martes, 20 de marzo de 2012

Dejando Paradise: Once

Peter

Cuando mis padres y Rochi se van al festival de otoño – yo no tenía ganas de ir – me preparo un pollo a la parrilla. Me siento en la terraza y mientras voy saboreando mi cena, escucho una voz familiar.

- Me imaginé que te encontraría aquí – es Belén, lleva una blusa rosada pegada al cuerpo, y una falda blanca bastante corta
- ¿No vas a ir al festival? – se acerca bastante a mí y se arrodilla
- Ya fui, pero tú no estabas – me dice con un susurro sensual
- ¿Querías que estuviese ahí?
- No, porque yo te quería todo para mí sola. Eres una leyenda en Paradise. Todos están interesados en la vida misteriosa y peligrosa de Peter Lanzani
- ¿Es eso lo que creen? ¿Qué soy peligroso?
- Sólo reporto el rumor. Tú estuviste en la cárcel. Escuché un montón de cosas que te pasaron para que cambies
- ¿Y, qué piensas tú? – pregunto, confundido con sus intenciones - ¿Tú crees que soy peligroso?
- Absolutamente – me mira fijamente - ¿Fue realmente duro como dicen?
- A veces – enreda su dedo en su cabello
- ¿Pensaste en mí?
- Casi todos los días – admito - ¿Y, tú? – sonríe
- Te extrañé. Pero, no pude soportar lo que pasó
- No te preocupes, Belu. Esa noche fue una mierda. ¿Te acuerdas qué pasó? – ella pestañea dos veces
- No mucho. Estaba casi tan ebria como tú y corrí cuando llegó la policía. Mi padre está involucrado en la política, tú sabes. Su hija no podía ser encontrada en medio de una escena como esa
- Ah ja
- No esperaba que fueses a la cárcel, Peter. Sólo…me asusté
- Yo también. Pero, ahora estoy de vuelta
- Realmente lo estás

La siguiente pregunta la hago porque mi ego la necesita. Es extraño, pero está discusión se dirige hacia lo que somos, en dónde quedó nuestra relación.

- ¿Has estado con alguien más?
- No con nadie que importa

¿A qué se refiere con eso? No estoy celoso. Está bien, lo estoy. Pero, ella está aquí contigo ahora, una voz me dice en mi cabeza. Y, la he extraño mucho. Demasiado. He soñado con besarla de nuevo, esos labios en los míos, empujándola hacia mí hasta que muera por tanto placer.

- Ven aquí – digo, moviendo mi silla así ella se puede sentar en mi pierna – ha sido un largo tiempo, Belu, pero yo me juego si tú también lo haces

Ella se acomoda en mis piernas y enreda sus brazos en mi cuello. Observo sus labios con interés mientras me sonríe. Sus labios están mojados o brillosos, no sé qué se habrá echado antes de venir. El que haya inventado ese pinta labios es un genio. Enredo mis dedos en su cabello y lo siento diferente. Solía ser más suave. Me encantaba jugar con su pelo, siempre.

- Te pintaste – digo
- Está más claro. ¿Te gusta?
- Necesito tiempo para acostumbrarme

Sé que debería haberla besado, pero estoy dudando. He besado a Belén millones de veces antes. Es una besadora increíble, y esos labios están rogando enredarse con los míos. Entonces, ¿cuál es el problema?

- Espero que dejes crecer tu pelo. Ya no puedo enredar mis manos en él - me dice, cuando toca mi pelo rapado
- Ya veremos
- Tan prometedor – ríe – te extrañé, Pitt

Si me extrañó tanto, entonces, ¿por qué tengo este sentimiento extraño que ella está escondiendo algo? Mierda, tengo que dejar de pensar tanto las cosas. Yo sé qué es lo que hará que deje de hacerlo. Pongo mi mano en la parte de atrás de la cabeza de Belén, y guío mi boca a la suya. Mientras mis labios tocan los suyos, la esencia de fresa de sus labios me abruma. De una mala manera. Mis labios y mi lengua se deslizan con la de ella, pero en todo lo que puedo pensar es en lo que odio las fresas.

Abro mis ojos mientras nos besamos. Me enfoco en la habitación de Lali. No sólo tengo unos labios, con sabor a fresa, atados a los míos, sino que espero que Lali no me vea besándome con Belén. Ni me preguntes por qué me importa.

- Vayamos adentro – digo, luego de despegarme

Belén se baja de mi cuerpo y nos agarramos de la mano mientras caminamos hacia mi habitación. Me limpio mis labios con mi muñeca, deseando que el sabor a fresa desaparezca. Belén se recuesta en mi cama cuando llegamos al cuarto, ni siquiera pregunta o duda de por qué estamos yendo tan rápido después de haber estado separados por un año.

- Como los viejos tiempos – dice

Excepto que por alguna razón, no se siente tan excitante o desafiante como solía ser. Tal vez porque hemos crecido, pienso. Me quito el polo, y luego me recuesto en la cama con ella. Ella empieza a besar mi pecho.

- Dios, Peter. Tus pectorales están enormes – con mi dedo, lentamente acaricio su aro del ombligo.
- ¿Supongo que ambos hemos cambiado?
- Déjame investigar qué tanto

Besa mi pecho y más abajo y se detiene en la correa de mi pantalón. Cuando empieza a desabotonarlo, pongo una mano encima de la suya, y la detengo. Ella me mira, confundida. No la culpo. Tengo un desorden en la cabeza y necesito tomar las cosas con más calma. Juro que un año atrás, estaría saltando sobre sus huesos antes de haber llegado al cuarto.

- ¿Qué pasa? – me pregunta

Sacudo mi cabeza y paso mi mano por mi pelo, tomando un gran respiro. Estoy malogrando todo. Ella recuesta su cabeza en mi hombro y posiciona su brazo a través de mi estómago. Se siente realmente bien y estoy agradecido que ella no me haga hablar al respecto. Tal vez lo entiende, tal vez comprende que no puedo siquiera verbalizar lo que me pasa. Pero, luego de unos minutos, se aburre y se sienta.

- Probablemente deba regresar al festival antes que mis padres se den cuenta que me he ido

Al final, ella no entiende. Como todo el mundo. Se pone de pie y se calza sus zapatos. Yo me convenzo a mí mismo que las cosas volverán a ser como antes. Estoy en casa, tengo a mi chica de nuevo. Está bien, admito que las cosas están siendo extrañas entre nosotros. Su pelo es falso, sus labios saben diferente, y sus besos frenéticos en lugar de sensuales.

- Estoy contenta que hayas vuelto, pero….
- ¿Pero, qué? – pregunto
- ¿Podemos mantener esto en secreto, entre nosotros? Los chicos en el colegio esperan un gran espectáculo de nosotros dos, y yo no quiero que se vuelva incómodo. Además, mi papá va a postular para las elecciones en noviembre y él ya me prohibió que tenga cualquier contacto contigo. Sería mejor si nadie sabe sobre esto por ahora – sus comentarios no deberían sorprenderme, pero lo hacen
- Está bien – porque, bueno, ¿qué más puedo decir?

La acompaño hasta su auto y me pregunto cómo serían nuestras vidas si yo no hubiese ido a la cárcel. Estoy más que seguro que no estaríamos escondiendo nuestra relación. Regreso a mi habitación y visualizo la foto de Belén. Sacándola de la pared, me la quedo mirando. Es difícil mantener todo igual cuando todo se ve y se siente diferente.

Más tarde decido aparecerme en el festival, es que le prometí a mi madre que lo haría y ustedes saben lo pesada que se pone. Apenas llegué, encontré a la mamá de Lali bailando con su jefe, el señor Carlos, sí que hacían una linda pareja. Saludé a mis padres – e hice un intento con Rochi – y me encontré con Pablo y los demás chicos.

- Wow, Peter. ¿Quién te vistió? – me pregunta Pablo cuando me ve
- ¿Me crees si te digo que fue mi madre? – él asiente
- Sí. Paraside no fue lo mismo sin ti – Maxi se ríe mientras prende un cigarro
- Muy cierto, Pablo. Paradise no es lo mismo. Vi a la señora Esposito bailando con ese hombre del restaurante. Ellos estaban bastante cerca. ¿Ustedes creen que sean…ya sabes? Porque Lali no creo que consiga uno. Esa chica necesita unas cuantas cirugías antes que sea atractiva. Tal vez pueda conseguir un vestido de fiesta de graduación por Internet.

Nadie se ríe, porque Maxi no es gracioso. Ha sido un imbécil desde que regresé, intentando molestarme a propósito. No digo nada porque Pablo interrumpe y sugiere ir a jugar fútbol, y así lo hacemos. Después de cuarenta y cinco minutos, regresamos. Pero, cuando Gas y Pablo se adelantan, agarro a Maxi por el hombro y lo empujo hacia un árbol. Lo tomo completamente por sorpresa. Él no tiene idea que me muero por romperle la cara.

- Aquí está el trato – le digo fríamente mientras sostengo su camisa y lo arrugo cerca de su cuello – deja de tocar el tema de Lali, la cárcel, o el accidente. ¿De acuerdo? Si quieres sigue hablando, pero la próxima vez que lo hagas, vas a encontrar mi puño
- Sólo bromeaba – dice histérico – dios, Peter, tranquilo – suelto su camisa y me voy

1 comentario:

  1. Me gusta este peter que ya no le gusta tanto belén, defiende, aunque indirectamente, a lali.
    @vale_cadenas

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