Ángeles Caídos #2: Capítulo 8 (Parte 1)

Cande estuvo fuera de la silla primero.

La seguí hasta las puertas del restaurante, donde nos expusimos al sol resplandeciente. Tapando nuestros ojos, buscamos alrededor. Trotamos hacia la arena, e hicimos lo mismo. Las personas estaban en la playa, pero no veía ninguna cara familiar.

-¿Crees que fue una broma? – dije, con mi corazón latiendo desaforado.

-No me estoy  riendo.

-¿Fue Benjamín?

-Tal vez. Él justo estuvo aquí, después de todo.

-¿O Paula?

-¿Cómo una broma? Tal vez.

¿Pero, Paula era tan cruel? Esto involucraba más que un comentario hiriente. La nota, el anillo, incluso la forma de mandarla. Eso se veía planeado. Paula parecía ser la clase de persona que se aburría a los cinco minutos de planear algo. 

-Vayamos al fondo de esto – dijo Cande, caminando hacia el restaurante – Necesitamos hablar – dijo, cuando nos encontramos con el chico que nos había dado el sobre - ¿Cómo se veía el chico? ¿Pequeño? ¿Alto? ¿Cabello marrón? ¿Rubio?

-Estaba usando un sombrero y lentes de sol. ¿Por qué? ¿Qué había en el sobre?

-Vas a tener que decir más que eso – dijo Cande - ¿Exactamente qué estaba usando? ¿Había alguna marca en su gorro? ¿Tenía vellos en la cara?

-No recuerdo – dijo el chico – Un sombrero negro. O tal vez marrón. Creo que estaba usando jeans.

-¿Crees?

-Vamos – dije, cogiendo a Cande del brazo – Él no lo recuerda. Gracias por tu ayuda – le dije.

-¿Ayuda? – dijo Cande – No ayudó en nada. ¡No puede aceptar sobres de cualquier chico y no recordar cómo se veía!

-Pensó que era mi novio – dije.

-¡Lo hice! ¡Lo siento! – dijo el chico - ¡Pensé que era un regalo! ¿Había algo malo en el sobre? ¿Quieren que llame a la policía?

-Queremos que recuerdes cómo se veía el psicópata – dijo Cande.

-¡Jeans negros! – gritó el chico de pronto – Recuerdo que estaba usando jeans negros. Quiero decir, estoy casi segura.

-¿Casi segura? – reprochó Cande.

La jalé afuera y hacia la acera. Después que tuvo un tiempo para enfriar su cabeza, la solté.

-Bebé, lo siento. Debí ver el sobre primero. Las personas son estúpidas. Y quién sea que te haya dado ese sobre es el más estúpido de todos. 

-Escucha, necesito hablar contigo. Ayer pensé que vi a mi papá. Aquí.

Cande me miró, pero no dijo nada.

-Era él, Cande. Era él.

-Bebé… - empezó.

-Creo que aún está vivo. 

El cajón de mi padre estuvo cerrado. Tal vez hubo un error, un malentendido, y no fue mi papá quién falleció esa noche. Tal vez estuvo sufriendo de amnesia, y por eso no había venido a casa. Tal vez algo más estaba evitando que eso suceda.  O alguien….

-No sé cómo decir esto – dijo Cande, mirando hacia arriba, a cualquier lugar menos a mí – Pero, él no va a regresar.

-¿Entonces, cómo explicas lo que sé? – dije, a la defensiva.

-Fue alguien más. Algún otro hombre que se parece a tu papá.

-No estabas ahí. ¡Lo vi! – no quería gritar, pero no quería parecer loca. 

Hace dos meses yo creí que había muerto y aquí estaba, viva. Había una chance de que mi papá también estuviese vivo. Ayer lo había visto. Tal vez estaba tratando de comunicarse conmigo, mandarme un mensaje. Él quería que yo sepa que él aún estaba vivo.

-No hagas esto – dijo Cande, sacudiendo su cabeza.

-No me voy a rendir. No hasta saber la verdad. Necesito encontrar qué pasó esa noche.

-No, no necesitas. Deja que el fantasma de tu padre descanse. Enterrar esto va a cambiar el pasado, va a ser que lo revivas.

¿Cómo iba a relajarme sin saber la verdad? Cande no entendía. Ella no había perdido a un padre, no había quedado sola, con su familia apartada. Ella aún tenía todo. La única cosa que me quedaba era esperanza.

***

No quería dejarlas sin postear algo más...es todo lo que pude traducir/adaptar, se me hizo bastante tarde.

Me van a disculpar, porque mañana no voy a poder postear, estaré todo el día fuera de casa. Pero el domingo prometo traer capítulo :) 

Mil gracias por leer y comentar