viernes, 17 de agosto de 2012

Ángeles Caídos I: Dos

Vivo con mi mamá en una casa al estilo antiguo. Dorotea, el ama de llaves, también nos acompaña desde que soy pequeña, ella es como mi segunda mamá. Como mi madre viaja bastante por el trabajo, Dorotea se encarga de estar pendiente de mí, aunque a veces es sobreprotectora.

-¿Cómo estuvo el colegio? – me pregunta Dorotea, mientras va lavando algunos platos
-Tengo un nuevo compañero en mi clase de biología
-¿Y eso es bueno o malo?
-Cande era mi antigua compañera de asiento
-Entonces, es algo malo – suspiro – cuéntame acerca de esta chica, ¿cómo es?
-Bueno, en realidad es un hombre. Es alto, oscuro y molestoso

No me había gustado lo que había visto por fuera de Peter y dudaba que me gustase cómo era por dentro. Aunque, eso no era exactamente cierto. Me había gustado bastante lo que había visto. Sus músculos en sus brazos, sus hombros relajados y una sonrisa que era juguetona y seductora.

A las nueve de la noche, Dorotea terminó de hacer sus cosas y se fue para su casa. Salí a la entrada de la casa a despedirme de ella y luego cerré todo con llave, mi madre estaba de viaje y me había quedado sola. Así que hice una lista de las emociones que sentía: no tenía hambre, ni estaba cansada, ni siquiera me sentía sola. Pero sí preocupada por mi trabajo de Biología. Le dije a Peter que no lo llamaría y hasta ahora había cumplido, pero Biología era el curso más difícil y empecé a dudar.

Fui a la cocina y levanté el teléfono. Miré los números que aún estaban escritos en mi mano. Esperaba que Peter no contestase mi llamada así podía convencer al entrenador que me cambie de compañero. Con esa esperanza, marqué el número. Pero, Peter respondió al tercer llamado.

-¿Qué sucede?
-Estoy llamando a ver si podemos reunirnos esta noche. Sé que me dijiste que estabas ocupado, pero…
-Lali, pensé que no ibas a llamar. Nunca
-Bueno, ¿podemos juntarnos o no?
-Como verás, no puedo
-¿No puedes o no quieres?
-Estoy en mitad de un juego de billar – sabía que estaba sonriendo – un juego muy importante de billar
-¿Dónde estás?
-En los “Juegos de Bo”. No es tu clase de sitio
-Entonces hagamos la entrevista por teléfono. Tengo una lista de preguntas…

Me colgó. Me quedé mirando el teléfono sin poder creerlo, luego corté un pedazo de papel de mi cuaderno. Escribí: Idiota, fuma cigarros, morirá de cáncer (espero que pronto), excelente forma física.

Cuando vi el reloj, eran las 9:05. Tenía dos opciones, o inventaba mi entrevista con Peter o conducía hasta los “Juegos de Bo”. La primera opción era tentadora, pero el entrenador había dicho que iba a verificar que las respuestas sean ciertas. ¿Y, la segunda opción? Nada tentadora. Finalmente, luego de pensarlo, decidí dejarlo a la suerte; así que saqué una moneda y la lancé. Cuando salió cara, suspiré. Aquello significaba que tenía que ir a buscar a Peter.

Los “Juegos de Bo” no quedaba tan cerca como creía. El lugar era como una especie de bar con juegos de salón como billar y póker. Había grafiti por las paredes y la verdad es que la zona me daba un poco de miedo, hasta nauseas. Intenté mantener mi mente alejada y salí del auto, después de haber verificado que todas las puertas estuvieran con seguro.

Me puse en la cola de espera. Cuando me di cuenta que la gente estaba pagando su entrada y yo no tenía dinero suficiente, me pasé la masa de personas.

-¿Crees que puedes entrar gratis? – me preguntó un muchacho lleno de tatuajes
-No estoy aquí para jugar – dije – estoy buscando a alguien – él gruñó
-No vas a poder pasar si no me pagas

No tenía dinero y si lo tuviera, no iba a pagar para pasar cinco minutos interrogando a Peter sobre su vida personal. Sentí una oleada de enojo por haber ido hasta ahí por gusto. Sólo necesitaba encontrar a Peter, así le hacía las preguntas afuera. No podía irme con las manos vacías.

-Si no regreso en dos minutos, pagaré los quince dólares – dije

Antes de que me diga algo, hice algo que nunca había hecho: me metí dentro del local, con mis ojos buscando por todos lados a Peter. Sin duda, el muchacho me siguió.

-¡Ey!

Sin hacerle caso, fui al sótano ya que no encontraba a Peter en el primer nivel. Abajo, había varias mesas de póker, todas en uso. El cigarro estaba por doquier y me estaba abrumando. Por suerte, también había mesas de billar y en una de ellas, estaba Peter, recostado contra la mesa, intentando golpear una bola.

-¡Peter! – lo llamé

Al mismo tiempo, él golpeo la bola sin lograr ningún resultado bueno. Alzó su cabeza y me miró con una mezcla de curiosidad y sorpresa. Pero, justo el muchacho me alcanzó y puso una mano en mi hombro.

-Arriba. Ahora

Peter nos miró y sonrió. Es difícil saber si era una sonrisa burlona o amistosa.

-Ella está conmigo

El muchacho soltó su agarre y yo aproveché para acercarme a Peter. Inmediatamente me di cuenta que había algo diferente en él. ¿Qué era? ¿Más ánimo? No, más confianza, más libertad para ser él mismo. Y esos ojos grises me estaban mirando intensamente. Eran como imanes que me llevaban hacia él. No sabía qué era, pero algo sobre Peter no estaba bien, algo sobre él no era normal….no era seguro.

-Perdón por haberte colgado – dijo, acercándose a mi lado – la señal no es buena aquí

Sí, claro.

Con un movimiento de cabeza, Peter les dijo a los demás que se vayan. Hubo un silencio incómodo mientras todos se movían.

-¿Cuánto están pagando? – pregunté, intentando decir algo

Esta vez, él sonrió ampliamente y supe que se estaba burlando.

-Nosotros no jugamos por dinero
-Qué mal. Iba a apostar todo lo que tenía contra ti – saqué mi cuaderno – un par de preguntas y me voy de aquí
-¿Idiota? – leyó en voz alta lo que había escrito - ¿cáncer? ¿se supone que eso profético?
-¿Cuántos cigarros por noche? ¿Uno? ¿Dos?
-No fumo – sonaba sincero, pero no le creí
-Mmm – dije

Accidentalmente, mientras escribía Definitivamente cigarros, moví las bolas de la mesa de billar.

-Estás malogrando el juego – dijo Peter, aún sonriendo

Miré sus ojos y no pude evitar sonreír también.

-¿Mayor sueño?
-Besarte
-Eso no es gracioso – dije, mirándolo a los ojos
-No, pero hizo que te sonrojes

Me senté en la esquina de la mesa, intentando parecer imperturbable. Crucé mis piernas, usando mi rodilla como una mesa de escribir.

-¿Trabajas?
-Trabajo de mesero en un restaurante mexicano
-¿Religión?

No se sorprendió ante la pregunta.

-Pensé que dijiste un par de preguntas. Ya vas por la cuatro
-¿Religión? – volví a preguntarle
-No es religión, sino culto
-¿Perteneces a una secta?
-Verás…necesito un sacrifico de una chica saludable. Estoy planeando que ella primero confíe en mí, pero si ya estás lista… - dejé de sonreír
-No estás impresionándome
-Ni siquiera lo estoy intentando

Me puse de pie y me acerqué a él. Me llevaba como una cabeza; sí, por algo soy la petiza de toda la vida.

-Cande me dijo que deberías estar en tu último año. ¿Cuántas veces has repetido biología de décimo grado? ¿Una? ¿Dos?
-Cande no sabe nada
-¿Estás negando haber reprobado?
-Te estoy diciendo que no fui al colegio el año pasado
-¿Dónde estabas?
-¿Un secreto? – dijo él, en tono confidencial – nunca he ido antes al colegio. ¿Otro secreto? No es tan tonto como esperaba

Estaba mintiendo. Todos iban al colegio, había reglas.

-Crees que estoy mintiendo – dijo, con una sonrisa
-¿Nunca has ido al colegio? Si eso es cierto, que no creo, ¿qué te hizo venir este año?
-Tú

El impulso de sentir miedo llenó mi cuerpo y eso era exactamente lo que quería Peter. Por eso, intenté sonar enojada.

-Esa no es una verdadera respuesta

Debe de haber tomado un paso hacia mí, porque de pronto nuestros cuerpos estaban separados por apenas un pedazo de aire.

-Tus ojos, Lali. Son realmente irresistibles. Y esa boca matadora

Retrocedí.

-Eso es todo. Me voy

Pero apenas las palabras salieron de mi boca, sabía que no eran ciertas. Sentía la urgencia de decir algo más. Las preguntas revoloteaban en mi cabeza. ¿Por qué tenía que ser tan burlón? ¿Y, por qué tenía que actuar como si le hubiese hecho algo?

-Parece que sabes un montón de mí – dije – más de lo que deberías. Parece que sabes qué decir para hacerme sentir incómoda
-Lo haces fácil
-¿Estás admitiendo que haces esto a propósito?
-¿Esto?
-Esto…provocarme
-Di, “provocarme” de nuevo. Tu boca se ve provocativa cuando lo dices
-Terminamos. Sigue jugando billar – agarré su palo de billar y lo empujé contra su cuerpo, pero él no me lo quitó – no me gusta sentarme a tu lado, no me gusta ser tu compañera, ni me gusta tu sonrisa

Mi mentón tembló y eso sólo pasaba cuando mentía. Me preguntaba si lo estaba haciendo ahora, porque sí era cierto, estaba en problemas.

-No me gustas - agregué
-Me agrada que el entrenador nos haya puesto juntos – dijo y cogió el palo de billar
-Estoy trabajando para que eso cambie

Peter pensó que esto era tan gracioso que empezó a sonreír de nuevo. Se acercó a mí y antes de que pueda moverme, quitó algo de mi cabello.

-Un pedazo de papel – explicó

Cuando bajó su mano para dejar caer el papel, noté la marca en su muñeca. Al principió asumí que era un tatuaje pero luego me di cuenta que era una marca de nacimiento.

-Ese es un lugar muy desafortunado para una marca – dije, algo nerviosa al notar que era bastante similar a la que yo tenía
-¿Prefieres que sea en un lugar más privado?
-No me importa tu marca
-¿Más preguntas? ¿Comentarios?
-No
-Entonces te veré en Bio

Esa noche, un sonido me despertó. Mi madre siempre se iba de viaje así que estaba acostumbrada a dormir sola; además, hace meses que vivía escuchando sonidos. Desde que asesinaron a mi padre en la calle, sentía que alguien me seguía, como si estuviese observándome, a la distancia. Volteando apenas mi cara, vi una sombra formarse en el suelo. Me moví para mirar la ventana, y sólo estaba la luna mostrando su inmensa luz; no había nada. Así que me recosté de nuevo y me tapé con la almohada, pensando que había sido sólo la sombra de la luna o las nubes. Aunque, me pasé varios minutos intentando calmar mi pulso.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho este peter! La historia me fascina! más!

    ResponderEliminar
  2. me encantaaaaa
    sube mas y ojala sea mas seguido :D
    tiene algo que ver la marca??
    nose nada del libro jajajaja
    saludos

    ResponderEliminar