando abro los ojos, estoy encendida como una
antorcha. Todavía estoy aferrada al brazo del Alas Negras y ahí dónde lo toco
su piel se desintegra. Suelta a mi madre y ella cae al suelo, dejo su mano y
agarro al ángel de la oreja. Ha perdido sus fuerzas, así lo jalo fuerte de la
oreja y chilla de dolor. Su cuerpo se despide con un humo como el hielo seco.
Mamá tose, me pongo de rodillas y lentamente le doy la
vuelta. Abre los ojos y me mira.
- Mamá – respiro ahogada
Me ofrece la mano y se la cojo. Me inclino, bañándola con mi
luz. Observo como las heridas en su cabeza y cuello desaparecen.
- Tenemos que irnos de aquí – dice
El fuego que lanzó el Alas Negras nos va a devorar en cualquier
instante. Mi madre se pone de pie lentamente.
- ¿Estás bien? – pregunto
- Me siento débil. Pero puedo volar, vámonos
Vamos en dirección a casa y me fijo en el fuego. Me doy
cuenta que este es el fuego de la visión. Tengo que ir a salvar a Thiago.
- Un momento, cariño – dice mi madre – no puedo seguir
Descendemos sobre la orilla de un lago pequeño. Mi madre se
sienta sobre un tronco. Está agitada por haber volado tan lejos, tan rápido,
está pálida.
- Me pondré bien – dice – sólo necesito descansar. Tú deberías
ir hacia el camino de Fox Creek
- Pero estás herida
- Me pondré bien. Ve
- Primero te llevaré a casa
- No hay tiempo para eso. Ya hemos perdido demasiado tiempo. Ve
por Thiago
- Mamá….
- Ve por Thiago – repite - ahora
Woooow me encantaron estos caps estan demasiado buenos :D
ResponderEliminarmuero por ver el siguiente y saber que pasara si encuentra a thiago o no y si lo encuentra que pasa con el :D
sube masssss
genial!.. sube otro
ResponderEliminarEs increíble esta historia, muy bien narrada, cada capitulo te atrapa más! Sube más!
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