viernes, 3 de agosto de 2012

Santificado: Veintiuno

La parte donde te beso

Y, por más que quise decirle la verdad sobre mi padre a Peter, no lo hice. Ya está lo suficientemente involucrado en todo el tema de ángeles, además que está la discreción. No fue necesario decirle a Ángela porque ella apenas vio a mi padre supo de inmediato que era un ángel, y por supuesto que no podía dejar de estar emocionada. Con Thiago sucedió lo mismo, apareció por la noche en mi ventana y fue un poco incómodo dejarlo entrar a mi habitación, sobre todo después de que mi papá nos interrumpa. Fue aún más raro que mi padre no me haya dicho nada sobre tener un chico en el cuarto, asumiré que en el cielo tienen otras “reglas”.

Al día siguiente, apenas terminaron las clases, me dirigí hacia mi locker, esperando a Thiago. La noche anterior me había dicho que me quería llevar a un lugar importante; la duda me carcomía. Estaba nerviosa y dudosa.

- ¿Estás lista? – asiento

Caminamos con el sol resplandeciendo. Thiago quita la seguridad a su auto e ingreso al mismo. Intento no observar si Peter está cerca, me llamó el día anterior e intentamos conversar sobre mi padre, pero ninguno de los dos tenía mucho por decir. Simplemente no puedo contarle la verdad, aunque él ya se haya dado cuenta; sería muy peligroso para él, sobre todo estando Sam cerca. Igual, está ocupado, tiene una competencia ahora en la tarde. Además, nunca me preguntó qué haría ahora y yo tampoco lo compartí.

- Thiago…. – empiezo a decir cuando ya hemos avanzado y leo un letrero del Cementerio Aspen Hill
- Está bien, Mar – dice, estacionándose y abriéndome la puerta del auto – confía en mí

Sostengo su mano y me ayuda a salir. Es hermoso aquí. Los árboles verdes, los pájaros susurrando, la vista de las montañas a la distancia. Thiago me lleva hacia el bosque, pasando por varias tumbas con nombres y fechas hasta que llegamos a unas escaleras de concreto, en medio del bosque. Mi corazón salta cuando lo veo, un campo de jardín, el que se ve en mi sueño. Me muerdo con fuerza mi labio y siento un poco de sangre. Pero, no me voy, me quedo aquí junto a Thiago.

- Por aquí – dice él, sosteniendo gentilemente mi mano

Caminamos, no hacia la cima, no donde estará el hueco en la tierra para la tumba de mi madre, sino al lado de la cima, hacia una banca llena de flores blancas. Thiago vi la rosa y empieza a reír, soltando mi mano.

- Pensé que dijiste que está flor nunca florecía – digo

“Amada madre, hermana devota, amiga confiable”, leo en la inscripción de la banca. Hay una placva también, con el nombre de la mamá de Thiago.

- No florece – responde Thiago – hoy es la primera vez

Toma un gran respiro y toca la flor. Luego me mira. Hay tanta emoción en él en este momento que intento cerrar la puerta entre nosotros para no sentir lo que pasa por él, pero es demasiado. Hay algo que él quiere, no, que necesita decirme.

- Mi madre tenía un hermoso cabello – dice

Bueno, no esperaba que dijera eso.

- Era rubio pálido. Solía verla mientras se peinaba. Tenía ojos verdes y le gustaba cantar. Cantaba todo el tiempo.

Se sienta en la banca y yo me quedo de pie un minuto, mirándolo perderse en la memoria de su madre.

- Pienso en ella todos los días – continúa – y la extraño. Cada día
- Lo sé
- Quiero que sepas, que estaré ahí. Cuando te suceda, estaré a tu lado todo el tiempo, si me dejas. Te lo prometo – asiento y me siento a su lado en la banca

Este es el lugar más hermoso de un cementerio. Es pacífico. Pienso en el funeral de mi madre, en que la traeremos aquí a que descanse y la visitaré cada vez que pueda, como hace Thiago. Creo que este es el lugar perfecto para ella, relajado y hermoso, como es ella. Thiago coloca su mano entre la mía de nuevo.

- Estás llorando – coloco mi mano libre en mi mejilla, está en lo cierto, estoy llorando
- Gracias por traerme aquí – digo
- Mar, tengo que decirte algo

Se pone de pie y sigue sosteniendo mi mano al tiempo que se coloca al frente.

- Tu padre es un ángel y tu madre un Dimidius – dice – lo que te hace un Triplare
- ¿Cómo sabes qué es eso? – pensé que era muy secreto
- Mi tío. Cuando tenía diez años me contó sobre los Triplare, lo raros que son, los poderosos que son. Como deben ser protegidos a toda costa - ¿acaso este es su propósito, ser mi guardián? – he estado esperando esto por meses – agrega – pensé que me dirías que era una especie de Alien
- Espera – digo - ¿has estado esperando decirme qué? ¿qué soy un Triplare?
- Lo supe desde que se creó el Club del Ángel – suspira – pero lo sospechaba desde el incendio. No le he dicho esto a nadie, mi tío me lo ha dejado bien en claro. No decirle a nadie, ni siquiera a los demás ángeles de sangre. Dice que no hay nadie en quien podamos confiar. Pero él está equivocado. Aunque eres mala con los secretos, no le has dijiste nada a Peter cuando pensaste que iba a morir. Eres tan fuerte Mar, no tienes ni idea. Eres increíble, eres hermosa y valiente y sarcástica y divertida y creo… - toma un respiro – mis visiones me siguen diciendo una y otra vez que puedo confiar en ti – hay un silencio y espero a que continúe – mi madre era una Dimidius, era tan hermosa que a veces dolía verla, como tú. Y hace como 20 años fue seducida por un Observador, que pensó que podía coleccionar los ángeles de sangre más hermosas del mundo. Y fue así como terminó quedando embarazada de mí

Me han soltado muchas bombas y secretos este año, pero ninguna revelación como la de Thiago. Aquí está él, diciéndome que su padre es un Alas Negras.

- También eres un Triplare, entonces – susurro
- Sí – hay alivio en su voz - ¿no ves lo que significa?

No lo dice, pero lo sé. Nos pertenecemos, somos dos de una especie rara. Designados a cuidarnos el uno al otro, a caminar juntos, sostenidos de la mano, a través de los peligros, la muerte, los incendios, para proteger y ser guardianes y….

- No lo supe al principio, como me sentía acerca de esto. No quería forzarte. Quería que fuese mi elección – continúa – pero cada vez que estoy alrededor de ti, se siente bien. Me siento fuerte, incluso más valiente. Siento la gloria dentro de mí, este poder llenándome. Me siento como si pudiese hacer cualquier cosa, enfrentar todo. Contigo

Desearía que deje de hablar, que el bosque deje de dar vueltas para preguntarme. Mar, ¿qué piensas? Pero no lo sé. Amo a Peter, pienso.

- Lo sé – dice
- ¿Sí?
- Amé a Luna, parte de mí aún lo hace. Mi tío dice que es porque ella fue mi primer amor – pero Peter no es mi primer amor, es mi presente – tuve que escoger – agrega – el año pasado cuando empecé a comprender que mi visión era más que una búsqueda y un rescate de una chica misteriosa. Cuando la visión me enseñó cómo debía ser, la manera en que nos sosteníamos las manos y… nos tocábamos, y cómo me sentía en ese momento, supe que tenía que escoger. No era justo para Luna, así que terminé con ella – cierra los ojos por unos segundos – tuve que escoger – repite – y no entre tú y Luna, sino escoger quién iba a ser yo. Pero ahora….Mar, yo creo…
- Tengo que irme – digo, alejándome de él – no puedo pensar. No puedo escoger – sonríe y siento mariposas en el estómago - ¿qué? – demando - ¿qué pasa ahora?
- No vas a irte – dice
- Mírame
- También he tenido una visión de este lugar – eso impide que me vaya
- ¿También estás teniendo una nueva visión?
- Es aquí mismo – camina hacia mí – ahora mismo, lo he estado viendo por semana y sucede ahora mismo – se detiene al frente de mí – esta es la parte donde te beso

Y ahí es cuando, debajo de los hermosos pinos, de las flores que nos rodean, del sol que resplandece, los pájaros cantando por encima de nuestras cabezas, Thiago me besa por primera vez. Nunca olvidaré cómo sabe. No es algo que pueda describir, es simplemente Thiago, un poco de dulce y bastante picante y se siente, en ese momento, completamente correcto. Su fuego y el mío se combinan y es más grande que el del incendio, más caliente que la llama. Su corazón se coloca debajo de mi palma, eliminando cualquier barrera entre nosotros. No me estaba mintiendo, esta es su visión, lo que ha estado soñando y se ha hecho realidad. Y soy más de lo que él esperaba, de lo que soñaba. Su chica misteriosa, la chica que tenía que encontrar.

Y ahora yo le pertenezco como él me pertenece a mí. Es este pensamiento lo que me trae de vuelta. Me alejo, cortando el contacto entre nosotros.

- No soy tuya – le digo antes de salir corriendo

Lo hago porque si me quedo un segundo más lo voy a besar de vuelta. Lo voy a escoger a él. 

4 comentarios:

  1. No!!! Ah!!!! Me vuelven loca, no termino de entender esto de los ángeles, pq no puede quedarse con peter q obligación hay q sea igual a ella quien la acompañe durante su vida! Me encanta más!

    ResponderEliminar
  2. noononoo me gusta peteeer

    ResponderEliminar
  3. wooooow quedo demasido bueno :D
    sube mas

    ResponderEliminar
  4. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa nooooo yo quiero a peter no a thiago ...no quiero q peter sufra con eso

    ResponderEliminar