miércoles, 20 de junio de 2012

Santificado: Seis

Tarde o Temprano

- Cinco minutos más

Clase de Gobierno. Estoy observando a Peter tomar un examen acerca de la Constitución de Estados Unidos. Yo ya lo terminé hace quince minutos, así que lo observo mientras se inclina sobre su papel, frunciendo el ceño, moviendo ansiosamente su lapicero. Las cosas no están yendo bien. En otro momento lo hubiese encontrado adorable, todo frustrado y concentrado. Pero en todo lo que puedo pensar es: ¿a quién le importa un estúpido examen de Gobierno? Vas a morir. Y, de alguna manera, es mi culpa.

La conclusión a la que he llegado es que Peter debió morir en el incendio. Si no hubiese abandonado mi propósito, si no hubiese volado para salvarlo, él hubiese muerto en el bosque. Ese era su destino. Se supone que yo debía de escoger a Thiago. El sueño que estoy teniendo parece ser igual: yo con Thiago, caminando en el bosque. Peter muerto. Solo que esta vez, no voy a tener que tomar ninguna decisión: esta vez agonizaré hasta que todo haya acabado. Y hay otra cosa también. Siempre escogeré a Peter, no me importa si arruina mi propósito. No voy a permitir que muera.

Así que me he vuelto su guardián. Lo he recogido de clase cada día de la semana y he conducido lentamente, tanto que él ha estado diciéndome que parezco una abuela. Él ha notado, por supuesto, que algo va mal. Ahora, mientras lo veo en clase, pienso en decírselo. Le podría decir la verdad así no habría secretos entre nosotros, sería la cosa más honesta. Pero, también sería algo terrible, algo egoísta. Porque, ¿qué pasa si estoy equivocada? Después de todo, pensé que mi última visión me estaba diciendo que tenía que salvar a Thiago y me equivoqué.

Mis ojos se posan dos filas más allá, hacia Thiago. Él también ya ha terminado con su examen. Alza la mirada como si pudiese sentir mi mirada sobre él. Me lanza una sonrisa falsa que dura unos pocos segundos. Luego observa a Peter, que sigue frunciendo el ceño.

¿Estás bien? – susurra en mi mente
- Bueno, lapiceros abajo – dice la profesora – traigan sus exámenes al frente, luego son libres de irse
Peter bufa y luego suspira antes de entregar el examen. Cuando se voltea le doy la sonrisa más simpática.
- ¿No te fue bien?
- No estudié – dice al tiempo que recogemos nuestras cosas – es mi culpa. Mañana tengo un examen de español que no creo que lo haga bien
- Puedo ayudarte – me ofrezco – Yo hablo español muy bien
- Tramposa – dice, pero sonríe
- ¿Después del colegio? ¿Soy tu tutora?
- Tengo trabajo esta tarde
- Puedo ir después

Sé que estoy siendo insistente, pero quiero pasar la mayor cantidad de tiempo junto a él. Quiero ayudarlo, incluso si es sólo con Español.

- Puedes venir a la hora de la cena, y de ahí podemos estudiar. Pero seguramente nos quedaremos hasta tarde. En serio soy muy malo en español – dice
- Bueno, soy algo así como un búho así que no habrá problema – sonríe
- Claro. ¿Esta noche, entonces?
- Estaré ahí
Hasta la vista, baby – me dice

Sacudo la cabeza y sonrío ante lo tan adorablemente tonto que puede ser. Su español solo viene del actor Arnold Schwarzenegger.

Esa noche me encuentro en la cocina del rancho de los Lanzani. Cande pone la mesa mientras su mamá termina de cortar las papas. Peter y su padre llegan de pronto y besan a la señora Lanzani en la mejilla, luego se lavan las manos cuidadosamente como si fuesen doctores. Peter se sienta en la silla a mi lado, luego sacude mi rodilla por debajo de la mesa.

- Bueno Mar – dice la mamá de Peter – debo decir que me da gusto verte de nuevo
- Sí, señora. Gracias por dejarme estar aquí
- Ay, mi amor. Dime Claudia. Creo que ya pasamos las formalidades

Comemos rápido por un instante. No puedo dejar de pensar en lo devastada que estará toda esta familia cuando pierdan a Peter.

Más tarde, Peter y yo nos vamos a la terraza. Nos sentamos en una de las mecedoras y nos balanceamos. Después de un rato, empieza a nevar, pero no volvemos a ingresar a la casa, más bien nos quedamos ahí, sintiendo los copos de nieve sobre nuestras cabezas.

- El cielo se está cayendo – susurro
- Sí – dice – así se ve

Se voltea apenas y me mira a los ojos. Mi corazón empieza a latir desesperado.

- ¿Estás bien? – pregunta – has estado tensa toda la semana. ¿Qué está pasando?

Lo miro fijamente y pienso en perderlo y mis ojos de pronto se llenan de lágrimas. Y las lágrimas – cualquier lágrima de cualquier chica, pero especialmente las mías – realmente conmueven a Peter.

- Ey – susurra

Inmediatamente me arropa en sus brazos y yo sollozo contra su hombro por un par de minutos, luego me recompongo, alzo la mirada e intento sonreír.

- Estoy bien – digo – solo estoy estresada
- Cosa de ángeles – dice, frunciendo el ceño

Desearía poder decirle. Pero no puedo, no sin saber a ciencia cierta.

- Cosas de la universidad – digo, sacudiendo mi cabeza – estoy aplicando a Stanford

Eso es cierto. La expresión de Peter se aclara, como si de pronto entendiera todo perfectamente. Estoy triste porque me voy a ir a la universidad y él se va a quedar aquí.

- Estaré bien – dice – haremos que funcione, no importa dónde estés. ¿Está bien?
- Está bien – me abraza de nuevo
- Todo estará bien, Zanahoria. Ya verás
- ¿Cómo es que sabes tanto? – digo, casi bromeando

Se encoge de hombros. Luego, frunce el ceño e inclina su cabeza hacia un lado.

- ¿Qué sucede? – pregunto

Alza una mano para callarme. Escucha por un minuto, luego suelta el aire.

- Pensé que escuché algo, eso es todo.
- ¿Qué? – pregunto
- Un caballo. Pensé que había escuchado a un caballo
- Ay, Pitt – digo, abrazándolo fuerte – lo siento

Pero luego yo también escucho algo. Escucho por unos instantes, un sonido rítmico constante, algo que golpea contra la tierra. Luego la respiración de un animal grande, corriendo, respirando fuerte. Mis ojos se encuentran con los de Peter.

- Yo también lo escucho – le digo

Saltamos fuera de la mecedora y salimos a la entrada de la casa. Volteo apenas y escucho, el sonido se acerca.

- En esa dirección – apunto hacia las montañas

Peter empieza a correr, saltando una valla. Ahí es cuando aparece Midas, corriendo fuerte, sudando. Peter lo ve y empieza a saltar. Me quedo ahí de pie, observando el encuentro. Peter lanza sus manos alrededor de Midas, entierra su rostro en su cuello. Se quedan así un buen tiempo, luego Peter se aparta y empieza a mover sus manos por todo el cuerpo de Midas, buscando alguna herida.

- Está quemado, bastante delgado, pero nada malo – grita – nada con lo que no podamos lidiar – suspira – sabía que lo lograrías – le dice al caballo – sabía que ese incendio no podría contigo

Sus padres y Cande salen, ven a Midas y corren hacia él, como si fuese un milagro. Cande toma mi mano al tiempo que lo regresamos al rancho, de vuelta a dónde pertenece. 

8 comentarios:

  1. Q lindo q regreso midas!! Pero lo de peter se puede evitar otra vez? Más!

    ResponderEliminar
  2. Ya leí El designio del Ángel,y ahora entiendo mejor Santificado.Espero k el designio d Thiago y Mar sea salvar a Peter,x los sueños k tienen los dos en común.

    ResponderEliminar
  3. También leí Dejando Paradise, y Regresando a Paradise.No comenté antes para poder ponerme al día,poco a poco iré leyendo las otras,pero a partir d ahora,tendrás mi comentario.

    ResponderEliminar
  4. Las otras las tienes todas en ficsdeca,y no tengo ni idea d como meterme para leerlas.Si pudieras ponerlas en el blog,las leería gustosa.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por leer y comentar. Los Cortos, Mini Fics y Fics que he subido al foro se deben mantener ahí, lo prefiero de esa manera :) Para poder leerlas, tienes que crearte una cuenta, es rapidísimo.

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mi complicado ,xk no entiendo nada.Pero gracias x contestar.

      Eliminar
  6. Nose xq me tinca que stefano ya tiene su designio o como se llame xD
    y que tiene que ver con peter y el dia del incendio el teia que salvar a peter o ahora por lo menos lo deberia salvar o algo asiii :S
    me complica tu nove ya nose que pensar jajajajajaja
    me encanta
    sube mas

    ResponderEliminar