sábado, 19 de mayo de 2012

El Designio del Ángel: Once

Larga Vida a la Reina (parte dos)

Después del colegio, espero a Cande en el estacionamiento. Hemos quedado para estudiar en casa para un examen. No puedo evitar fijarme en el auto de Thiago, aparcado como siempre en el fondo. Cande se acerca y me da un golpecito en el brazo.

- Peter me dijo que hoy fuiste la reina – dice y aparto la vista del auto de Thiago
- Sí, hoy ejercí el poder. Literalmente
- Ojalá te hubiera visto con el vestido. Tendrías que haber venido a buscarme durante el almuerzo. Podría haberte ayudado
- No tienes que ayudarme con los trabajos de historia – respondo, como si no quisiera abusar de ella

Pero, la verdad es que no sé cómo hacer para compartir un mismo espacio con Ángela y Cande. Qué raro sería hablar de cosas normales como el colegio o los chicos ahora que estoy tan acostumbrada a hablar de los ángeles con Ángela. En las últimas semanas, apenas he visto a Cande en clase y en la cafetería, donde sigo compartiendo mesa con las Invisibles. La mayoría de los días después de clase he estado preparando con Ángela nuestro trabajo de historia.

- ¿Lista para el trabajo? – pregunto
- Sí claro, ya sabes que me encantan los trabajos – responde Cande y río, distraída en Thiago y Luna

Están hablando junto al auto. Luna le sonríe. Mientras ella habla acorta distancias, casi restregándose contra él. A él no parece molestarle. Se besan. No es un piquito, sino un beso largo y lento durante el cual ella enreda sus manos en el cuello y él la toma por la cintura, la estrecha y la levanta. Luego, Thiago la aparta y acaricia su mejilla, colocando un mechón de pelo detrás de su oreja. Le dice algo. Ella asiente. Le abre la puerta del lado del conductor y ella sube. Él sube detrás de ella y cierra la puerta. No puedo ver lo que pasa después, pero el auto no se mueve. No están yendo a ninguna parte. No parecen una pareja que está a punto de terminar, como me dijo Ángela, parecen felices.

- No me estás escuchando, ¿verdad? – dice Cande, levantando la voz

Doy un respingo, sobresaltada, y me volteo hacia ella. Cande inclina su cabeza, sus ojos entrecerrados.

- Lo siento – digo y sonrío - ¿te contó Peter que hoy lo hice ejecutar? Está bien ser una reina
- Thiago tiene novia, como te habrás dado cuenta – dice – yo que tú me olvidaría de él
- Qué tonta que eres – balbuceo
- Es la verdad
- No tienes idea
- Bueno, si te molestaras en contarme algo, tal vez la tendría – responde, cruzándose de brazos
- Está bien, ya sé, estás celosa. Por eso te comportas como una tonta

Aparta la mirada en un gesto que lo confirma. Está celosa de Ángela, por todo el tiempo que hemos pasado juntas.

- Estoy harta de ver cómo babeas por Thiago Bedoya como si fuera un dios, eso es todo
- ¿Y, a ti qué te importa, Can? – digo, perdiendo la paciencia, ha sido un día largo – es mi vida. ¿por qué no dejas de ser invisible de una vez y vives la tuya?

Se me queda mirando un rato, su cara enrojece poco a poco, sus ojos brillan con las primeras lágrimas que su terquedad le impedirá derramar. Me da la espalda. Puedo ver cómo sus hombros empiezan a temblar.

- Can…
- Olvídalo – responde, recoge su mochila y se la cuelga al hombro – creí que éramos amigas de verdad. Me equivoqué
- Cande, claro que eres mi amiga – digo, retrocediendo un paso – yo….
- No te ofendas, Mar, pero tú no eres el centro de todo – la miro fijamente - voy a coger el autobús, me voy a casa – anuncia, apartándome para pasar

1 comentario:

  1. Muy bueno lo de la reina isabel! y pobre cande, la trato mal, pero hay cosas q ella no puede saber!
    @vale_cadenas

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