Al principio, hay un chico de pie en los árboles. Debe tener
mi edad, en ese espacio entre ser niño y hombre, tal vez unos diecisiete años.
No estoy segura de cómo es que sé eso. Solo puedo ver la parte de atrás de su
cabeza, su cabello marrón largo contra su cuello. Siento el calor del sol, tan
intenso, dando vida a todo. Hay una luz extraña naranja que llena el cielo. También
está un olor fuerte a cigarro. Por un momento estoy tan llena de tristeza que
me cuesta respirar. No sé por qué. Tomo un paso hacia el chico, abro mi boca
para llamarlo por su nombre, sólo que no lo sé. El piso empieza a crujir. Él me
escucha y empieza a voltearse. Un segundo más y podré ver su rostro.
Ahí es cuando se va la visión. Pestañeo, y ya no hay nada.
no entendí mucho, pero me intriga, quiero más!
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