martes, 5 de junio de 2012

El Designio del Ángel: Veintisiete

El Designio que rige mi vida (parte uno)

Estoy en un bote con Peter, pescando en el centro del lago Jackson, cuando Ángela me llama.

- ¿Cómo estás? – pregunta - ¿ya ocurrió lo del fuego?
- No
- ¿Y hubo algo de acción con Thiago?
- No. Él…yo…no… - empiezo a tartamudear, nerviosa – él no está en la ciudad
- Bueno, ¿y, cuál es la emergencia?
- Te envié ese correo hace semanas
- He estado un tiempo sin internet – dice – he estado un poco aislada. ¿Así que crisis superada?
- Sí – digo, mirando a Peter quién me sonríe – todo está bien
- ¿Y, qué fue lo que ocurrió?
- ¿Quieres volver a la orilla? – me pregunta Peter y yo asiento con la cabeza
- ¿Puedo llamarte más tarde? – le pregunto a Ángela
- ¡No, no puedes llamarme más tarde! ¿Quién era ése?
- Peter

El aludido cruza el bote y se sienta a mi lado, sin dejar de sonreír con malicia, hasta el punto de que me quedo sin aliento y el corazón se me acelera.

- ¿Peter Lanzani? – pregunta mi amiga
- Sí
- ¿Cande también está ahí?
- No, ella sigue de viaje

Peter coge mi mano y empieza a besarme los nudillos uno por uno. Me da escalofríos e intento retirarla, pero él no la suelta.

- Entonces sólo estás con Peter
- Sí – reprimo la risa cuando Peter pellizca uno de mis dedos
- ¿Y, qué haces con Peter?
- Estamos pescando

Hemos pasado toda la tarde dando vueltas en pequeños círculos por el lago, besándonos, salpicándonos, comiendo uvas, galletas y sándwiches de pavo, besándonos más, acurrucándonos, acariciándonos, riendo y sí, besándonos un poco más, pero estoy segura de que en algún sitio estuvimos pescando.

- No me entiendes – dice mi amiga, con voz grave
- ¿Qué?
- ¿Qué estás haciendo con Peter? – vuelve a preguntarme

Ángela no es tonta. Me pongo de pie y me aparto de Peter.

- De verdad que éste no es un buen momento. Te llamó después
- Estás malogrando todo – dice – estás perdiendo de vista tu objetivo cuando deberías estar concentrada en él, preparándote. No puedo creer que esté con Peter justo ahora. ¿Qué pasa con Thiago? ¿Qué pasa con el destino, Mar?
- No estoy malogrando nada. Todavía puedo hacer lo que se supone que debo hacer
- Sí, claro. Hablas como si tuvieras todo bajo control
- Déjame en paz, no sabes nada
- ¿Tu madre lo sabe? – ante mi silencio, suelta una pequeña risa – claro, es perfecto
- Es mi vida
- Sí, lo es; y, la estás malogrando

Le cuelgo. Al voltear, me enfrento a la mirada de Peter.

- ¿Qué pasó? – me pregunta tranquilo
- Nada. Sólo alguien que supuestamente es amiga mía – frunce las cejas
- Creo que deberíamos ir regresando a la orilla, ya llevamos mucho tiempo aquí
- Todavía no – le suplico

Peter contempla el cielo, que se está oscureciendo con nubes de tormenta.

- Tenemos que salir del lago, ya estamos entrando a la temporada de tormentas. Duran apenas veinte minutos pero pueden ser brutales
- No

Lo cojo de la mano y lo jalo para traerlo hacia mí, donde hago que se siente y me encojo contra él, estrechándome en sus brazos y refugiándome en su olor cálido, confortable y familiar. Le doy un beso en la vena de su cuello.

- Mar… - apoyo un dedo en sus labios
- Todavía no – susurro – sólo un ratito más

2 comentarios:

  1. Q no les agarre la tormenta, me da mala espina, espero q mar sepa lo q hace! Más nove!

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  2. A esta altura del partido ..... que se venga la tormenta completa porque creo que de esa manera se desatara la verdadera pasion del amor entre ellos dos .....

    Supongo algo asi: viene la tormenta, el se asusta, ella despliega sus alas y suben a algun lugar lejos de la tormenta y tenemos ACCION al por mayor ..... jajajajajajajaja

    Ya me volvi loca !!!!!!!!!!

    Espero mas Mais ..... besos enormes

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