Pero, seguía
intrigada por Peter. Su marca de nacimiento, sobre todo. Pero también el hecho
de que haya sentido una presencia ayer por la noche en mi habitación. Era algo
absurdo de pensar que fuese Peter quién me había espiado, pero no podía dejar
de pensarlo. Ante el pensamiento, busqué
dentro de mi mochila y saqué dos pastillas para luego tomarlas de un solo
trago.
Mientras
digería, vi por el rabillo del ojo que Peter alzaba sus cejas. Consideré
explicarle que era anémica y tenía que tomar hierro todos los días,
especialmente cuando estaba bajo estrés. Pero, lo pensé mejor. Mi condición
médica era una vulnerabilidad que mejor la mantenía en secreto.
-¿Lali?
El entrenador
estaba al frente de mí, esperando mi respuesta. Me enrojecí.
-¿Puede
repetir la pregunta, por favor?
-¿Qué
cualidades buscas en un novio ideal? – preguntó el entrenador, con algo de
irritación
-¿Novio ideal?
-Vamos, no
tenemos toda la tarde
Escuché a
Cande riéndose de mí mientras mi garganta se secaba.
-¿Quiere que
le haga una lista de…?
-Novio ideal,
sí
Sin pensarlo,
miré de reojo a Peter. Estaba recostado en su asiento, estudiando con
satisfacción. Lanzó su sonrisa pirata y habló con sus labios, sin emitir voz: Estamos esperando.
-Nunca había
pensado en eso antes
-Bueno, piense
rápido
-¿Puede
preguntarle primero a otra persona?
-Entonces, tú
Peter
Lo contrario a
mí, Peter habló con confianza. Estaba posicionado de tal manera que su cuerpo
estaba angulado hacia el mío, nuestras rodillas estaban a centímetros de
distancia.
-Inteligente,
atractiva y vulnerable
El entrenador
empezó a escribir aquellas palabras en la pizarra.
-¿Vulnerable? –
preguntó - ¿Cómo así?
-¿Esto tiene
que ver con lo que estamos estudiando? – preguntó Cande – Porque no encuentro
nada acerca de características deseadas en una pareja en ninguna pare del libro
-Todo animal
en el planeta atrae a su pareja con el objetivo de reproducirse – dijo el
entrenador, dejando de escribir – la atracción es el primer elemento de la
reproducción de los animales, incluido los humanos. ¿Por qué no nos da su
lista, señorita Vetrano?
-Guapo, con
dinero, tolerante, protector y solo un poco peligroso – dijo Cande, alzando
cinco dedos
-El problema
con la atracción humana es que no se sabe si es mutua – dijo Peter, riéndose
-Excelente
punto – dijo el entrenador
-Los humanos
son vulnerables – continuó Peter – porque se les puede hacer daño – golpeó su
rodilla contra la mía y lo miré sin entender el gesto
-La
complejidad de la atracción y reproducción humana es una de las características
que nos separa de las demás especies –
agregó el entrenador – así, antes del sexo viene la atracción, pero después de
ésta viene el lenguaje corporal. Tienen que comunicarse hacia un novio ideal,
pero no en palabras, sino con el cuerpo. A ver, Peter – dijo el entrenador,
apuntándolo – digamos que estás en una fiesta. La habitación está llena de
chicas de todas las formas y tamaños. Ves rubias, morenas, pelirrojas y un par
de chicas con cabello negro. Algunas hablan, otras son más tímidas. Has
encontrado a la chica que es perfecta para tu perfil – atractiva, inteligente y
vulnerable. ¿Cómo le demuestras que estás interesado?
-Le hablo
-Bien. Ahora,
nuestra gran pregunta - ¿cómo sabes si ella está jugando contigo o si realmente
quiere que continúes?
-La estudio –
dice Peter – averiguo lo que está pensando y sintiendo. Ella no va a venir de
frente hacia mí y decirme las cosas, por lo que tengo que prestar atención.
¿Voltea su cuerpo hacia mí? ¿Se queda mirando mis ojos y después se aparta? ¿Se
muerde el labio y juega con su cabello de la forma en que Lali lo está haciendo
ahora mismo?
Las risas resonaron
en la habitación y dejé caer mi mano.
-Ella es un
juego – dijo Peter, golpeando mi pierna de nuevo
Me sonrojé.
-¡Muy bien! ¡Muy
bien! – dijo el entrenador, sonriendo
-Los vasos
sanguíneos en la cara de Lali se están ampliando y su piel se está calentando –
dijo Peter – ella sabe que está siendo evaluada. Le gusta la atención, pero no
sabe muy bien cómo manejarla
-No me estoy
sonrojando
-Está nerviosa
– dijo Peter – se está agarrando el brazo para que no se fijen en su rostro,
sino en su cuerpo, o tal vez en su piel. Ambos son buenos puntos
Está
bromeando, me dije a mí misma. No, está loco. Coloqué mis manos encima de la
mesa, alcé mi mentón e intenté reflejar que aún poseía dignidad.
-Esto es
ridículo
Estirando su
brazo con exagerada lentitud, Peter lo colgó en el respaldo de mi silla y la
clase empezó a reír. Pero, a él no pareció importarle, me miró tan intensamente
que parecía como si hubiese creado un mundo privado que nadie más podía
alcanzar.
Vulnerable, dijo con la boca, sin emitir
voz.
Así que al
finalizar la clase, no dudé ni un segundo en pedirle al entrenador que me
cambie de compañero, pero él se rehusó completamente. Y, cuando le conté a
Cande, ella no hizo más que reír, se había divertido con nuestra “atracción” en
la clase de biología. Incluso insistía en que él quería algo conmigo porque
siempre me seguía a dónde iba. No estaba del todo segura sobre su teoría.
De regreso a
casa, después del colegio, dejé que mis pensamientos se dirigieran hacia Peter.
Cande tenía razón, algo en él era extraño y extremadamente misterioso. El hecho
que era completamente mi antagónico me volvía loca.
Cuando estaba
por la mitad del camino, empezó a llover y las luces de los postes empezaron a
parpadear. Un frío recorrió la parte de atrás de mi cuello. Mi sexto sentido
estaba en alerta y me pregunté a mí misma si no me estaban siguiendo. Pero no
había nada atrás, ni un auto. Estaba completamente sola. Así que aceleré la
velocidad. Me detuve en el semáforo y luego cuando dio verde, volteé en una
intersección.
Escuché el
impacto antes de registrar la silueta oscura arrastrándose sobre el capó del
auto. Grité y presioné inmediatamente el freno. Por impulso, doblé a la derecha
y eso hizo que la silueta ruede y desaparezca. Para cuando se me apagó el auto,
estaba aguantando la respiración y agarrando con fuerza el timón. Aquella
persona estaba a unos pasos del auto, mirándome. Y no se veía para nada…herido.
Estaba vestido completamente de negro y era difícil verlo. Al principio no
podía distinguir ninguna característica de su rostro, pero luego me di cuenta
que llevaba puesta una máscara.
Se puso de pie
y cortó la distancia entre los dos. Colocó sus palmas en la ventana del conductor.
Nuestros ojos se conectaron a través de los huecos de su máscara. Lanzó una
sonrisa letal. Golpeó la ventana y ésta vibró. Cuando me di cuenta que ahora
intentaba abrir la puerta, prendí el auto de nuevo. Cuando estaba por acelerar,
su mano rompió la ventana y me cogió por el hombro. Chillé y apreté el
acelerador. Él me siguió hasta que aumenté la velocidad y no pudo aguantar el
paso.
woooooow quedo demasiado bueno
ResponderEliminarQue es esto??? No entiendo peter??? Más!!
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