lunes, 23 de abril de 2012

Regresando a Paradise: Diecinueve

Peter

Luego de regresar a la residencia, Nico nos informa que iremos a la Cárcel de Correcciones Juvenil. Genial idea, no puedo hacerlo; no puedo regresar a dónde he estado encerrado por tanto tiempo. Pero, con Nico nunca se puede negociar, y él me obliga, a pesar que mis piernas me tiemblan por completo. Ingresar al lugar me trae demasiados recuerdos: momentos en los que tenía que compartir baño con un montón de convictos; raparme la cabeza al igual que todos los demás presos; tenía que comer cuando me lo ordenaran y para ir al baño tenía que ir escoltado. Era patético.

Uno de los guardias, aquel que ya me conocía, nos comentó que a cada uno nos tocaría una pareja y les hablaríamos acerca de nuestra experiencia. Ingresamos a la zona de visita y esperamos a que traigan a los convictos que nos tocarán. Siento algo en el pecho cuando veo entrar a Julio, mi compañero de celda.

- Mucho tiempo sin verte, amigo
- ¿Cómo has estado?
- Divirtiéndome en la cárcel juvenil. Me sueltan en dos semanas, si es que no es antes – dice, sonriendo – sólo tengo que mantenerme fuera de problemas - suspiro
- Arrestaron a Rio – digo y Julio sacude su cabeza
- Maldita sea. Mi primo tiene para rato en la cárcel porque siempre repite sus errores. Yo también estoy cagado porque iba a vivir con él. Mi madre se mudó de regreso a México con su enamorado
- A mi también me atraparon – le cuento – es por eso que estoy en este programa. Era esto o estar encerrado de nuevo, ¿qué hubieras elegido?
- No sé
- Diez minutos - dice el guardia, refiriéndose al tiempo que nos queda para conversar
- Bueno, se supone que debo compartir contigo cómo todo esto ha cambiado mi vida y ha causado dolor a otros. Es parte del programa – Julio roda sus ojos y bufa
- Está bien, cuéntame
- Manejar ebrio cambió mi vida y causó dolor a otros – digo, como si estuviera leyendo un guión

Julio sonríe. Estoy bromeando acerca de esta visita y Julio lo entiende. Pero la verdad es que no es una broma. Es la realidad. De pronto, me pongo serio.

- Supongo que…eh…nunca te conté lo que realmente pasó esa noche que me arrestaron
- Nunca hablaste mucho sobre eso
- Sí, porque no lo hice – me encojo de hombros – juré culpabilidad cuando no la tuve – Julio ríe
- ¿Me estás bromeando, verdad? – habla en susurros para que nadie nos escuche
- No – digo, sacudiendo mi cabeza
- ¿Por qué juraste culpabilidad? ¿Para proteger a alguien?
- Sí – susurro – algo así
- Wow. No puedo decir que haría lo mismo. Al menos que sea familia. Moriría por mi familia – asiento lentamente
- Yo también – y él entiende a quién me refiero
- ¿Te arrepientes? – pregunta

Me detengo a pensar cómo sería mi vida si es que no hubiese sido arrestado.

- Sí, mierda
- ¿La lealtad y el honor y toda esa mierda realmente malogra tu cabeza, verdad?
- Sí – imágenes de Lali están en mi mente. No quiero pensar en ella ahora – y las chicas también te malogran tu cabeza – Julia alza su ceja, emocionado
- ¿Mi Peter tiene una chica? Bien! ¿Quién es? Lo último que escuché es que terminaste con tu enamorada porque se estaba metiendo con tu mejor amigo
- Un minuto más chicos – dice el guardia
- No tengo una chica – digo, riendo ante el pensamiento – además, la única chica que quiero me odia. Nunca he dicho lo correcto con ella. Mierda, intento alejarla de mí así no tiene que lidiar con todo el drama. Y ella me molesta casi todo el tiempo
- Mira – dice Julio, inclinándose en la mesa – toma el consejo de un chico que no ha visto a una chica en casi un año. A la única chica con la que he hablado recientemente es a la de la cafetería, y ella es tan fea que no sé si es mujer. Uno solo vive una vez, así que aprovecha lo que tienes
- Tú también
- Te escucho alto y claro. ¿Sin resentimientos, está bien? Vive cada día como si fuera el último. ¿Estamos?

Sonrío. Julio tiene razón. He estado viviendo cada día con remordimiento, cuando debería haber sido al revés.

- Sí, entiendo
- Te veo afuera, Peter – alza dos dedos en el aire – Paz

Estoy listo para vivir mi vida sin remordimientos. Acabo de descubrir una estrategia para lograr que eso suceda. 

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