martes, 10 de abril de 2012

Regresando a Paradise: Siete

Peter

Realmente no le iba a decir a nadie de este maldito lugar que había ido a la cárcel juvenil, pero ver a Lali en su momento de compartir-todo, me sacó de quicio. Este programa es una estupidez, creen que hablar del accidente milagrosamente arreglará todo. Nada va a solucionar mi vida, nada borrará los dos últimos dos años. Nada va a cambiar el hecho que no tengo amigos o familia. Solo estoy viviendo….sobreviviendo.

Encontrar a Lali en una conversación intensa con Benja me dio ganas de agarrar a Benja por el cuello y pelearme con él. El chico me cae bien, no como Leo, pero cuando me acerco y encuentro a Lali en confianza con él, mis venas entran en fuego.

Miro alrededor y veo el megáfono.

- Peter no – dice Lali

La ignoro y atravieso el comedor. Prendo la sirena. Un sonido estridente hace eco por todo el edificio, inmediatamente todos enfocan su atención en mí.

- Tengo algo que decir

Nico está de pie en la línea con su bandeja llena de comida. Espero que él venga corriendo y me quite el aparato, pero no lo hace, En lugar de eso, asiente para que continúe.

- Conduje ebrio de regreso a casa, luego de una fiesta de secundaria – digo, mi voz sonando extraña – atropellé a una chica y la dejé tirada en la pista, sin saber si estaba muerta o viva. Era un imbécil, un chico que probablemente conseguiría una beca por deportes y no quería arruinar todo. Así que la dejé. Al final, me atraparon y estuve en la cárcel por un año.

El lugar está en silencio. No puedo imaginarme cómo es que me veo, el chico de secundaria que fue un imbécil que malogró todo. Nadie va a sentir pena por mí, no es que lo esperaba tampoco. Cuando miro a Lali, ella sacude su cabeza y voltea su cuerpo. Me está evadiendo una vez más, pero no me importa.

- Cuando salí de la cárcel – hablo de nuevo – mantuve una relación con mi víctima

Unos cuántos chicos abren sus ojos sorprendidos por este nuevo pedazo de información. Están susurrando entre ellos y me apuntan.

- Nos besamos, salimos…me metió en su casa y dormimos juntos. La gente me advirtió que no debía relacionarme con ella, pero igual lo hice. El mayor error de mi vida.

Por el rabillo del ojo, veo que Lali sale de la silla y se dirige hacia las puertas corredizas. El imbécil de Benja la sigue.

- Lali! – digo, en el micrófono - ¿Hay algo que quieras agregar? No he dicho la parte de cuando estuvimos en el mirador de Julia

Estoy siguiendo el pensamiento de Lali, que cree que hablar es mejor que mantener la boca cerrada. Espero haber cambiado su mente, y que se de cuenta que vivir en el mundo colorido es mejor que la realidad.

- De esa chica es la que hablo – digo, apuntándola
- Cállate, Peter – sisea
- ¿La verdad duele, no?

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