Tres días pasan. Es algo que no esperas, viene la muerte, el
funeral, el entierro. Pero entre la muerte y el funeral hay un millón de
eventos que nadie piensa. Como escribir memorias, escoger flores, escoger lo
que mi madre usará y que usaré yo.
Peter deja de ir al colegio para quedarse conmigo.
Usualmente esto significa que él se sienta en la silla a mi lado mientras yo
estoy ahí sin hacer nada, intentando conversarme de algo, preguntarme si
necesito algo, la mayoría de veces digo que no, hasta esa noche en que le digo
si se puede ir a casa.
- Sin ofender, pero quiero estar sola – agrego
- Sí – dice, pero noto la ofensa
Todos los días siento a Thiago en algún lugar cercano, sin
intentar hablarme o presionándome. Sólo cerca. Me deja estar solo, pero él
también está ahí, en caso cambie de opinión. Al tercer día, Peter me confronta,
pidiéndome dejarme ayudar. Estoy recostada en la cama, sin dormir, simplemente
haciendo nada y de pronto él ingresa a la habitación.
- Quiero estar aquí para ti – dice, sin decir hola – es así
de simple
- Está bien
- Pero no me dejas. No me dejas entrar, Mar. Me estás alejando.
No me dices que estás sintiendo
- No siento nada. No es mi intención alejarte – pero la
verdad es que sí lo quiero alejar
- Me has estado alejando por meses. No me dices las cosas,
por ejemplo sobre el ángel malo. Aún sigo esperando, sabes, a que me digas
sobre lo que pasó con ese chico, pero no me dices nada. Tú crees que puedo
soportarlo.
- Peter
- ¿Por qué últimamente presiento que estás alargando tu
tiempo conmigo? ¿Qué vas a terminar con esto?
- Mi madre falleció – lo corto, sentándome – no estoy pensando
en nada más – él sacude su cabeza
- ¿Por qué no me dices? ¿Por qué no crees que pueda
soportarlo? ¿Acaso no he soportado todo lo que me has lanzado?
- De acuerdo, bien
Puedo sonar enojada, pero no lo estoy. Estoy cansada,
cansada de esconder cosas, de ser la persona que el resto quiere que sea,
cansada de ser la chica a la cual se le murió su madre.
- ¿Qué quieres saber?
- Todo – responde
- Está bien. Empecemos aquí. Por un tiempo pensé que ibas a
morir. Tenía visiones del Cementerio Aspen Hill, todos ahí porque alguien
estaba muerto y tú no estabas ahí. Así que pensé que eras tú. No quise contártelo
porque si estaba equivocada, ¿cómo te ibas a sentir sobre eso?
- Pero le dijiste a Thiago
- Sí. Él puede leer mi mente, así que ya lo sabía
- Ajá – dice, y noto que no le gusta la idea de que Thiago y
yo podamos leer nuestras mentes
- Y puedo leer los sentimientos de las personas. A veces una
imagen o un pensamiento, pero mayormente sentimientos. Y hay más, por supuesto
- Está bien. Lanza
- Mi propósito no ha terminado. No sé qué es exactamente,
pero sé que involucra a Thiago. Es como si fuésemos dos lados de una misma
moneda. Yo no…lo amo en la forma en que te amo a ti, pero somos iguales, él y
yo. Nos hacemos más fuerte, juntos – Peter me mira, sus ojos brillando
Parte de mí se da cuenta que por más que lo ame, por más que
no quiera dejarlo ir, es mejor decirle lo siguiente porque él estará mejor sin
mí, a salvo, lejos de mi mundo loco de ángeles y cosas misteriosas, lejos de
las mentiras.
- Besé a Thiago – mi voz se quiebra al mencionar su nombre –
bueno, de hecho, él me besó. Pero, yo lo dejé. Él me dijo que era parte de su
propósito, y yo lo dejé, porque estamos conectados. En mi sueño, cuando mi
madre fallece, cuando estamos en el cementerio, es él quien sostiene mi mano y
me consuela. Porque tú no estás ahí
- ¿Cuándo? ¿Cuándo él….?
- Dos días antes de que mi madre falleciera
- Tengo que irme – dice, poniéndose de pie
- Pitt
Cierra sus ojos, sus manos convertidas en dos puños. Cuando
abre sus ojos, noto un dejo de lágrimas.
- Tengo que irme – agrega de nuevo, después de dar un respiro
Lo sigo fuera de mi habitación, hacia las escaleras.
- Lo siento, Pitt – digo, como si eso pudiera arreglar algo
Mis palabras no lo detienen. Pasa a un grupo de amigos en la
sala, pasa a Cande y Ángela que están sentadas juntas en el sillón.
- Cande, vámonos
- Pitt – lo llamo de nuevo
Pero, luego me detengo. Lo dejo ir, aunque no me vuelva a
hablar. El dolor en mi pecho se duplica, me hace sentir corta de respiración. Me
inclino contra la pared y veo a Peter mientras corre lejos de mi casa. Se
detiene en su auto y busca las llaves del mismo. Cande lo alcanza, agarrando su
brazo, le dice algo y él asiente. Luego Peter mira hacia atrás y ve a Thiago de
pie en la entrada de la casa.
- Tú – dice Peter, alejando a Cande y acercándose a la casa
- Peter – dice Thiago
- ¿Qué clase de persona eres tú? – dice Peter, acercándose más
a él - ¿esperas a que ella esté en su momento más vulnerable y haces tu jugada?
- ¿Es eso lo que ella te dijo?
Quiero salir de aquí, detener esto antes de que alguien
salga herido. Tengo el presentimiento que algo malo va a pasar. Pero mientras
me acerco a la puerta, Ángela sostiene mi brazo.
- No lo hagas – dice – lo empeorarás
- Ella me dijo que la besaste – dice Peter
- Lo hice
- ¿No te importa que tenga un enamorado? ¿Qué me ama?
Peter se acerca más, quedando a escasos centímetros de
Thiago, con sus manos en puños, esperando la excusa para golpearlo.
- Siempre me caíste bien, Peter. Creo que eres un chico
decente – dice, con voz calmada
Peter ríe.
- Pero qué, ¿no soy suficiente para ella? Ella está fuera de
mi liga porque….
- Ella y yo nos pertenecemos – lo interrumpe Thiago
- Claro. Porque es tú propósito – dice Peter, en voz baja
- Por eso y más razones, ninguna de las que eres capaz de
entender
- Hijo de puta
Y es ahí cuando Peter lo golpea, directo en su rostro,
sacando sangre de la nariz de Thiago. Luego, la entrada está llena de gente y
aprovecho para zafarme de Ángela, momento en que Peter empuja a Thiago contra
la pared tan fuerte que rompe la ventana. Peter coloca una mano en el pecho de
Thiago, lleno de furia y lo lanza lejos. Peter cae, y termina con sangre en su
mentón, el cabello todo desarreglado, sus ojos llenos de fuego.
- Vamos, chico lindo – lo tantea – enséñame lo que tienes
- ¡Deténganse! – grito – Thiago, no le hagas daño –agrego
cuando no me hacen caso
- ¡Está bien, suficiente! – grita Emi, apareciendo a mi lado
- ¿qué cosa creen que están haciendo aquí, portándose como un par de idiotas? Deberían
de estar avergonzados
- Me voy – dice Peter, sin mirarme de nuevo
Regresa a su auto, junto con Cande quién me manda una mirada
de disculpas.
- Mar, yo… - dice
Thiago, en mi mente
- Ni te atrevas a
decirme que lo sientes. Sólo vete
- Yo sólo…
- Vete. Quiero que te
vayas, Thiago. No te quiero aquí, no te necesito
Traga fuerte y me mira. No cree en mis palabras.
- Vete de aquí – digo, en voz alta
Se voltea y se aleja hacia el bosque.
No me gusta esto, pobre peter se fue todo lastimadito!! Y lali todo lo q le toca pasar.
ResponderEliminarTotalmente a parte con tu novela en el foro me estas dando muchas ganas de ver el internado, en cuanto tenga algo de tiempo empiezo con el! sentite culpable je!
woooowww nada mas que decir :)
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