jueves, 7 de junio de 2012

El Designio del Ángel: Treintaiuno

El humo en tus ojos (parte uno)

Voy directo hacia el camino de Fox Creek y desciendo en la carretera, en el lugar donde normalmente empieza mi visión. Miro alrededor. No veo la camioneta estacionada por ningún lado, tampoco hay un cielo anaranjado ni un incendio. Todo parece completamente normal, incluso tranquilo. He llegado pronto. Sé que el fuego está al otro lado de la montaña, avanzando hacia este lugar, vendrá hasta aquí. Todo lo que tengo que hacer es esperar.

Salgo de la carretera y me siento con la espalda apoyada en un árbol. Es ahí cuando suena mi celular, la llamada es de un número que no conozco.

- ¿Hola?
- ¿Mar? – dice una voz familiar y preocupada
- ¿Cande? ¿Estás en casa?
- No – dice ella – regreso el viernes, pero te llamo por Peter. ¿Está contigo?
- No – digo incómoda, sintiendo un dolor que me atraviesa – hemos terminado, hace una semana que no lo veo
- Eso me ha dicho mi madre. Supongo que tenía la esperanza de que se habían reconciliado, y de que él estuviera contigo

Miro alrededor y siento el olor a humo. El fuego se acerca.

- Mi madre me llamó cuando vio las noticias. Mis padres están de viaje y no saben dónde puede estar
- ¿Qué noticias?
- ¿No te has enterado de los incendios?
- ¿Qué dicen? ¿Es grande?
- ¿Qué? – pregunta confundida - ¿Qué cosa?
- ¿Qué?
- Hay dos incendios. Uno pequeño, que avanza hacia el Death Canyon (Cañón de la Muerte). Y otro en Idaho, cerca de Palisades.

Me invade el pavor.

- Dos incendios – repito
- Llamé a casa pero Peter no estaba ahí, supongo que habrá ido de excursión. Le gusta ir a pescar al final del Death Canyon. Y también a Palisades. Esperaba que estuviera contigo y por eso te he llamado.
- Lo siento
- Tengo un mal presentimiento – dice triste

Yo también tengo un mal presentimiento. Uno malo, muy malo.

- ¿Estás segura de que no está en casa?
- Podría estar en el establo – dice – ahí no hay cobertura. Le he enviado un montón de mensajes. ¿Puedes ir a mirar?

Ahora no tengo elección, no puedo irme de aquí, no con el fuego tan cerca.

- No puedo – digo con impotencia – ahora no

Hay un silencio.

- De verdad lo siento, Cande. Trataré de encontrarlo lo antes posible. ¿Está bien?
- Está bien – dice – gracias

Cuelga y me quedo mirando un rato el celular. Sólo para asegurarme llamo a la casa de Peter y agonizo mientras el teléfono suena y suena. Atiende el contestador y cuelgo. ¿Cuánto tardaría en ir volando hasta la casa de Peter? ¿Diez minutos? ¿Quince? Mi instinto me dice que algo va mal, Peter está perdido, está en problemas; y yo estoy aquí esperando a que pase quién sabe qué.

Iré, volaré tan rápido como pueda, y luego regresaré. Invoco mis alas y permanezco un minuto de pie en el medio de Fox Creek, intentando decidirme. No puedo pensar, ya estoy en el aire y me dirijo a la casa de Peter tan rápido como puedo. Sólo tardo unos minutos en llegar. La camioneta de Peter no está en la entrada. Voy corriendo hasta el establo, todo parece normal. Pero ni él ni Midas están. Se ha ido, con el caballo, lejos del alcance de los teléfonos, las radios y las noticias.

El cielo se está poniendo anaranjado, el fuego se acerca. Tengo que regresar a Fox Creek, ha llegado el momento de la verdad. Quería venir hasta aquí para ver si estaba Peter, pero eso es todo. Cuando regrese a Fox Creek, la camioneta de Thiago ya estará ahí; y, lo salvaré.

De pronto tengo la visión. Estoy a un costado del camino mirando la camioneta de Thiago, a punto de ir por él. Aprieto los puños, tan fuerte que me clavo las uñas en las palmas, porque lo sé: Peter está atrapado. Puedo verlo claramente, inclinado sobre Midas, mirando alrededor en busca de una salida del infierno que lo rodea, buscándome a mí. Susurra mi nombre, luego traga saliva y agacha la cabeza. Veo su rostro al aceptar su propia muerte. En pocos segundos el fuego lo alcanza. Y yo estoy a kilómetros de distancia, dando mi primer paso en busca de Thiago.

Ahora lo entiendo. La tristeza que siento en la visión no es la tristeza del Alas Negras, es mi propia tristeza. Me duele tanto que es como si alguien me hubiera golpeado en el pecho. Los ojos se me llenan de lágrimas calientes y amargas. Peter va a morir. Y éste es mi examen.

7 comentarios:

  1. MAAAAAAAAAS , PETER NO PUEDE MORIR :( :(

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  2. Nooooooooooo xqq =/
    sube mas no la puedes dejar asiiiii
    sube otro porfa

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  3. Mais, no se a que hora estas subiendo ni como es la mecanica en el blog .... pero te aseguro que si no subis rapido como sigue esto, me va a agarrar un ataque.

    Por fin, las cosas se van aclarando en la vision de ella pero porque tiene que morir alguno de los dos? no puede ser que tenga que salvarlo a Thiago y muera Peter por mas vision que tenga y que mas alla de que sea su destino ....

    No es justo querida amiga !!!!!!!!

    Estoy triste :( arreglame esto pronto.

    Besos enormes y muy buena adaptacion hermosa

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