domingo, 4 de mayo de 2014

Sin Límites: Epílogo

—Mírame, mírame —grita Joaco desde la espalda de Midas, el caballo de Peter, mientras él lo pasea alrededor de la zona.
Desde el porche, donde estoy sentada al lado de Ángela, tomando limonada, alzo mi mano y saludo. Cada vez que lo veo, ha crecido más, aunque es pequeño de altura para tener nueve años. Siempre está gritándote al oído, algo que sacó de su madre, siempre está sonriendo con esos ojos caramelo. Mientras lo observamos, él le da un leve golpe a Midas para que vaya más rápido, y Peter tiene que trotar a su lado para mantener el ritmo.
—¡Ten cuidado! —dice Ángela, más a Peter que a su hijo.
Peter asiente, rueda sus ojos, y golpea suavemente a Midas en el cuello, para que disminuya la velocidad. Como si caerse de un caballo le fuera a hacer algo a ese pequeño indestructible niño.
—Eres como una madre sobreprotectora, ¿lo sabías? —bromeo.
Bufa y alza sus brazos sobre su cabeza para estirarse. Si miro con más detenimiento, puedo ver las marcas desvaneciéndose en su brazo derecho, algunas cuantas restantes. Los tatuajes empezaron a desvanecerse en el momento en que tuvo a Joaco de nuevo en sus brazos. Como si su amor la estuviera limpiando, siempre dice ella.
En pocas horas, todos nosotros estaremos reunidos en la mesa de los Lanzani para el almuerzo: los padres de Peter; Cande, su esposo y su pequeña Estefanía; Ángela y Joaco; y, si estoy de suerte, Stefano también. Todos comeremos, nos reiremos, y hablaremos sobre las noticias y los trabajos de cada uno. Yo bromearé sobre el genial clima de la ciudad y como me muero por quedarme ahí; Peter aprovechará para sacudir mi rodilla bajo la mesa. Y sentiré una sensación de calidez, pero también sentiré una ausencia, como si hubiese una silla vacía en la mesa. Y a ese punto, el tema de conversación inevitablemente se dirigirá hacia Thiago; Ángela hablará sobre los edificios donde Thiago ha estado trabajando, y Joaco hablará sobre las aventuras que tuvieron los dos, en el Zoológico o en el Museo de Niños de Chicago. Y luego la conversación cambiará de nuevo a otras cosas, y me sentiré normal de nuevo. Me sentiré bien.
Ángela aún está hablando sobre estilos de padres, algo llamado Amor y Lógica. Ella me ofrece prestarme libros sobre el tema, yo sonrío y digo que los miraré. Me pongo de pie y me dirijo hacia el porche.
—Mírame, mírame Mar —Joaco dice de nuevo cuando me ve.
Después de la cena lo llevaré a volar, pienso, si Ángela me deja. El sonido de él riéndose mientras Peter lo guía con el caballo, me hace sonreír. Me tomo un momento para admirar la vista de Peter por atrás, la forma en que camina, con la gracia de un vaquero, el ajuste de sus jeans.
—¡Te veo! —le digo a Joaco—. Hola guapo —agrego para Peter.
Él se inclina sobre la cerca para besarme, tomando mi rostro entre sus manos, el anillo de oro en su dedo frío contra mi mejilla. Luego retrocede y baja su cabeza por un minuto, sus ojos cerrados de aquella forma que se ha vuelto familiar a través de los años. Coloco mi mano en su hombro.
—¿Estás bien? ¿Otra visión? —pregunto.
Alza la mirada y sonríe.
—Sí, estoy teniendo una visión—dice, con una risa en su voz—. Estoy teniendo una visión que sé que se hará realidad.
—¿Y cuál es? —le pregunto.
—Seremos felices, Zanahoria —dice, colocando un cabello suelto detrás de mi oreja—. Eso es todo.

***

FINALMENTE, CON ESTO SE TERMINA ESTA MARAVILLOSA HISTORIA :)

SI BIEN ME GUSTÓ QUE SE QUEDARA CON PETER (TUCKER EN EL LIBRO), THIAGO (CHRISTIAN EN EL LIBRO) LLEGÓ A CONQUISTAR MI CORAZÓN CON EL ÚLTIMO LIBRO. PERO EN FIN, ASÍ LO DECIDIÓ LA AUTORA :)

ESPERO LES HAYA GUSTADO TANTO COMO A MÍ. MIL GRACIAS POR LEER Y COMENTAR.

ESPERO PRONTO PODER TRAERLES EL FINAL DE ÁNGELES CAÍDOS. LUEGO PENSARÉ EN CUÁL OTRO ADAPTAR/TRADUCIR.

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