lunes, 17 de diciembre de 2012

Ángeles Caídos #2: Capítulo 9

-¿Realmente acabo de ver eso? – susurró Cande - ¿Realmente acabo de ver a Paula subirse al auto de Peter?

Abrí mi boca para decir algo, pero sentí como si tuviera algo atracado en la garganta.

-¿Soy yo o literalmente podías ver su trusa negra debajo de su vestido?
-Ese no era un vestido – dije, inclinándome contra un edificio para no caerme.
-Estaba tratando de ser optimista, pero tienes razón. Ese no era un vestido. Ese era un tubo pegado a su cuerpo. La única cosa que permitía que éste no se suba es la gravedad.
-Creo que me estoy enfermando – dije.

Cande me empujó por los hombros, forzándome a sentarme en la acera.

-Respira profundamente.
-Él está saliendo con Paula – dije.
-Paula se lanza – dijo Cande – Es la única razón. Ella es una cerda, una rata.
-Él me dijo que algo estaba pasando entre los dos.
-Peter es un montón de cosas, pero la honestidad no es uno de sus fuertes. Esto no es tu culpa. Él es el idiota que se aprovechó de ti.
-Necesito ir a casa – dije, mi voz sin emoción.
-Nada de ir a casa – dijo Cande, levantándome – Vamos a entrar.
-Cande…
-¡Cande nada! No vas a estar sufriendo por Peter. 

Caminamos a la línea, juntándonos con la multitud. Pagué los diez dólares, al igual que Cande, quién también había traído su identificación falsa. Adentro, todo era completamente oscuro, la música muy fuerte para pensar, cosa que ayudaba en estos momentos. Había una barra al fondo, pintada de negro, con barras de metal y luces que colgaban del techo, y Cande y yo nos deslizamos en dos bancas vacías.

-¿Identificación? – preguntó el chico detrás de la barra.

Cande sacudió su cabeza.

-Sólo una coca-cola de dieta.
-Yo tomaré lo mismo – agregué.
-¿Viste eso? – dijo Cande, golpeando suavemente mis costillas – Él preguntó por nuestras identificaciones. ¿Qué tan genial es eso? Apuesto que quería saber nuestros nombres, pero es muy tímido como para preguntar.

El chico del bar llenó dos vasos y los colocó en frente de nosotros.

-Es muy bajo para mí, de todos modos – agregó.
-¿Has visto a Benjamín? – pregunté, intentando ver entre la multitud, él ya debería de estar aquí.
-Eh. ¿Adivina quién acaba de entrar? – los ojos de Cande miraban por encimad e mi hombro y su expresión se oscureció -Paula Recca.
-¡Pensé que se había ido! – sentí una corriente de enojo - ¿Peter está con ella?
-Negativo.
-Estoy calmada. Puedo manejarlo. No creo que nos vea, de todos modos. Y si lo hace, ella no va a venir a hablarlos. Tal vez hay una explicación extraña de por qué subió a la camioneta.
-¿También hay una explicación extraña de por qué está usando su gorra?

Me volteé de un envión. Paula estaba caminando entre la multitud, su cola de caballo colgando fuera de la gorra de Peter. Si esa no era evidencia de que estaban juntos no sabía qué era.

-Voy a matarla –le dije a Cande, volteando de nuevo.
-Claro que lo harás. Y aquí está tu mejor oportunidad. Ella está caminando hacia aquí.

Un momento después, Paula se sentó a mi lado. Se sacó la gorra de Peter y sacudió su cabello, luego presionó la gorra contra su rostro, inhalando profundamente. 

-¿Acaso él no huele maravilloso?
-Ey, Lali – dijo Cande - ¿Peter no tenía piojos la semana pasada?
-¿Qué es esto? – preguntó Paula? - ¿Una especia exótica? ¿O tal vez…menta?

Bajé mi vaso un poco más fuerte de lo normal, y unas gotas de coca-cola cayeron en la barra.

-Eso es muy lindo de tu parte – le dijo Cande a Paula – Reciclar la basura vieja de Lali.
-Basura caliente es mejor que basura anoréxica – dijo Paula.
-Lávate esto – dijo Cande.

Inmediatamente, cogió mi coca-cola y la lanzó sobre Paula. Pero alguien de la multitud cogió a Cande, así que en lugar que ésta caiga sobre Paula, salpicó sobre las tres.

-¡Mira lo que hiciste! – dijo Paula, saltando de la silla - ¿Sabes cuánto cuesta este vestido? Doscientos dólares.
-Ya no vale eso – dijo Cande – Y no sé por qué te estás quejando. Apuesto a que lo compraste con descuento.
-¿Sí? ¿Y? ¿Cuál es el punto?
-Contigo, que lo que ves es lo que obtienes. Y veo barato. Nada es más barato que comprar con descuento. 
-Nada es más anoréxico que tú. Estúpida, llena de huesos.
-Estás muerta. ¿Me escuchaste? Muerta – gritó Cande.
-Por cierto, Lali – agregó Paula, mirándome – Pensé que querías saber. Peter me dijo que terminó contigo porque no eras lo suficientemente puta.

Cande golpeó a Paula en la cabeza con su cartera.

-¿Por qué hiciste eso? – chilló.
-Pedazo de….
-¡Deténganse! – grité, colocándome en medio de las dos, no estábamos llegando a ningún lado – Cande, anda al auto, te veré afuera.
-Ella me llamó Anoréxica. Ella merece morir. Tú misma lo dijiste.
-¿Cómo planeas matarme? – dijo Paula - ¿Golpeándome con tu cartera?

Y fue ahí cuando se perdió el control. Cande lanzó el líquido de su vaso sobre la barra y alzó el vaso de vidrio, listo para ser lanzando. Paula se volteó para correr, pero en su apuro se cayó al suelo. Yo intenté detener a Cande, pero alguien golpeó mi rodilla y me caí. Lo siguiente que supe es que Paula estaba encima de mí.

-Esto es por robarme a mi novio en quinto grado – dijo, golpeándome el ojo.

Grité y agarré mi ojo.

-¿Tu novio? – grité - ¿De qué estás hablando? ¡Eso fue en quinto grado!
-¡Y esto es por pegar una foto de mí con un grano gigante en el mentón, en la página principal de la revista del colegio del año pasado!
-¡Esa no fui yo!

De acuerdo, puede que haya ayudado, pero no fui la única. Y de todos modos, eso fue hace mucho.

-Y eso es por ser una puta de … - siguió gritando.
-¡Estás loca! – esta vez, bloqueé el golpe.

Antes de que pueda ponerme de pie, Paula cogió un vaso con líquido y me lo lanzó al cuerpo.

-Ojo por ojo – dijo ella – Me humillaste, yo te humillaré.

Saqué la coca-cola de mis ojos. Mi ojo derecho dolía, donde Paula me había golpeado. Mi cabello estaba lleno de gaseosa, mi blusa también, y me sentía horrible, golpeada y rechazada. Peter estaba con Paula. Y Paula acababa de dejarlo claro. 

Mis sentimientos no son excusa para lo que hice después. No tenía idea de cómo pelear, pero cerré mis manos en puños y golpeé a Paula en el mentón. Por un momento su expresión estuvo congelada ante la sorpresa. Ella salió de encima de mí, tocándose su mentón, jadeando. Me lancé hacia ella, pero duró unos pocos segundos porque alguien me alzó a mis pies.

-Sal de aquí ahora – dijo Peter en mi oído, llevándome hacia las puertas.
-¡Voy a matarla! – dije, peleando por zafarme de él.

La multitud nos rodeó, gritando por pelea. Peter los alejó mientras me empujaba a través de ellos. Detrás de Peter, Paula se puso de pie y estiró su dedo medio hacia mí. Su sonrisa era burlona, sus cejas alzadas. El mensaje estaba claro: Que empiece la guerra.

Peter me dejó al lado de Cande, luego regreso y colocó una mano alrededor del brazo de Paula. Antes de que pueda ver a dónde se la llevaba, Cande me jaló hacia el estacionamiento, donde rompí en gritos y en lágrimas. 

***

Más tarde otro capi :)

4 comentarios:

  1. De paula no me extraña nad, pero peter q es lo que hace y pq lo hace, al final la unica que se ve que sufre es lali!! Más!!

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  2. ai dios, enserio necesito saber que es lo que esta pasando, no aguanto mas, paula empezo todo, me da mucha bronca, subi caps hasta que se aclare todo, aaaa subia hasta el 50 la piba ajaja, massssss

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  3. HOLAA! ME ENCANTA TU NOVELA, CADA VEZ QUE LEO UN CAPITULO ME VUELVO LOCA, ME ENOJO MUCHO CON PETER, LO ODIO CON TODA MI ALMA, JAJAJAJA CON UNA AMIGA NOS DESQUITAMOS POR CHAT, Y ESO LO HACE TU NOVELA !!! QUE PETER CAMBIE PORFAVOR, AJJAJAJA
    BUENO, ME PODES SEGUIR EN TW? @MANUTOBALINA O DECIME CUAL ES EL TUYO,
    CUANDO VAMOS A SABER PORQUE PETER ES TAN ESTUPIDO? PORQUE ANDA CON PAULA? SI ES O NO EL ANGEL GUARDIAN DE LALI? PORQUE LE HACE ESO?
    OTROO PORFAVOR !

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