Camino de regreso a casa junto con Rochi.
- Gracias por eso – dice Rochi – iba a fallar al propósito. Nunca me gustó Belén
Me detengo y me volteo, mirándola.
- ¿Qué pensarías si Peter y yo somos una pareja?
No responde. Su no respuesta es la mía.
- Me voy a España en menos de dos semanas, así que no nos vas a tener que vernos mucho tiempo juntos. Rochi, en algún momento vas a tener que ceder
Me alejo de ella, pero escucho a Peter llamándome.
- ¿Dónde están todos los demás? – pregunto
- Leo terminó llevando a Pablo a casa, y Julio y Euge lo acompañaron – dice Peter – Lali…sobre el juego…lo siento – se sitúa en frente de mí – no debí forzar la situación. Pensé que podríamos ser una pareja normal y…
- Nunca seremos una pareja normal, Peter. Tenemos tantas cosas encima que sería ridículo – alzo una mano cuando veo que está a punto de protestar – estoy viviendo la realidad. La realidad es que Belén aún te quiere en su vida y tu hermana no me quiere en la suya – pensar en ellas dos me está abrumando – necesito irme de aquí
- ¿A dónde vas a ir?
- Dónde siempre voy a pensar – digo, sosteniendo las llaves de mi auto
- Si sirve de consolación – dice – me importa una mierda lo que los demás piensen acerca de nosotros
- Lo sé. Pero a mi si me importa, y desearía no hacerlo
Cuando ingreso a mi auto, inmediatamente me dirijo hacia la casa de Julia. Carlos no está ahí y tampoco el cartel de vendido. Una sensación extraña recorre mi panza al imaginarme a alguien más viviendo ahí. Mientras observo la casa, pienso en lo que le dije a Peter. Sé que todavía sufre por estar en aquella casa a la que siente que no pertenece. Sé que está durmiendo en el sofá.
Aunque no lo quiero, necesito enfrentar lo inevitable. Peter está en mi vida temporalmente. Cuando me vaya a España, nos iremos en direcciones contrarias. La realidad es que, Peter se irá pronto de mi vida, y para bien.
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