Doce horas después estaba rígida y con dolor
por el ejercicio de la mañana; subir y bajar las escaleras le había dado el
mayor dolor a ms piernas. Pero cualquier momento de relajación tenía que
esperar, Cande me recogería en diez minutos, y aún no me había cambiado.
Peter y yo habíamos decidido hacer pública
nuestra pelea esta noche, así no habría preguntas sobre el estado de nuestra
relación. Diríamos que habíamos separado nuestros caminos y estábamos en lados
opuestos de esta guerra. También habíamos optado realizar la pelea en el bar,
sabiendo que era popular entre los Nephils.
Me quité la ropa y me puse un saco largo,
mallas y botas con taco. Me até el pelo en un moño bajo, dejando suelto un poco
de pelo para que de forma a mi rostro. Exhalando, me quedé observando mi
reflejo en el espejo y creé una sonrisa. En general, no me veía tan mal para
una chica que estaba por enfrascarse en una pelea devastadora con el amor de su
vida.
Las consecuencias de la pelea de esta noche solo tienen que durar unas
cuantas semanas, me dije a mi misma. Sólo hasta que todo este desorden del Cheshvan se solucione.
Además, la pelea no era real. Peter me había
prometido que encontraríamos formas de encontrarnos. En momentos secretos y
miradas robadas. Sólo teníamos que ser muy cuidadosos.
—¡Lali! —mi mamá llamó. —Cande está aquí.
—Deséame suerte —murmuré hacia mi reflejo,
luego agarré mi abrigo y bufanda antes de apagar la luz de mi habitación.
—Quiero que regreses a la casa a las nueve —me
dijo mamá cuando bajé al vestíbulo. —Sin excepciones.
La besé en la mejilla y corrí hacia la
puerta.
Cande tenía las ventanas de su auto hacia
abajo, y su radio estaba sonando con Rihanna. Me senté en el asiento del
copiloto y me habló por encima de la música. —Estoy sorprendida que tu mamá te
dejara salir día de semana.
—Tenía que viajar. Su tío murió—. Cande miró
alrededor y su sonrisa reflejó travesura.
—Así que tu mamá tuvo que dejarte ir.
—Supongo que la idea de obtener algo del
dinero de su tío la suavizó.
Cande condujo mientras cantábamos las
canciones y bailábamos en nuestros asientos. Estaba ansiosa y nerviosa pero
pensé que sería mejor actuar como si todo estuviera bien.
El bar El Bolso del Diablo estaba
moderadamente lleno esta noche, una multitud decente. Cande y yo nos deslizamos
entre la gente, dejamos nuestras carteras y abrigos y ordenamos Coca Cola. Miré
alrededor por Peter, pero él no había llegado. Ya había ensayado mis líneas
demasiadas veces, pero mis palmas aún estaban sudorosas. Me las limpié en mis
muslos, deseando ser una mejor actriz. Deseando que me gustara el drama y la
atención.
—No te ves muy bien —dijo Cande.
Estaba por soltar que probablemente estaba enferma
por su forma de conducir, cuando los ojos de Cande miraron detrás de mí y su
expresión se agrió. —Ay, diablos no. Dime que no es Paula coqueteando con mi
hombre.
Estiré mi cuello hacia la pista. Benjamín y
los otros miembros estaban en la pista esperando el espectáculo, mientras Paula
le buscaba conversación a Benja.
—¿Tu hombre? —le pregunté a Cande.
—Pronto lo será. Es lo mismo.
—Paula coquetea con todos. No me preocuparía
por ello.
Cande respiró profundamente que provocó que
se abran sus orificios nasales. Paula, como si sintiera la vibra negativa de
Cande, bloqueó nuestro paso. Nos dio su mejor saludo pagante.
—Haz algo —me dijo Cande. —Sepáralo de él.
Ahora.
Me puse de pie de un salto y me dirigí hacia
Paula. En el camino, elaboré una sonrisa. Para cuando llegué hacia ella, estaba
bastante segura que se veía casi verdadera. —Ey —le dije.
—Oh, ey, Lali. Justo le estaba contando a
Benja lo mucho que amo la música independiente. Nadie en esta ciudad jamás
busca agrandar los proyectos. Creo que es muy bueno que él esté intentando
lograr el éxito.
Benja me guiñó el ojo. Tuve que cerrar por
un momento mis ojos para evitar rodarlos.
—Así que… —dije, luchando por llenar el
espacio de la conversación. Ante el comando de Cande, había venido aquí, ¿y
ahora qué? Simplemente no podía alejar a Paula de Benjamín. ¿Y por qué estaba
yo aquí? Este era el asunto de Cande, no mío.
—¿Podemos hablar? —preguntó Paula,
salvándome de tener que decir algo.
—Claro, tengo un minuto —dije. —¿Por qué no
vamos a un lugar más calmado?
Como si leyera mi mente, Paula me agarró de
la muñeca y me llevó hacia la parte trasera de la puerta y hacia el callejón.
Después de mirar hacia ambos lados y asegurarme que estábamos a solas, ella
dijo: —¿Mi papá te dijo algo sobre mí? Sobre ser una Nephil, quiero decir. Me
he estado sintiendo muy graciosa últimamente. Cansada y con calambres. ¿Esto
tiene que ver con un periodo menstrual extraño? Porque creo que ya pasé por
eso.
¿Cómo se supone que le iba a decir a Paula
que los Nephils de raza pura como sus padres raramente copulaban exitosamente,
y cuando lo hacían, su descendencia era débil y enfermizos, y que algunas de
las últimas palabras de su padre incluían una sombría verdad en la que Paula no
viviría mucho tiempo?
En resumen, no podía.
—A veces yo también me siento cansada y con
calambres —dije. —Creo que es normal…
—Sí, ¿pero mi papá no dijo nada sobre ello? —presionó. —Qué esperar,
cómo copular, esa clase de cosas.
—Creo que tu papá te amaba y quería que
sigas viviendo tu vida, no estresarla con todo este rollo de los Nephils. Él
quería que seas feliz.
Paula me miró sin poder creerlo. —¿Feliz? Soy una cosa rara, ni siquiera soy humana. Y no pienses ni
por un minuto que me he olvidado que tu tampoco lo eres. Estamos en esto,
juntas —me dirigió un dedo acusador. Oh dios, justo lo que necesitaba.
Solidaridad….con Paula.
—¿Qué es lo que realmente quieres de mí
Paula? —pregunté.
—Quiero asegurarme que entiendas que si le
das alguna pista a alguien que no soy humana, te quemaré. Te enterraré viva.
Me estaba quedando sin paciencia. —Primero
que nada, si quisiera anunciarle al mundo que eres una Nephil, ya lo hubiera
hecho. Y segundo, ¿quién me creería? Piénsalo. Nephil no es una palabra común
en el vocabulario.
—Bien —bufó Paula, aparentemente satisfecha.
—¿Terminamos?
—¿Y qué pasa si necesito hablar con alguien?
—persistió. —No es como si pudiese hablarlo con un psiquiatra.
—¿Eh…tu mamá? —sugerí. —Ella también es
una Nephil, ¿recuerdas?
—Desde que mi papá desapareció, ella se ha
rehusado a aceptar la verdad sobre él. Está convencida que él volverá, pero aún
la ama, que anulará el divorcio y nuestras vidas volverán a ser como antes.
Cosas de negación, tal vez. Pero existía la
posibilidad que Hank haya hecho una especie de truco a su ex esposa para que su
mente se vea alterada luego de su muerte. Hank y su vanidad iban más allá. Él
no quería que la gente vaya hablando mal de él, y hasta el momento no había
sucedido. Nadie se había hecho la gran pregunta de qué había pasado con él, no
había ni una sola historia de él en la ciudad. La gente, cuando hablaba de él,
simplemente murmuraban:
—Qué sorpresa. Que su alma descanse. Pobre
familia…
Paula continuó: —Pero él no volverá, está
muerto. No sé cómo, o por qué, o quién lo hizo, pero no hay manera de que mi
papá haya desaparecido a menos que algo haya sucedido. Está muerto, lo sé.
Intenté mantener mi expresión simpática,
pero mis palmas empezaron a sudar de nuevo. Peter era la única otra persona en
la Tierra que sabía que yo había mandado a Hank a su tumba. No tenía intención
de agregar el nombre de Paula en la lista.
—No suenas muy triste por el tema —dije.
—Mi papá estaba metido en cosas malas. Se
merecía lo que sucedió.
Pude haberme abierto hacia Paula, pero algo
no se sentía bien. Su mirada cínica nunca dejó mi rostro, y tuve el
presentimiento que ella sospechaba que yo sabía información vitar sobre la
muerte de su padre, y su indiferencia era un acto para que yo hable.
No iba a caer en su trampa, y si esta lo
era.
—No es fácil perder a un padre, créeme —dije. —El dolor nunca
se va, pero eventualmente se hace soportable. Y de alguna forma, la vida
continúa.
—No estoy buscando consuelo, Lali.
—Está bien —dije, encogiéndome de hombros. —Si necesitas
hablar en algún momento, supongo que puedes llamarme.
—No tendré que hacerlo. Me estoy mudando
contigo —anunció. —Llevaré mis cosas más tarde esta semana. Mi mamá me
está volviendo loca y ambos acordamos que necesito explotar en otro lugar por
un tiempo. Tu casa es el mejor lugar. Bueno, estoy contenta que hayamos tenido
esta conversación. Si hay algo que mi papá me enseñó es que los Nephils se
mantienen juntos.
me encantooooooooooooo quiero massssssssss
ResponderEliminar