domingo, 17 de junio de 2012

Santificado: Cuatro

Enloqueciendo

Esta vez en el sueño, hay escaleras; unas diez o doce que se elevan entre dos árboles. ¿Por qué habría dos escaleras en medio del bosque? ¿Y, a dónde llevarán? Me subo a las mismas, y mientras escalo, noto que estoy usando unos lindos zapatos, los que mi madre siempre me presta para ocasiones formales. Veo a Stefano delante de mí, en los árboles; otras personas también esperan ahí, en la cima, gente que reconozco: Ángela, mi profesor de Historia, Cande.

Todos me miran, y no sé por qué. Miro hacia atrás y me tropiezo con un escalón. Pierdo el balance en las escaleras, casi cayéndome, pero ahí está Thiago de nuevo, su mano en mi cintura, estabilizándome. Por un instante, nos miramos fijamente, su cuerpo irradia una especie de calor que me hace tener ganas de acercarme a él.

- Gracias – susurro

Abro mis ojos y me doy cuenta que estoy sentada en mi cama, Ángela está en frente de mí.

 -Te estás volviendo loca – dice
- Estoy bien – digo
- No lo estás. Deberías verte
- Bueno, apesta. Solo desearía saber si es un sueño u otra visión, o qué
- Tu madre dijo que algunos ángeles de sangre tienen sus visiones mientras duermen, ¿verdad?
- Sí, dijo eso, antes de tener mi visión. Pero siempre he tenido mis visiones mientras he estado despierta
- Yo también – dice mi amiga
- Así que me pregunto, ¿es un mensaje divino, o es mi subconsciente? ¿Y, qué me quiere decir?
- Ves, te estás volviendo loca. Está todo mal, Mar. Ni siquiera miras a Thiago durante el club, es como si los dos se estuvieran evitando
- Lo sé – digo – estoy trabajando en ello
- Me gusta Peter, Mar. En serio. Pero creo que deberías considerar la posibilidad de que tal vez no deberías de estar con él, que deberías de estar con Thiago, que es tu destino
- Claro que lo he considerado

Y, por más que le dije a Ángela que no le diga nada a Thiago, una idea suya que surgió de pronto, ella no pudo aguantarse.

- Bueno….Mar está teniendo un nuevo sueño – dice en el club, y yo la miro enojada – tal vez es una visión, tenemos que averiguar qué es

Thiago me mira, inmediatamente interesado

- ¿Qué visión? – pregunta
- Puede que sólo sea un sueño – responde Ángela por mí – pero ya lo has tenido como diez veces, ¿no Mar?
- Siete. Estoy subiendo una colina – explico – a través de un bosque, pero no como la colina de mí…de nuestra visión. Es un día soleado, sin fuego, Stefano está ahí, y está usando un traje por alguna razón. Ángela también está. Y otras personas también… - dudo – y tú estás ahí

No puedo decirle la forma en qué él toma mi mano, cómo me susurra directo en mi mente sin decir nada en voz alta.

- Probablemente sea un sueño – continúo – como mi subconsciente tratando de decir algo, como mis miedos, tal vez,  o esos sueños donde te apareces en el colegio desnudo
- ¿Cómo luce el bosque? – pregunta él
- Esa es la parte extraña. Es como un bosque normal, pero hay esas escaleras en medio de los árboles. Y una reja
- Y, tú, ¿has tenido algún sueño extraño?  - pregunta Ángela - ¿alguna clave para agregar a esta locura?

Thiago finalmente aparta su mirada hacia mi amiga.

- Ningún sueño
- Bueno, personalmente creo que es más que un sueño – dice ella – porque no ha terminado
- ¿Qué?
- Tú propósito

Cuánta razón tiene. Esto no ha terminado.

Esa noche, cuando ingreso a mi habitación, hay alguien afuera de mi ventana. Por un segundo pienso en Samjeeza, viniendo por mí y mi madre después de lo que le hicimos. Hace unos días había vuelto a sentir la tristeza de nuevo y tuve que llamar a mi madre para poder calmarme. Pero, ¿por qué estaría esperándome justo ahí? Camino, acercándome a mi ventana y me doy cuenta que no es él. Es Thiago. Puedo sentir su presencia tan plena como el día. Ha venido a decirme algo, algo importante.

Suspiro, me pongo una polera y abro la ventana.

- Hola – lo llamo

Lo veo sentado en el techo, así que subo y me siento a su lado. Está haciendo un frío fuerte, así que inmediatamente envuelvo mis brazos alrededor de mí misma e intento no temblar.

- ¿Frío? – pregunta y yo asiento
- ¿Tú no? – se encoge de hombros
- Un poco
- Ángela dice que los ángeles de sangre deberían de ser inmunes al frío – digo y él sonríe
- Tal vez ese poder sólo se aplica a ángeles maduros
- Ey, ¿me estás llamando inmadura?
- No – dice, sonriendo ampliamente – no me atrevería
- Bien. Porque yo no soy el que espía en la ventana de otra persona
- No estaba espiando – protesta
- Sabes, han inventado algo estupendo – digo – se llama celular
- Claro, porque nosotros tenemos conversaciones asombrosas por teléfono

Hay un silencio por unos segundos, luego ambos empezamos a reír. Tiene razón, no sé porque es más fácil cara a cara, pero lo es.

- En tu sueño, la reja que mencionaste – dice, mirándome – es una cerca de alambre, a la derecha, mientras subes la colina
- Sí, como sabes….
- Y las escaleras que ves, tienen una baranda de la cual sostenerse, de metal
- Sí
- A la izquierda, detrás de los árboles, hay una banca de piedra – continúa – y un rosal, plantado al costado
- ¿También tienes el sueño? – susurro
- No como el tuyo, quiero decir, un sueño como aquel todo el tiempo, pero.. – suspira – no estoy acostumbrado de hablar sobre esto
- Está bien..
- No, quiero decírtelo. Deberías saberlo. Pero no quería decírtelo en frente de Ángela. Mi madre falleció – dice – cuando tenía diez años. Ni siquiera sé que sucedió, a mi tío no le gusta hablar sobre ello, pero creo….creo que fue asesinada por un Alas Negras. Un día ella estaba ahí, haciéndome mis tostadas para el desayuno, llevándome al colegio, besándome en frente de mis amigos en el colegio y avergonzándome… - se quiebra su voz y se aclara la garganta, mirando hacia otro lado – luego, me sacan se clase, me dicen que hubo un accidente. Y ella ya se ha ido. Me dejaron ver su cuerpo, pero ella no estaba adentro, era solo…un cuerpo – me mira y sus ojos están brillando – su lápida es una banca, una de color blanco, debajo de los árboles
- ¿Qué?
- Es el Cementerio de Aspen Hill – dice – no es un cementerio real, osea sí, pero tiene parte de bosque, este lugar hermoso donde todo es silencioso. Probablemente sea el lugar más hermoso que conozca. A veces voy ahí a pensar, y… - y hablar con su madre – así que cuando dijiste eso de las escaleras y la colina y la reja, lo sabía
- Tú sabías que estaba soñando con el cementerio – digo
- Lo siento – susurra

Lo miro, intentando contener las lágrimas, entendiendo todo, los trajes, yo vestida de negro, todos caminando en la misma dirección, la tristeza que siento, la manera en que todos me miran, la forma en que Thiago me reconforta. Todo tiene sentido. No es la tristeza de un Alas Negras lo que siento en el sueño. Es la mía.

Alguien que amo va a morir. 

4 comentarios:

  1. Primero gracias por avisarme que subiste

    De verdad, que cada vez me tenes mas enganchada che ....

    La otra la ame mal pero esta es mucho mejor ( bah, para mi )....

    Me dejaste helada!!!!!!!! no quiero que se muera alguien pero por lo que puedo llegar a pensar puede ser Peter o la mama de lali, no quiero !!!!!!!!!!

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  2. Me encantaaaaaaa :D
    me tinca que peter o la mama de lali es el que muere
    ya quiero ver mas nove ojala dejes otroo
    saludos :)

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  3. No!! No quiero q nadie se muera!! Más!!
    Me avisas cuando publiques!
    @vale_cadenas

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  4. Porfabor queno muera peter!!!!! Sino vaya. Mierda

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