- Cinco minutos más
Clase de Gobierno. Estoy
observando a Peter tomar un examen acerca de la Constitución de Estados Unidos.
Yo ya lo terminé hace quince minutos, así que lo observo mientras se inclina
sobre su papel, frunciendo el ceño, moviendo ansiosamente su lapicero. Las
cosas no están yendo bien. En otro momento lo hubiese encontrado adorable, todo
frustrado y concentrado. Pero en todo lo que puedo pensar es: ¿a quién le
importa un estúpido examen de Gobierno? Vas a morir. Y, de alguna manera, es mi
culpa.
La conclusión a la que he llegado
es que Peter debió morir en el incendio. Si no hubiese abandonado mi propósito,
si no hubiese volado para salvarlo, él hubiese muerto en el bosque. Ese era su
destino. Se supone que yo debía de escoger a Thiago. El sueño que estoy
teniendo parece ser igual: yo con Thiago, caminando en el bosque. Peter muerto.
Solo que esta vez, no voy a tener que tomar ninguna decisión: esta vez
agonizaré hasta que todo haya acabado. Y hay otra cosa también. Siempre
escogeré a Peter, no me importa si arruina mi propósito. No voy a permitir que
muera.
Así que me he vuelto su guardián.
Lo he recogido de clase cada día de la semana y he conducido lentamente, tanto
que él ha estado diciéndome que parezco una abuela. Él ha notado, por supuesto,
que algo va mal. Ahora, mientras lo veo en clase, pienso en decírselo. Le
podría decir la verdad así no habría secretos entre nosotros, sería la cosa más
honesta. Pero, también sería algo terrible, algo egoísta. Porque, ¿qué pasa si
estoy equivocada? Después de todo, pensé que mi última visión me estaba
diciendo que tenía que salvar a Thiago y me equivoqué.
Mis ojos se posan dos filas más
allá, hacia Thiago. Él también ya ha terminado con su examen. Alza la mirada
como si pudiese sentir mi mirada sobre él. Me lanza una sonrisa falsa que dura
unos pocos segundos. Luego observa a Peter, que sigue frunciendo el ceño.
- ¿Estás bien? – susurra en mi mente
- Sí
- Bueno, lapiceros abajo – dice la
profesora – traigan sus exámenes al frente, luego son libres de irse
Peter bufa y luego suspira antes
de entregar el examen. Cuando se voltea le doy la sonrisa más simpática.
- ¿No te fue bien?
- No estudié – dice al tiempo que
recogemos nuestras cosas – es mi culpa. Mañana tengo un examen de español que
no creo que lo haga bien
- Puedo ayudarte – me ofrezco – Yo hablo español muy bien
- Tramposa – dice, pero sonríe
- ¿Después del colegio? ¿Soy tu
tutora?
- Tengo trabajo esta tarde
- Puedo ir después
Sé que estoy siendo insistente,
pero quiero pasar la mayor cantidad de tiempo junto a él. Quiero ayudarlo,
incluso si es sólo con Español.
- Puedes venir a la hora de la
cena, y de ahí podemos estudiar. Pero seguramente nos quedaremos hasta tarde.
En serio soy muy malo en español – dice
- Bueno, soy algo así como un búho
así que no habrá problema – sonríe
- Claro. ¿Esta noche, entonces?
- Estaré ahí
- Hasta la vista, baby – me dice
Sacudo la cabeza y sonrío ante lo
tan adorablemente tonto que puede ser. Su español solo viene del actor Arnold
Schwarzenegger.
Esa noche me encuentro en la
cocina del rancho de los Lanzani. Cande pone la mesa mientras su mamá termina
de cortar las papas. Peter y su padre llegan de pronto y besan a la señora
Lanzani en la mejilla, luego se lavan las manos cuidadosamente como si fuesen
doctores. Peter se sienta en la silla a mi lado, luego sacude mi rodilla por
debajo de la mesa.
- Bueno Mar – dice la mamá de
Peter – debo decir que me da gusto verte de nuevo
- Sí, señora. Gracias por dejarme
estar aquí
- Ay, mi amor. Dime Claudia. Creo
que ya pasamos las formalidades
Comemos rápido por un instante.
No puedo dejar de pensar en lo devastada que estará toda esta familia cuando
pierdan a Peter.
Más tarde, Peter y yo nos vamos a
la terraza. Nos sentamos en una de las mecedoras y nos balanceamos. Después de
un rato, empieza a nevar, pero no volvemos a ingresar a la casa, más bien nos
quedamos ahí, sintiendo los copos de nieve sobre nuestras cabezas.
- El cielo se está cayendo –
susurro
- Sí – dice – así se ve
Se voltea apenas y me mira a los
ojos. Mi corazón empieza a latir desesperado.
- ¿Estás bien? – pregunta – has estado
tensa toda la semana. ¿Qué está pasando?
Lo miro fijamente y pienso en
perderlo y mis ojos de pronto se llenan de lágrimas. Y las lágrimas – cualquier
lágrima de cualquier chica, pero especialmente las mías – realmente conmueven a
Peter.
- Ey – susurra
Inmediatamente me arropa en sus
brazos y yo sollozo contra su hombro por un par de minutos, luego me
recompongo, alzo la mirada e intento sonreír.
- Estoy bien – digo – solo estoy
estresada
- Cosa de ángeles – dice,
frunciendo el ceño
Desearía poder decirle. Pero no
puedo, no sin saber a ciencia cierta.
- Cosas de la universidad – digo,
sacudiendo mi cabeza – estoy aplicando a Stanford
Eso es cierto. La expresión de
Peter se aclara, como si de pronto entendiera todo perfectamente. Estoy triste
porque me voy a ir a la universidad y él se va a quedar aquí.
- Estaré bien – dice – haremos que
funcione, no importa dónde estés. ¿Está bien?
- Está bien – me abraza de nuevo
- Todo estará bien, Zanahoria. Ya
verás
- ¿Cómo es que sabes tanto? –
digo, casi bromeando
Se encoge de hombros. Luego,
frunce el ceño e inclina su cabeza hacia un lado.
- ¿Qué sucede? – pregunto
Alza una mano para callarme.
Escucha por un minuto, luego suelta el aire.
- Pensé que escuché algo, eso es
todo.
- ¿Qué? – pregunto
- Un caballo. Pensé que había
escuchado a un caballo
- Ay, Pitt – digo, abrazándolo
fuerte – lo siento
Pero luego yo también escucho
algo. Escucho por unos instantes, un sonido rítmico constante, algo que golpea
contra la tierra. Luego la respiración de un animal grande, corriendo,
respirando fuerte. Mis ojos se encuentran con los de Peter.
- Yo también lo escucho – le digo
Saltamos fuera de la mecedora y
salimos a la entrada de la casa. Volteo apenas y escucho, el sonido se acerca.
- En esa dirección – apunto hacia
las montañas
Peter empieza a correr, saltando
una valla. Ahí es cuando aparece Midas, corriendo fuerte, sudando. Peter lo ve
y empieza a saltar. Me quedo ahí de pie, observando el encuentro. Peter lanza
sus manos alrededor de Midas, entierra su rostro en su cuello. Se quedan así un
buen tiempo, luego Peter se aparta y empieza a mover sus manos por todo el
cuerpo de Midas, buscando alguna herida.
- Está quemado, bastante delgado,
pero nada malo – grita – nada con lo que no podamos lidiar – suspira – sabía que
lo lograrías – le dice al caballo – sabía que ese incendio no podría contigo
Sus padres y Cande salen, ven a
Midas y corren hacia él, como si fuese un milagro. Cande toma mi mano al tiempo
que lo regresamos al rancho, de vuelta a dónde pertenece.
Q lindo q regreso midas!! Pero lo de peter se puede evitar otra vez? Más!
ResponderEliminarLindo el cap!!! quiero mas :)
ResponderEliminarYa leí El designio del Ángel,y ahora entiendo mejor Santificado.Espero k el designio d Thiago y Mar sea salvar a Peter,x los sueños k tienen los dos en común.
ResponderEliminarTambién leí Dejando Paradise, y Regresando a Paradise.No comenté antes para poder ponerme al día,poco a poco iré leyendo las otras,pero a partir d ahora,tendrás mi comentario.
ResponderEliminarLas otras las tienes todas en ficsdeca,y no tengo ni idea d como meterme para leerlas.Si pudieras ponerlas en el blog,las leería gustosa.
ResponderEliminarGracias por leer y comentar. Los Cortos, Mini Fics y Fics que he subido al foro se deben mantener ahí, lo prefiero de esa manera :) Para poder leerlas, tienes que crearte una cuenta, es rapidísimo.
ResponderEliminarBesos!
Para mi complicado ,xk no entiendo nada.Pero gracias x contestar.
EliminarNose xq me tinca que stefano ya tiene su designio o como se llame xD
ResponderEliminary que tiene que ver con peter y el dia del incendio el teia que salvar a peter o ahora por lo menos lo deberia salvar o algo asiii :S
me complica tu nove ya nose que pensar jajajajajaja
me encanta
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