lunes, 23 de abril de 2012

Regresando a Paradise: Veinte

Lali

La chica que me tocó se llamaba Vanesa y se mostró dura al principio. Me comentó que su padre era un borracho, y su mamá la abandonó hace cinco años y que por eso no necesitaba sentir lástima por mí; claramente ella pensaba que era una niña rica que venía a hacerme la buena con los demás como ciertas actrices/actores de televisión. Pero, cuando le comenté acerca de mi vida, del accidente, de mi día a día durante la recuperación y de cómo es que mi papá nos abandonó y mi madre trabaja todo el tiempo para darme una vida digna, ella terminó confesando que era una chica divertida después de todo. Me dio su dirección para poder escribirle algún día alguna carta.

Todo nuestro grupo de Re Empezar está callado cuando abandonamos la cárcel juvenil. Me siento al lado de Leo, maldita sea; y, Peter se sienta junto a Euge. Cuando llegamos a la residencia, Nico nos dice que tenemos dos días para descansar y divertirnos. A Peter se le ve bastante distante desde que regresamos, me pregunto qué pasó con él y el chico que estaba a su lado. No lo averiguo porque él pasa todo el resto de la tarde solo en su habitación.

Cuando estamos a punto de ver una película en la sala, me asomo a su cuarto y lo encuentro recostado en su cama, mirando al techo.

- Peter, vamos a ver una película
- Véanla sin mí
- ¿Estás bien? – pregunto tentativamente - ¿Quieres hablar? – ríe apenas y sacude su cabeza - ¿vas a estar enojado conmigo para siempre?

No responde.

Al día siguiente, mientras todos nos estamos echando bloqueador, Peter es el último en alistarse. Se pone una gorra de baseball, unos pantalones y polo largo. En el parque, Nico nos compra gusanos, es que Benja dio la idea de ir a pescar a un lago. Alquila tres botes y nos dice que estamos por nuestra cuenta y que volverá para almorzar con nosotros.

- Ey, Euge – dice Leo - ¿sabías que puedo ver tu pezón a través de tu bikini?
- Eres un puerco – dice Euge
- ¿Qué? – dice Leo, alzando sus manos – iba a decir que tienes buenos senos
- Eres un imbécil Leo. ¿Sabías que no se puede ver la línea de tu miembro a través de tu ropa de baño? Y, ese no es un cumplido

Sin ser advertida, Leo alza a Euge y la carga hacia el lago, mientras ella grita y golpea con sus pies.

- No me vayas a lanzar – chilla
- Ay mi amor, lo siento mucho – dice Leo

Observo a Peter, que está mirando a Leo y Euge. Se voltea y me mira con maldad. Asiente como si lo que está haciendo Leo es el castigo más brillante para una chica que lo molesta.

- No estás pensando en lanzarme al lago – le digo
- Sí – dice – lo estoy

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