Esta vez en el sueño, hay escaleras;
unas diez o doce que se elevan entre dos árboles. ¿Por qué habría dos escaleras
en medio del bosque? ¿Y, a dónde llevarán? Me subo a las mismas, y mientras
escalo, noto que estoy usando unos lindos zapatos, los que mi madre siempre me
presta para ocasiones formales. Veo a Stefano delante de mí, en los árboles;
otras personas también esperan ahí, en la cima, gente que reconozco: Ángela, mi
profesor de Historia, Cande.
Todos me miran, y no sé por qué.
Miro hacia atrás y me tropiezo con un escalón. Pierdo el balance en las
escaleras, casi cayéndome, pero ahí está Thiago de nuevo, su mano en mi
cintura, estabilizándome. Por un instante, nos miramos fijamente, su cuerpo irradia
una especie de calor que me hace tener ganas de acercarme a él.
- Gracias – susurro
Abro mis ojos y me doy cuenta que
estoy sentada en mi cama, Ángela está en frente de mí.
-Te estás volviendo loca – dice
- Estoy bien – digo
- No lo estás. Deberías verte
- Bueno, apesta. Solo desearía
saber si es un sueño u otra visión, o qué
- Tu madre dijo que algunos
ángeles de sangre tienen sus visiones mientras duermen, ¿verdad?
- Sí, dijo eso, antes de tener mi
visión. Pero siempre he tenido mis visiones mientras he estado despierta
- Yo también – dice mi amiga
- Así que me pregunto, ¿es un
mensaje divino, o es mi subconsciente? ¿Y, qué me quiere decir?
- Ves, te estás volviendo loca.
Está todo mal, Mar. Ni siquiera miras a Thiago durante el club, es como si los
dos se estuvieran evitando
- Lo sé – digo – estoy trabajando
en ello
- Me gusta Peter, Mar. En serio.
Pero creo que deberías considerar la posibilidad de que tal vez no deberías de
estar con él, que deberías de estar con Thiago, que es tu destino
- Claro que lo he considerado
Y, por más que le dije a Ángela
que no le diga nada a Thiago, una idea suya que surgió de pronto, ella no pudo
aguantarse.
- Bueno….Mar está teniendo un
nuevo sueño – dice en el club, y yo la miro enojada – tal vez es una visión,
tenemos que averiguar qué es
Thiago me mira, inmediatamente
interesado
- ¿Qué visión? – pregunta
- Puede que sólo sea un sueño –
responde Ángela por mí – pero ya lo has tenido como diez veces, ¿no Mar?
- Siete. Estoy subiendo una colina
– explico – a través de un bosque, pero no como la colina de mí…de nuestra
visión. Es un día soleado, sin fuego, Stefano está ahí, y está usando un traje
por alguna razón. Ángela también está. Y otras personas también… - dudo – y tú
estás ahí
No puedo decirle la forma en qué
él toma mi mano, cómo me susurra directo en mi mente sin decir nada en voz
alta.
- Probablemente sea un sueño –
continúo – como mi subconsciente tratando de decir algo, como mis miedos, tal vez, o esos sueños donde te apareces en el colegio
desnudo
- ¿Cómo luce el bosque? – pregunta
él
- Esa es la parte extraña. Es como
un bosque normal, pero hay esas escaleras en medio de los árboles. Y una reja
- Y, tú, ¿has tenido algún sueño
extraño? - pregunta Ángela - ¿alguna
clave para agregar a esta locura?
Thiago finalmente aparta su
mirada hacia mi amiga.
- Ningún sueño
- Bueno, personalmente creo que es
más que un sueño – dice ella – porque no ha terminado
- ¿Qué?
- Tú propósito
Cuánta razón tiene. Esto no ha
terminado.
Esa noche, cuando ingreso a mi
habitación, hay alguien afuera de mi ventana. Por un segundo pienso en
Samjeeza, viniendo por mí y mi madre después de lo que le hicimos. Hace unos
días había vuelto a sentir la tristeza de nuevo y tuve que llamar a mi madre
para poder calmarme. Pero, ¿por qué estaría esperándome justo ahí? Camino,
acercándome a mi ventana y me doy cuenta que no es él. Es Thiago. Puedo sentir
su presencia tan plena como el día. Ha venido a decirme algo, algo importante.
Suspiro, me pongo una polera y abro
la ventana.
- Hola – lo llamo
Lo veo sentado en el techo, así
que subo y me siento a su lado. Está haciendo un frío fuerte, así que
inmediatamente envuelvo mis brazos alrededor de mí misma e intento no temblar.
- ¿Frío? – pregunta y yo asiento
- ¿Tú no? – se encoge de hombros
- Un poco
- Ángela dice que los ángeles de
sangre deberían de ser inmunes al frío – digo y él sonríe
- Tal vez ese poder sólo se aplica
a ángeles maduros
- Ey, ¿me estás llamando inmadura?
- No – dice, sonriendo ampliamente
– no me atrevería
- Bien. Porque yo no soy el que
espía en la ventana de otra persona
- No estaba espiando – protesta
- Sabes, han inventado algo
estupendo – digo – se llama celular
- Claro, porque nosotros tenemos
conversaciones asombrosas por teléfono
Hay un silencio por unos
segundos, luego ambos empezamos a reír. Tiene razón, no sé porque es más fácil
cara a cara, pero lo es.
- En tu sueño, la reja que
mencionaste – dice, mirándome – es una cerca de alambre, a la derecha, mientras
subes la colina
- Sí, como sabes….
- Y las escaleras que ves, tienen
una baranda de la cual sostenerse, de metal
- Sí
- A la izquierda, detrás de los
árboles, hay una banca de piedra – continúa – y un rosal, plantado al costado
- ¿También tienes el sueño? –
susurro
- No como el tuyo, quiero decir,
un sueño como aquel todo el tiempo, pero.. – suspira – no estoy acostumbrado de
hablar sobre esto
- Está bien..
- No, quiero decírtelo. Deberías
saberlo. Pero no quería decírtelo en frente de Ángela. Mi madre falleció – dice
– cuando tenía diez años. Ni siquiera sé que sucedió, a mi tío no le gusta
hablar sobre ello, pero creo….creo que fue asesinada por un Alas Negras. Un día
ella estaba ahí, haciéndome mis tostadas para el desayuno, llevándome al
colegio, besándome en frente de mis amigos en el colegio y avergonzándome… - se
quiebra su voz y se aclara la garganta, mirando hacia otro lado – luego, me
sacan se clase, me dicen que hubo un accidente. Y ella ya se ha ido. Me dejaron
ver su cuerpo, pero ella no estaba adentro, era solo…un cuerpo – me mira y sus
ojos están brillando – su lápida es una banca, una de color blanco, debajo de
los árboles
- ¿Qué?
- Es el Cementerio de Aspen Hill –
dice – no es un cementerio real, osea sí, pero tiene parte de bosque, este
lugar hermoso donde todo es silencioso. Probablemente sea el lugar más hermoso
que conozca. A veces voy ahí a pensar, y… - y hablar con su madre – así que
cuando dijiste eso de las escaleras y la colina y la reja, lo sabía
- Tú sabías que estaba soñando con
el cementerio – digo
- Lo siento – susurra
Lo miro, intentando contener las
lágrimas, entendiendo todo, los trajes, yo vestida de negro, todos caminando en
la misma dirección, la tristeza que siento, la manera en que todos me miran, la
forma en que Thiago me reconforta. Todo tiene sentido. No es la tristeza de un
Alas Negras lo que siento en el sueño. Es la mía.
Alguien que amo va a morir.
Primero gracias por avisarme que subiste
ResponderEliminarDe verdad, que cada vez me tenes mas enganchada che ....
La otra la ame mal pero esta es mucho mejor ( bah, para mi )....
Me dejaste helada!!!!!!!! no quiero que se muera alguien pero por lo que puedo llegar a pensar puede ser Peter o la mama de lali, no quiero !!!!!!!!!!
Me encantaaaaaaa :D
ResponderEliminarme tinca que peter o la mama de lali es el que muere
ya quiero ver mas nove ojala dejes otroo
saludos :)
No!! No quiero q nadie se muera!! Más!!
ResponderEliminarMe avisas cuando publiques!
@vale_cadenas
Porfabor queno muera peter!!!!! Sino vaya. Mierda
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