domingo, 6 de mayo de 2012

Regresando a Paradise: Treintaidós

Peter

Lali dejó de sonreír cuando Belén apareció. Sé que las cosas están tensas entre ellas, pero mientras esté en Paradise, no puedo ignorar a Pablo. Y. dónde está Pablo, Belén está. Solo que no esperaba que ella venga sola.

- ¿Dónde está Pablo? – le pregunto
- Rompimos ayer por la noche. Ya fue la boda
- A la mierda – dice Pablo, apareciendo a la distancia. Camina en zigzag
- Vete – dice Belén
- No. Eres mi pa…reja
- Ya no más – dice empujándolo apenas
- ¿Podemos empezar el juego? – pregunta Julio

Cuando Julio habla todos le hacen caso. Empezamos a lanzar nuestros discos. Al principio a Lali le va pésimo, su disco apenas se mueve.

- Dobla un poco tu muñeca – le digo

Lo intenta, pero el disco se va hacia atrás y casi golpea a Belén en la cabeza. Lali se tapa la boca con las manos, asustada.

- Lo siento
- Seguramente – murmura Belén

Pablo le dice a Belén que sea educada. Ella bufa y me imagino que él pagará las consecuencias después. Al tiempo que nos movemos de un lugar a otro, Lali camina con dificultad; en una de esas caminatas, ella tropieza.

- Súbete a mi espalda – le digo y ella me mira como si estuviese loco – vamos La. Será divertido
- No, no lo será – dice

Me arrodillo en frente de ella y la miro casi haciendo un puchero.

- ¿Estás seguro?
- Sólo súbete

Se sostiene de mis hombros y yo la cargo hasta el siguiente hueco.

- Apestas en este juego. Necesito darte lecciones privadas, así la próxima vez podemos ganarles a todos
- Sesiones privadas suena bien – dice, luego besa la parte de atrás de mi cuello
- Son un par de tontos – dice Belén cuando llegamos al otro hueco
- No llames tonto a mi mejor amigo, Belén – dice Pablo
- No lo defiendas – dice ella, colocando una mano en su cintura – y él no es solo tu amigo. Es mi ex
- Fue mi mejor amigo antes que saliéramos contigo – dice Pablo
- Nos acostamos a su espalda – dice Belén – que gran amigo fuiste

Con esas palabras, Pablo saca algo de su pantalón. Es una botellita con alcohol.

- ¿Qué haces? – pregunto
- No te incumbe

Mierda. Esto no está pasando. No en frente de Leo, Julio y mi hermana. Y menos en frente de Lali, quién odia el drama de Belén más que nada. Quiero que olvide mi pasado, no que lo recuerde. Belén lanza uno de los discos hacia Pablo; pero, este lo esquiva.

- Hagamos un trato – dice él
- ¿Estos son tus amigos? – me susurra Julio en el oído – todos están locos
- Te digo algo – dice Pablo, dirigiéndose a Belén – si gano en el siguiente hueco, la boda sigue en pie. Si tú ganas, eres libre de cancelarla e irte con Peter

Eh…eso no sucederá.

- Pablo, no seas un idiota – le digo, pero él no me escucha. Está borracho
- De acuerdo – dice Belén, ignorándome – pero las parejas no son justas
- Bien. Tú eliges quién juega conmigo, y yo escojo la persona para ti
- Escojo a Lali para ti – dice Belén
- Entonces, yo escojo a Rochi – dice Pablo
- ¿Puedo abandonar el juego? – pregunta Lali
- No – dicen Belén y Pablo a la vez
- Chicos, bésense y terminen esto – digo – estás embarazada, Belén. Y, lo de nosotros no va a suceder, así que supéralo
- Cállate Peter – dice Belén
- Me encargaré de esto – dice Lali, con una mirada fiera y determinada

Lo entiendo. Lali está luchando por mí. Ella quiere ganarme. ¿Acaso no se da cuenta que ya me tiene, y no tiene que pelear?

- Lali… - digo
- Shh – me silencia

Lali toma un disco, respira hondamente y lo lanza. Este cae completamente fuera de lugar.

- Buen lanzamiento, amor – bromeo
- Esto no es gracioso – dice

Mi hermana va después. Le va mejor que Lali, pero aún así no es un buen tiro. Ambas chicas tienen que volver a lanzar.

- Espera – dice Lali cuando Rochi está a punto de lanzar de nuevo – no puedo hacer esto
- Yo tampoco – agrega Rochi
- Yo no juego con la vida de las personas como tú lo haces – le dice Lali a Belén
- Esa es mi chica – susurro
- Sí dejaste ir a Peter y él no volvió, entonces ustedes no estaban destinados a estar juntos. Es una lección que aprendí en primer grado.

Dios, mi chica es la mejor. Lali se aleja de Belén, junto a Rochi. Me hace acordar a cuando éramos chicos y no nos separábamos nunca. Me gusta que estén intentando volver a ser amigas.

- Me voy – dice Belén
- Yo también – dice Pablo
- No puedo dejarte hacer eso – le digo a Pablo, impidiéndole el paso
- ¿Por qué no?
- Porque estás ebrio. No puedo dejarte conducir así
- Sal de mi camino, Peter, y no seas un imbécil
- Yo también soy un imbécil – dice Leo – porque tampoco te dejaré conducir así
- Dale a Peter tus llaves – le ordena Euge a Pablo – ahora!

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