Me acaba de pelear con Paula porque se puso a molestar a Cande, le encantaba hacer cualquier broma con tal de molestar. Eso ocasionó que el señor de seguridad de la biblioteca nos calle y nos obligue a salir de la misma. Paula salió por la puerta principal y yo, negada a ir detrás de ella, decidí ir por el elevador. Debajo de la biblioteca había una especie de túnel que salía hacia el estacionamiento del colegio; era ahí hacia dónde me dirigía.
El elevador hizo una pausa y salí
del mismo. El túnel estaba iluminado por luces fluorescentes. Me tomó un
momento forzar a mis pies a caminar. Estaba pensando en la noche en que
asesinaron a mi padre. Me preguntaba si él había estado en una calle tan remota
y oscura como el túnel. Determinada a que el miedo solo estaba en mi cabeza,
avancé. El túnel terminó y una forma oscura se encontraba de pie, unos pasos
más allá.
Me detuve inmediatamente y mi
corazón empezó a latir desbocado. Peter estaba usando una camisa negra, jeans
sueltos y botas. Sus ojos se veían más oscuros que nunca y su sonrisa era
amplia.
-¿Qué estás haciendo aquí? –
pregunté, acercándome hacia él
Él tan sólo me miró y sonrió aún
más. Si la violación, asesinato o cualquier actividad asquerosa estaba en la
mente de Peter, él había encontrado el lugar perfecto.
-Tengo preguntas – dije – un montón
-¿Sobre?
-Sobre todo
-Escuchemos esas preguntas – dijo
-¿Cómo sabías que iba a estar
esta noche en la biblioteca?
-Parecía una buena suposición
-¿Dónde estuviste el Domingo por
la tarde? – pregunté - ¿Me seguiste cuando fui a comprar con Cande?
Puede que él no haya sido el
chico de la máscara, pero no significaba que no estaba involucrado de alguna
manera. Me estaba escondiendo algo desde el día en que nos conocimos.
-No. ¿Por cierto, cómo les fue?
¿Compraron algo?
-Tal vez
-¿Cómo?
Pensé en aquel día. Cande y yo
sólo habíamos ido a Victoria´s Secret. Había gastado treinta dólares en un
encaje negro, pero no iba a decirle aquello. En lugar de eso, le conté lo que
sucedió. Que nos habían seguido y terminó con Cande en la pista, víctima de un
accidente brutal.
-¿Y? – demandé, cuando terminé -
¿Tienes algo qué decir?
-No
-¿No tienes ni idea de lo que le
pasó a Cande?
-De nuevo, no
-No te creo
-Eso es porque tienes problemas
de confianza. Ya hemos pasado por esto
-¿Qué pasó en el Arcángel? ¿Me
salvaste?
-Si te hubiese salvado, no
estaríamos aquí, teniendo esta conversación
-Quieres decir que si no me
hubieses salvado, no estaríamos aquí. Estaríamos muertos
-Eso no fue lo que dije – no tenía
idea a lo que se refería
-¿Por qué no estaríamos aquí?
-Tú aún estarías aquí – hizo una
pausa – probablemente yo no
-¿Qué es lo que pasa? – dije - ¿Cómo
es que puedo escuchar tu voz en mi cabeza? ¿Y por qué dices que viniste al
colegio por mí?
-Estaba cansado de admirar tus
piernas a la distancia
-Quiero la verdad – tragué fuerte
– me merezco completa revelación
-Completa revelación – repitió
con una sonrisa suave - ¿Esto tiene que ver con la promesa que hiciste para
exponerme? ¿De qué estamos hablando exactamente?
No podía recordar de qué
estábamos hablando. Todo lo que sabía es que la mirada de Peter se veía
demasiado sexy. Tuve que romper el contacto de ojos, así que enfoqué mi mirada
en mis manos. Estaban sudando y las deslicé detrás de espalda.
-Tengo que irme – dije – tengo que
hacer tarea
-¿Qué pasó ahí? – dijo, haciendo
un gesto hacia el elevador
-Nada
Antes que pueda detenerlo, tenía
su mano presionada contra la mía. Deslizó sus dedos entre los míos.
-Tus nudillos son blancos – dijo,
pasando su boca encima de ellos – y viniste exaltada
-Déjalo ir. Y no estoy exaltada.
Si me disculpas, tengo tarea…
-Lali – dijo Peter, suavemente
-Me peleé con Paula. ¿Está bien? –
dije, exasperada - ¿Satisfecho? ¿Por favor, me dejas ir ahora?
-¿Paula Recca?
Intenté quitar mis dedos de su
mano, pero Peter tuvo una idea diferente.
-¿No conoces a Paula? – dije,
cínicamente – difícil de creerlo, considerando que vienes a este colegio. Y que
eres hombre.
-Cuéntame sobre la pelea – dijo
-Dijo que Cande era una idiota
-¿Y?
-Y yo la llamé una cerda
anoréxica – Peter aguantó la risa
-¿Eso es? ¿Nada de golpes? ¿O de
jaladas de cabello? – lo fulminé con la mirada - ¿Voy a tener que enseñarte
cómo pelear, Ángel?
-Puedo pelear – mentí y esta vez
sí sonrió – de hecho, he tenido clases de boxeo – una sola vez
Peter alzó su mano libre como
objetivo.
-Dame un golpe. Lo más fuerte que
puedas
-No soy una fan de la violencia
-Estamos aquí completamente
solos. Un chico como yo podría tomar ventaja de una chica como tú. Mejor
enséñame lo que tienes
Me aparté apenas y visualicé la
moto de Peter.
-Déjame llevarte a casa – se ofreció
-Caminaré
-Es tarde y está oscuro –
insistió
Tenía un punto. O dejaba que
Peter me llevase o me arriesgaba a la oportunidad que había que haya alguien
ahí afuera.
-Gracias por traerme – dije,
cuando llegamos a casa
-¿Qué harás el sábado por la
noche?
-Tengo una cita con lo usual –
dije
-¿Lo usual?
-Tarea
-Cancela
Me sentía más relajada. Peter era
cálido y sólido y olía fantástico. Por primera vez en todo el día me sentía
segura. Excepto que Peter me había encontrado en el túnel y probablemente me
estaba acosando. Tal vez no era tan seguro.
-No salgo con extraños – dije
-Buena cosas por hacer. Te
recogeré a las cinco
Ya lo he dicho me encanta esta novela!!! Más!!
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